“Para mí es motivo de gran satisfacción, como orgulloso representante de la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste, pero sobre todo, como Puertorriqueño, haber recibido esta distinción, tal y como también lo hicieron en el pasado Don Alexis Massol (año 2002) y Rosa Hilda Ramos (año 2008)”. Estas fueron parte de las palabras de agradecimiento del activista ambiental Luís Jorge Rivera Herrera, al ser galardonado con el Premio Ambiental Goldman del 2016, este lunes 18 de abril en San Francisco California.
El Premio Ambiental Goldman es considerado como “el Premio Nobel”, en el campo del activismo ambiental a nivel internacional y se otorga cada año a individuos que han luchado por causas ambientales “contra viento y marea” como lo expresa la misma Fundación Ambiental Goldman, creada en el 1989 por los filántropos y líderes cívicos, Richard N. Goldman y su esposa Rhoda H. Goldman.
Las nominaciones para el Premio son confidenciales y los ganadores son seleccionados por un jurado a nivel internacional. En el caso de Rivera Herrera su nominación fue presentada por el Sierra Club. Hay que resaltar que con el Premio se reconoce el valor ambiental del Corredor Ecológico del Noreste (CEN).
En su divulgación sobre los méritos del reconocimiento la Fundación Goldman destaca que CEN abarca 3,000 acres de propiedad costera de primera categoría en la costa norte de Puerto Rico. Además de su valor escénico y recreativo, tiene una importancia biológica enorme. El corredor sirve de hogar para más de 50 especies raras, amenazadas o en peligro de extinción, algunas de las cuales se encuentran solo en la isla. Además, se suma a su valor y particularidad natural el hecho de estar cerca del Bosque Nacional El Yunque, reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera.
Relata sobre la lucha por su preservación el que a finales de la década de los 90, con promesas de revitalizar la economía de la región, desarrolladores propusieron construir en terrenos del corredor dos megaresorts– que consistirían de 3,500 habitaciones hoteleras y unidades residenciales, múltiples campos de golf, un centro comercial, y otras construcciones urbanas. Estos proyectos habrían destruido el hábitat de la flora y fauna silvestres del corredor, amenazado las fuentes hídricas locales, y limitado el acceso público de las playas, ignorando a la vez el hecho de que otros semejantes proyectos de desarrollo en Puerto Rico habían sido incapaces de hacer cumplir las promesas de oportunidades económicas.
El trabajo desarrollado por la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste (CPCENE) bajo el liderato de Rivera Herrera además de lograr la protección del área promovió que incluso en estos meses pasados el Senado de Puerto Rico hiciera una investigación sobre la compra de terrenos a sobre precio por parte del Gobierno a los desarrolladores.
Compañeros en la isla del activista ambiental expresaron su satisfacción y admiración por el reconocimiento.
"El trabajo de Luís Jorge a favor de la protección del Corredor Ecológico del Noreste ha sido incansable. Durante toda su vida adulto ha actuado por el bien de Puerto Rico y su medio ambiente antes de cualquier prioridad. En 2002 se dio cuenta que hubo mega-proyectos de lujo propuestos para el Corredor Ecológico del Noreste y trabajó con la comunidad en asegurarse que ningún permiso fuera otorgado sino que eventualmente se declarara el área como reserva natural. Ha seguido luchando hasta el día de hoy para asegurarse que el Corredor reciba la mas alta protección posible para que todos nosotros podemos disfrutar del área. El ha sido un líder entre líderes de la Coalición Pro Corredor Ecológico del Noreste y un ejemplo para todos los puertorriqueños," dijo José Menéndez, presidente del Capitulo del Sierra Club de Puerto Rico.
Menéndez no dejo pasar por alto el que entre los seis ganadores, de este año del Premio Goldman se encuentra también la estadounidense Destiny Watford, la cual fue reconocida por su trabajo en contra de la instalación de un incinerador en Baltimore, Maryland por la empresa Energy Answers (EA), la misma que pretende establecer uno aquí en Arecibo. Watford junto con su comunidad logró que los 22 propuestos clientes del incinerador en Maryland se quitaran del proyecto y en marzo el Departamento Ambiental de Maryland canceló los permisos del proyecto.
"No estamos solos en los riesgos que enfrentemos del propuesto incinerador de Energy Answers en Puerto Rico estan haciendo lo mismo en una comunidad de bajos recursos en Maryland. Pero que bueno que tampoco estamos solos en nuestra lucha hacia un futuro mejor, un futuro basura cero. Ver que una joven como Destiny Watford organizara su comunidad en contra de este proyecto en Maryland nos da mucha esperanza que tanto su comunidad como la nuestra se puede atender la situación de basura de una manera que no impacta ni nuestro ambiente ni nuestra salud." dijo Javier Biaggi, líder de Sierra Club en Arecibo, Puerto Rico.
En tanto Rivera Herrera agradeció: “La labor colectiva a la que se me asocia y merecedora de este premio, se debe en gran medida, a la atención, confianza y paciencia que han tenido conmigo los miembros de la prensa puertorriqueña durante los pasados años, como parte de su labor de informar, educar y fomentar el pensamiento crítico entre todos los residentes de nuestra Isla. A todos ustedes, un abrazo fuerte en agradecimiento”.
Otra persona que reconoció los méritos del defensor ambientalista fue la Secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez. En comunicado de prensa Guerrero Pérez, quien antes de ocupar su actual cargo participó junto a Rivera Herrera en varias causas, expresó: “Puerto Rico hoy brilla ante el mundo gracias a la gestión de líderes comunitarios como Luís Jorge Rivera Herrera que luchan por un medioambiente sano y un verdadero desarrollo sustentable. Reconozco la labor incansable que Luís Jorge ha emprendido a favor de la conservación del Corredor Ecológico del Noreste como Reserva Natural y la asesoría técnica y científica voluntaria y desinteresada que ha ofrecido a decenas de comunidades a través de todo Puerto Rico en su lucha por un desarrollo sustentable. Con el Premio Goldman, hoy se le rinde honor a su integridad, valía y conocimiento en servicio del país y de nuestros recursos naturales y ambientales”.
Los otros cinco ganadores del Premio Ambiental Goldman y sus proyectos son:
Edward Loure, Tanzania
Edward Loure encabezó una organización de base que lideró una propuesta para dar títulos de propiedad a comunidades indígenas—y no a individuos—en la región norte de Tanzania, garantizando de esta forma la protección de más de 200,000 acres de tierra para futuras generaciones.
Leng Ouch, Camboya
En uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas del medioambiente, Leng Ouch trabajó en la clandestinidad para documentar la tala ilegal en Camboya y expuso la corrupción que estaba privando a las comunidades rurales de sus terrenos, trabajo que llevó a que el gobierno cancelara grandes concesiones de tierras.
Zuzana Caputvoa, Eslovaquia
Una abogada de interés público y madre de dos, Zuzana Caputova encabezó una exitosa campaña que causó el cierre de un vertedero de residuos tóxicos que estaba contaminando la tierra, el aire y el agua en su comunidad, estableciendo un precedente para la participación pública en la Eslovaquia poscomunista.
Destiny Watford, Estados Unidos
En su comunidad cuyos derechos ambientales se habían dejado de lado para ceder paso a la industria pesada, Destiny Watford motivó a los residentes de un barrio de Baltimore a derrotar planes de construcción para la mayor incineradora del país, a menos de una milla de distancia de su escuela preparatoria.
Máxima Acuña, Perú
Máxima Acuña, agricultora de subsistencia de la sierra norte del Perú, exitosamente defendió su derecho a vivir en paz y vivir de su propio terreno, un terreno codiciado por las empresas mineras Newmont y Buenaventura, impidiendo la entrada de la mina de oro y cobre, el Proyecto Conga, a una cuenca importante.
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