El próximo jueves 22 de diciembre el Ateneo Puertorriqueño dedicará su acto solemne del izamiento de la Monoestrellada al prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera. El acto como todos los años se llevará a cabo a las 12 del medio día frente a su histórica sede, en el Viejo San Juan.

A las honras de la bandera y de López Rivera se espera la asistencia de familiares, entre ellos su hermano José López, del congresista Demócrata por Illinois, Luis V. Gutiérrez, y de René Pérez, integrante del reconocido grupo Calle 13. Se develará una estatua del insigne Ramón Emeterio Betances.

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La ocasión representa un llamado a la atención y a las conciencias de todos los puertorriqueños a reanudar el compromiso patriótico de luchar por la libertad de este hermano puertorriqueño que este año 2011 ya cumplió 30 años de un cruel e injustificado encierro. La dedicatoria de la actividad ocurre además a pocas semanas de que se cumpla un nefasto año (el 5 de enero de 2011) de que la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) del Departamento de Justicia de Estados Unidos le negó a López Rivera la libertad. Como se denunció en su momento el proceso ante la Junta, bajo la conducción del examinador Mark Tarnner, fue uno arbitrario y viciado.

“El Sr. Tarnner trajo con él a un agente del FBI y a cinco personas que supuestamente eran víctimas mías. Cuatro de los cinco dieron largos testimonios que no eran otra cosa que diatribas repletas de odio y veneno que usaron para compararme con Hitler y Bin Laden”, describió López Rivera sobre la vista en una carta enviada a su pueblo puertorriqueño, en marzo de este año.

“Cuando llegó el turno de mi abogada Jan Susler y yo hablar fue cuando el Sr. Tarnner asumió la posición del gran inquisidor. Su voz se tornó en una sarcástica y en ningún momento prestó atención a lo que estábamos diciendo. Después de casi tres horas dio la audiencia por terminada y me espetó la recomendación de verme en 15 años más”, agregaba.

La JLBP además no permitió que el licenciado Eduardo Villanueva Muñoz, portavoz del Comité Pro Derechos Humanos (CPDH) asistiera a la vista. Como ha expresado Villanueva Muñoz, la sentencia de 70 años contra este hijo de San Sebastián, es lo mismo que una condena a muerte civil. López Rivera ya tiene 68 años de edad, 10 años más de prisión como burlonamente dijo Tarnner, le retendría en prisión hasta sus 83 años. De los 30 años que lleva en prisión, los primeros 12 fueron en un total aislamiento.

Como también ha expresado el compañero licenciado Juan Santiago Nieves sobre los prisioneros políticos puertorriqueños Oscar López y los hermanos Avelino y Norberto González Claudio: “Los prisioneros políticos representan nuestros mejores seres humanos y constituyen la más elevada conciencia de lucha y denuncia del régimen colonial. Defenderlos y honrarlos constituye nuestra tarea urgente”.