A finales de abril tuve un gran regalo de vida cuando puede visitar al querido compañero Oscar López Rivera por tercera ocasión. El privilegio fue posible por ser abogada. Pocas veces me siento tan contenta de serlo.

Varias personas que pertenecen a este gremio profesional han utilizado simbólicamente la toga para conocer y apoyar al prisionero político que el 29 de mayo cumplirá 35 años de encarcelamiento. Esta vez fui acompañada de mi amiga, hermana y comadre, Taty Fernós. Jan Susler, representante legal de Oscar y de otros exprisioneros políticos fue nuestra anfitriona y facilitadora del proceso. Compartir con ella es sin duda, otra oportunidad de aprendizaje político y social. A pocas horas de salir para el aeropuerto estuvimos al borde de un infarto pues debido a un cierre o “lock down” de la prisión todas las visitas fueron canceladas. No sabemos qué lo provocó. La llamada de Jan para advertirnos nos sumió en una gran desilusión. La alegría volvió a nosotras con una segunda llamada en la cual nuestra amiga nos dijo que el Alcaide había reconsiderado para permitirnos visitar dos horas el sábado 30 y dos el 1 de mayo. Los planes eran estar con Oscar casi todo el día en ambas ocasiones, pero decidimos aprovechar cada minuto de esas cuatro horas.

Fue un largo viaje desde Chicago hasta Indiana, lugar donde está confinado Oscar desde el 1998, pero aprovechamos para poner al día a Jan sobre lo que pasa en Puerto Rico. Aunque siempre está muy bien informada, le contamos lo que llamo el “folclor”, las particularidades y boricuadas que no se publican en la prensa. Luego de pasar los rigurosos controles carcelarios llegamos al salón de visitas, donde éramos las únicas por la orden de cierre. Como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga, porque ante la inactividad en un día que es típicamente de muchas visitas, Oscar estuvo con nosotras casi de inmediato. Como un resorte nos pusimos de pie para saludarlo. Él se acercó como la vez anterior, caminando erguido, con paso firme, uniforme crema impecable, sonrisa de bienvenida, acompañada de chispitas en los ojos pequeños de pestañas rizadas y abundantes para acogernos en un fuerte y cálido abrazo a cada una. Mucha emoción, sobre todo Taty quien lo veía frente a sí por primera vez. Nadie mejor que ella podrá contar sus impresiones.

El tema de Doña Andrea o Mita surgió rápidamente porque Taty la conoció y tuvo la oportunidad de compartir con ella en Chicago durante varias semanas. No hay duda de la admiración y respeto que siente Oscar por su madre. “Yo soy el hombre que soy por ella”, dijo con gran ternura. “Tenía un corazón lleno de amor y nos enseñó la importancia de ser servicial”. Se refirió a uno de los servicios comunitarios que su madre ofrecía y en el cual él solía acompañarla y observarla. Ella amortajaba a las personas que fallecían en el barrio, mientras les rezaba. Habló sobre lo alegre que era, observación que también compartió Taty. Resaltó que estaba tan llena de energía que no podía estarse quieta. Parece que esa vitalidad es característica familiar porque, a pesar de las limitaciones de movimiento en la prisión, la descripción de Oscar sobre las múltiples tareas y gestiones que hace durante el día reflejan la misma energía: se ejercita en la madrugada, lee incansablemente; escribe y contesta cartas, prepara su comida la mayor parte de las veces, pinta y enseña a pintar a prisioneros; se mantiene al día sobre lo que ocurre en Puerto Rico y en el mundo entero. Su hermano José, con quien conversamos en Chicago, es un dínamo en movimiento. No sin cierta nostalgia Oscar recordó que Mita y él también tenían en común el gusto por el café y el amor por las plantas.

Abordamos el tema de lo que hará cuando sea excarcelado. Quiere caminar por todo Puerto Rico para agradecerle al Pueblo su apoyo. Residiría en la Isla, aunque viajaría para expresar su solidaridad a tanta gente que lo ha respaldado. En cuanto a lo que debemos hacer para salir del atolladero económico en que nos encontramos opinó que debemos visualizarnos hacia el futuro y desarrollar estrategias que nos permitan alcanzar las expectativas que nos tracemos. La creación de proyectos económicos de autosuficiencia a través de cooperativas pueden ser parte de esas estrategias. La promoción de huertos urbanos, la educación comunal para prevenir la disfuncionalidad de las familias; la ayuda de la Diáspora para el desarrollo de Puerto Rico y el mantenimiento de sus vínculos con la Isla son considerados por él como elementos indispensables.

Las dos horas del sábado transcurrieron rápidamente, pero la expectativa del día siguiente nos hizo sentir optimistas. El domingo 1 de mayo le recordé que era el Día Internacional de los y las Trabajadoras y orgullosamente contestó que también era el cumpleaños de su adorada nieta Karina. Nos contó sobre su paso por diferentes prisiones. Los primeros años fueron de terrible represión, aislamiento, interrupción del sueño cada media hora cuando lo alumbraban con una linterna. Era sacado de la celda 3 veces en semana por un tiempo breve, entre muchos otros abusos, como las visitas sin contacto físico. Una posición de principios para Oscar es que no ha aceptado y nunca aceptará hacer trabajos en la prisión para manufacturar artículos que se utilicen en las guerras e intervenciones militares de Estados Unidos, aunque ello conllevara el confinamiento en calabozo. En la prisión de Terre Haute hay una población de 900 presos. Por el largo tiempo que lleva allí, muchos saben quién es. Reconocen al representante Luis Gutiérrez cuando lo visita, han visto información sobre su caso y la campaña de excarcelación en los medios, En un periodo en que la cárcel fue dirigida por una alcaide, ella autorizó entrevistas a las periodistas Lourdes del Río e Ivonne Soya. Luego esa puerta se cerró, a pesar de las solicitudes que se han sometido.

Sobre su iniciación en el arte de la pintura nos contó que había un preso que lo instaba a pintar. La actividad podía ayudarle a mitigar los efectos de la privación sensorial causada por los años de confinamiento en calabozo y la poca exposición a la luz solar, lo cual le impedía ver los contrastes de los colores. Cuando empezó a comprar los materiales para aceptar la oferta de recibir las clases, el confinado fue cambiado de unidad. A pesar de ello, Oscar tenía trazada su meta y fue un autodidacta. Las obras que hemos visto son muestra de su talento y empeño.

En esta visita también fueron muy elocuentes las expresiones de Oscar sobre el rol de las mujeres en la lucha por la independencia de Puerto Rico. “La dirección del independentismo debe estar en manos de las mujeres. Las mujeres tienen más potencial que los hombres. El independentismo ha estado por muchos años en manos de los hombres y no ha trascendido mucho”. Añadió “que las mujeres se mueven con sus propias ideas. Sin la fuerza de las mujeres nada echaría para alante”.

También hizo una reflexión sobre el racismo al señalar que no se pueden dar la cosas por sentado, sin cuestionar. “Vamos a sentirnos orgullosos de nuestra piel oscura. Lo mejor que nosotros tenemos son las mezclas.”

El último punto de la agenda fue que nos diera la receta de las cebollas rellenas que hacía doña Mita, favorita de la familia y máxima demostración de acogida para quienes les visitaban en Chicago. Oscar nos explicó muy bien cómo las preparaba su mamá y José confirmó las instrucciones posteriormente. Cuando las prepare, les contaré los resultados.

La visita transcurrió en un abrir y cerrar de ojos para nosotras. En su caso el tiempo debe tener otra dimensión. A las mujeres del Puente les envió un mensaje de amor y respeto y las exhortó a descubrir su potencial “como las amazonas que son” . Nos despedimos con abrazos y besos, deseando que los próximos sean en la Patria que lo espera. Más que orgullosa de conocer y de luchar por la excarcelación de una gran patriota, pero mejor aún, de un ser humano extraordinario, fuera de serie.

Fuente: Claridad