El Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) impulsará propuestas económicas y sociales, mediante el establecimiento de alianzas políticas con sectores afines debido al abismo a que hoy está asomado Puerto Rico.

El copresidente del MINH, Julio Muriente, dijo que ante las propuestas aprobadas en la víspera durante una asamblea extraordinaria celebrada en San Juan, “nos van a decir que somos utópicos, pues sí creemos en la utopía, razón por la que luchamos por una mejor sociedad”.

Anticipó que la organización independentista discutirá el programa a corto y mediano plazo aprobado en el cónclave “con otras fuerzas políticas, que promueven el cambio social y la libre determinación del pueblo puertorriqueño y el rescate de su soberanía”.

El MINH estableció que no aspira a convertirse en partido político, en momentos en que sectores alternativos como el Movimiento Unión Soberanista (MUS) o el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) buscan terciar en las elecciones generales de 2012, lo que no significa que renuncia a tener presencia electoral o en consultas plebiscitarias que adelanten la causa de la independencia.

“Nos entusiasma servirle al país y creemos en la esperanza, porque el día que perdamos la esperanza, colapsamos; el día que perdamos la esperanza, nos vencen”, expresó Muriente al cierre de la asamblea extraordinaria.

Como parte del programa de desarrollo económico y social de Puerto Rico a corto y mediano plazo, “aún en la colonia”, el MINH propuso la eliminación por el gobierno de los intermediarios en la compra de combustibles para la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

El proyecto, titulado “¡Con voluntad y esperanza, otro Puerto Rico es posible!”, igualmente propone la revisión de los subsidios de la AEE que no tienen finalidad social y descontinuar los gastos extravagantes en asesores, cabilderos, publicidad, dietas y salarios.

Asimismo el MINH consideró como “un gran error estratégico” que la intención del gobierno de Luis Fortuño de construir un gasoducto, por lo que sugirió la implantación de un plan agresivo para el desarrollo de la energía renovable, mediante la utilización del sol, agua, viento y océano.

La asamblea aprobó utilizar el capital nacional y fomentar la inversión extranjera en condiciones favorables para el pueblo puertorriqueño, mediante “una economía solidaria, que asegure la inversión continua y la innovación, que favorezca la productividad y el empleo”.

De acuerdo a los aspectos discutidos en la asamblea extraordinaria, presidida por José Rivera, se hace necesaria una “mayor inversión en educación, investigación y desarrollo” para que Puerto Rico alcance avances inmediatos.

En este sentido el cooperativismo es considerado un pilar fundamental para lograr los objetivos planteados para el desarrollo económico puertorriqueño, además de la agricultura y el turismo como eslabones indispensables en un “modelo basado en la sostenibilidad”.

El MINH, que aboga por “transformar el capitalismo destructor en una economía social que beneficie al pueblo”, sugirió elaborar un plan turístico para “promover la región caribeña como un gran destino del cual todos los países puedan aprovecharse, mediante la coordinación de circuitos y el acuerdo de ofertas conjuntas”.

Rivera expuso como derechos vitales irrenunciables de los puertorriqueños el derecho al trabajo, a la salud, a la educación y a la protección de la naturaleza.

Sugirió luchar para que se restituyan los fondos que han mermado el presupuesto de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y por el establecimiento de un sistema universal de salud, que elimine a los intermediarios.

El exdirigente de la Federación de Universitarios Pro Independencia (FUPI) advirtió que se pretende establecer “acuerdos con distintos grupos de la sociedad puertorriqueña (para) participar con ellos en todos los esfuerzos que sean compatibles con nuestras aspiraciones para construir un Puerto Rico” dueño de su destino, fuera del dominio colonial de Estados Unidos.