Hace 81 años nació el poeta, periodista, ensayista y novelista salvadoreño Roque Dalton. Su creación literaria estuvo a la par de su compromiso político. Ver video
Roque Dalton, conocido como el poeta guerrillero, nació el 14 de mayo de 1935 en San Salvador (capital de El Salvador). También fue periodista, ensayista y novelista. Desde muy joven evidenció una profunda conciencia social, militó en los movimientos revolucionarios y luchó por alcanzar las reivindicaciones sociales en Centroamérica.
Dalton fue uno de los miembros fundadores del Círculo Literario Universitario en 1956, y un año después viajó a Moscú como delegado salvadoreño en el Sexto Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz y la Amistad.
El poeta
El surrealismo y las vanguardias europeas fueron las principales influencias en la obra poética de Dalton.
En 1963 publicó el poemario El turno del ofendido fue galardonado con la mención honorífica en el certamen Casa de las Américas y se convirtió en el poeta salvadoreño más relevante de su tiempo.
En 1969 con Taberna y otros lugares recibió el premio Casa de las Américas. Otras obras: La ventana en el rostro (1961), El turno del ofendido (1963), El Mar (1964) y Poemas (1968), Las historias prohibidas de pulgarcito (1975, poesía) y Pobrecito poeta que era yo (1976, novela). Entre sus publicaciones póstumas destacan: Poemas clandestinos (1980), Un libro rojo para Lenin (1986), Un libro levemente odioso (1988), En la humedad del secreto (1994) y Antología mínima (1998).
Actividad política
Roque Dalton supo combinar la creación literaria con la actividad política. Fue miembro del Partido Comunista Salvadoreño desde 1958. En varias ocasiones fue encarcelado y en 1961 se exilió. Vivió en Guatemala, México, Checoslovaquia y Cuba.
En 1967 abandonó el Partido Comunista pero en 1973 se unió a las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en El Salvador y adoptó el pseudónimo de Julio Delfos Marín. El 10 de mayo de 1975 fue asesinado por sus propios compañeros de armas.
Frases memorables
- “Hace frío sin ti, pero se vive”.
- "Pero es tu soledad la que puebla mis noches".
-"Las miradas que ya al conocer se hablan entre sí en la distancia...".
- “Y, sin embargo, amor, a través de las lágrimas, yo sabía que al fin iba a quedarme desnudo en la ribera de la risa”.
-"Mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el paisaje y el pan, la poesía de todos".
Por Vilma Soto Bermúdez / MINH / En Rojo |