La visita oficial que realizó a Cuba la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió una amplia cobertura periodística en todo el mundo. En el caso de Puerto Rico, la cercanía geográfica y la relación histórica entre ambas naciones antillanas, pone sobre el tapete qué relación podría entablar Puerto Rico con Cuba, a la luz de nuestra condición colonial y ante la profunda crisis fiscal y económica que enfrenta Borinquen.

CLARIDAD consultó con los destacados economistas puertorriqueños, el doctor Santos Negrón Ortiz y la doctora Martha Quiñones Domínguez, su parecer sobre ese proceso y esa realidad, cómo Puerto Rico podría beneficiarse y qué obstáculos tiene que superar para poder entablar una relación mutuamente beneficiosa para ambas islas caribeñas.



¿Cómo cree que afectará a Puerto Rico en términos económicos la reapertura de relaciones comerciales y económicas entre Cuba y Estados Unidos (EE UU.)?



Santos Negrón Ortiz:

“Tendrá impactos de diversa naturaleza –algunos favorables, otros desfavorables pero el balance neto será positivo. Como pasó con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, la desventaja que tenemos es que no tendremos ni voz ni voto en las negociaciones que hagan Estados Unidos y Cuba, de manera que tendremos que adaptarnos pasivamente a las mismas. Cuba podría ser un excelente mercado para Puerto Rico en lo que respecta a exportación de servicios profesionales –gerencia, contabilidad, telecomunicaciones, banca comercial, enseñanza del inglés, desarrollo de la banca cooperativa, consultoría de negocios y publicidad y muchos otros. La interacción entre ambos países podría revitalizar sus respectivos sectores manufactureros, que han estado afrontando severos problemas estructurales, por mucho tiempo. Si la flexibilidad que se logre llega a su máximo, las empresas cubanas de propiedad podrían establecerse en Puerto Rico para la fase final de sus productos y así poder colocar los mismos en el mercado de Estados Unidos. Las empresas manufactureras de Puerto Rico podrían entrar en aventuras de inversión con las empresas cubanas, aportando la amplia experiencia que tenemos en todas las fases de esa industria. A todas luces, Cuba atraerá, con sus precios más bajos, una porción mucho mayor del turismo caribeño, pero podrían existir actividades complementarias en el turismo de cruceros que beneficien a ambos países. Igual cosa se puede pensar en la agricultura, donde el renacer de la producción en Puerto Rico podría encontrar una frontera de expansión en el mercado cubano. En la construcción, las empresas puertorriqueñas, que tan pocos proyectos tienen ahora, podrían lograr contratos significativos en la formidable actividad que habrá que desarrollar para reestructurar y ampliar la debilitada infraestructura –puertos, aeropuertos, carreteras, telecomunicaciones de Cuba.

“Cuba y Puerto Rico afrontan el mismo problema: un horizonte económico cerrado, que exige una renovación radical de su orden económico, cada cual actuando dentro de su correspondiente marco jurídico-político y su orientación ideológica específica.”



Martha Quiñones Domínguez:

“Todo depende si el gobierno exige el derecho del pueblo puertorriqueño a participar como iguales en las relaciones con Cuba. Ya los empresarios, por su cuenta, han iniciado conversaciones, han visitado y han estudiado las potencialidades y depende de si EEUU nos incluye en su permiso para negociar con Cuba. De no poder negociar se desaprovecha la ventaja competitiva que tiene Puerto Rico, por el idioma y por la relación especial que tiene Cuba con la Isla.

“Así que la contestación es depende, si nos sentimos colonizados y esperamos, o nos sentimos con derecho y actuamos y exigimos. Recordemos que con los tratados de libre comercio no nos incluyeron afectándonos adversamente.”



¿Es posible que Puerto Rico participe de ese intercambio tomando en cuenta la actual situación económica: deuda; una posible sindicatura del Banco Gubernamental de Fomento, la posibilidad de declarar una moratoria de la deuda por vía legislativa, etc.?



Santos Negrón Ortiz:

“Nuestro tridente de problemas –limitado poder político, deuda asfixiante y crisis económica generalizada actúan como una camisa de fuerza que limitan nuestros esfuerzos por optimizar la oportunidad que ofrecería la apertura comercial de Cuba, pero eso no quiere decir que nos tengamos que quedar cruzados de brazos ante la misma. Como decimos los economistas, tenemos que maximizar nuestros beneficios dentro de restricciones mayores que las que afrontan los países soberanos. Ahora bien, con excepción de la República Dominicana, disfruta simultáneamente de dos ventajas que tenemos en este caso: proximidad geográfica y amplia compatibilidad cultural. Puerto Rico añade mayor desarrollo tecnológico y más vasta experiencia en el acceso al mercado de Estados Unidos que República Dominicana, por lo cual es probable que pueda ser muy efectiva nuestra aportación en la modernización del sistema económico cubano, especialmente en las fases de desarrollo de infraestructura y del sistema financiero. Si tan sólo pudiéramos acercarnos en el plano de negocios, a los admirables logros que hemos alcanzado en las relaciones deportivas y en el intercambio cultural, estaríamos dando un paso significativo hacia lo que la geografía y la historia nos inducen: una estrecha relación con Cuba.”



Martha Quiñones Domínguez:

“El problema de la deuda, sindicatura y otros, no deben influir en el intercambio pues la única inversión que requiere es hacer los contactos. Todo el negocio lo hacen las empresas privadas que van a establecer contactos y que siempre serán para beneficio de la Isla. Las relaciones de gobierno son las educativas y eso corre por la Universidad de Puerto Rico que contempla esos acuerdos. Si dejamos que nos manipulen y engañen con lo de la Junta y la deuda, caeremos en el cuento del colonizado que ante la palabra crisis se queda petrificado y no sabe actuar esperando que otros actúen por él. Ya es hora que tomemos en nuestras manos las riendas de nuestro país y sacudamos el marasmo ideológico colonial que tenemos en la mente para actuar, movernos e impulsar proyectos que nos benefician haciendo uso de lo que tenemos. Hablamos español, conocemos a los cubanos y somos caribeños.

“En esto la industria que más efectos puede tener es la cultural, pues competimos en ese campo. Por eso debemos fortalecer al Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) para que haga acuerdos que nos beneficien y logren posicionar nuestra industria cultural. Tenemos mucha potencialidad en comunicaciones, tecnologías de comunicación, Internet, teléfonos móviles y otras ramas. En eso PREPA NET sería nuestro caballo de avanzada ofreciendo y vendiendo esos servicios en Cuba para capitalizar las inversiones que hemos realizado.”



¿Cree que nos estamos adelantando a pensar que las posibilidades económicas que tiene Puerto Rico en la actualidad, de buenas a primeras se irán todas hacia Cuba?



Santos Negrón Ortiz:

“Hay que enfocarlo desde una perspectiva dinámica. Mientras menos actuemos, mientras más lentos e inefectivos seamos en el estudio de lo que está pasando en Cuba y de las acciones que se puedan lograr en el Congreso de Estados Unidos para responder a la puerta que ha abierto el presidente Obama, menos oportunidad tendremos de aprovechar esta gran oportunidad histórica. No hay duda, el tamaño demográfico, la inmensidad de recursos naturales y la formidable posición geográfica de Cuba, le ofrecen al hermano país unas inmensas probabilidades de aceleración económica y efectiva. Cuánto puedan lograr dependerá de la habilidad que tengan para renovar su infraestructura física y tecnológica, modernizar su sistema bancario, ofrecer mayor flexibilidad en su clima de negocios, y renovar su sistema educativo para amoldarlo a una era de mayor inserción en la economía global. El bloqueo de Cuba no sólo viene de afuera, debido al estrangulamiento de una obsoleta política norteamericana que ya está en vías de salida, sino de dentro, en la medida en que el rigor de la defensa de la filosofía revolucionaria requiere ajustes, cambios institucionales de las leyes contributivas y de las reglas que regulan las transacciones, para viabilizar la superación de tantos años de aislamiento económico.



Martha Quiñones Domínguez:

“No creo que nos adelantemos, estamos atrasados y tenemos que recuperar el espacio y tiempo perdido. Debió ir alguien de Puerto Rico con Obama, pero no ocurrió. Ahora tenemos que exigir nuestro espacio, nuestro derecho y en especial señalar que es parte de nuestra recuperación. No podemos seguir siendo el objeto ideológico de EEUU contra Cuba, debemos exigir que somos un pueblo con igualdad de derechos para establecer intercambio con Cuba.

“No todas las oportunidades económicas se irán para Cuba, a pesar de sus adelantos en salud y ciencia. Todavía tenemos espacios únicos que tenemos que explorar y muchas de nuestras empresas de servicios de asesorías pueden dar servicios allá, nuestras empresas de comidas pueden vender y mercadear allá, nuestras industrias de telecomunicaciones, servicios de Internet, nuestras universidades tienen posibilidades allá y existen otras. Una cosa son las empresas multinacionales que no se casan con ningún país y otra cosa son nuestras industrias. Y aun con el turismo podemos potenciar la apertura y conseguir manejar buenas excursiones y otras para lograr distinguirnos. Lugares como Vieques y Culebra no deben temer pero tampoco bajar la guardia, son islas especiales con una mística única que le permite crecer y fortalecer su turismo, diferente al de Cuba.

“Además, muchas de las empresas multinacionales ya se han ido a República Dominicana pues buscan bajos costos y exenciones contributivas. Así que las industrias ya se han ido, Cuba le ofrece oportunidad pero en un país fortalecido emocionalmente, que superó el síndrome del colonizado y que sabe que debe trabajar para su gente, que va a defender su sistema de salud, su sistema educativo, su protección social y que conoce y entiende los efectos negativos del neoliberalismo y el capitalismo explotador.”



Visto en el plano antillano, Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, ¿qué impacto puede tener esta apertura?



Santos Negrón Ortiz:

“Como estudioso de, y fiel creyente en el pensamiento de Eugenio María de Hostos, estos desarrollos históricos me entusiasman grandemente porque van, aunque tímidamente, en la dirección que él trazó con tanta genialidad y que don Juan Antonio Corretjer, en uno de sus brillantes libros, llamó el futuro sin falla. Lo que tantos países han logrado luego de largas luchas y delicadas negociaciones, la integración económica y la acción política conjunta, es una oportunidad histórica que comienza a lucir viable en el plano antillano, especialmente entre Puerto Rico, República Dominicana y Puerto Rico. Falta mucho, muchísimo para lograr ese sueño hostosiano. Pero, como dijo don Miguel de Unamuno: Aspira a lo absoluto si en lo relativo quieres progresar.”



Martha Quiñones Domínguez:

“Para las tres Antillas, que van a competir en oferta de turismo y educativa, con la limitación de que Puerto Rico no es soberano, está bajo las cláusulas territoriales coloniales, donde queda claro que quien manda aquí son los EEUU, si queremos competir como iguales el pueblo de Puerto Rico tiene la suprema definición, ‘Yanquis o Puertorriqueños’, además de superar ese síndrome colonial y comenzar a levantarse sobe sus cenizas y comenzar a andar hasta recuperar todo lo que podemos y debemos hacer. Podemos ser poderosos, reconstruir el país y salir adelante, pero es confiando en nosotros, exigiendo poderes y diciéndoles a los políticos de turno ‘ustedes son los que lo han hecho mal y son los que deben responder’. Ahora le toca al pueblo salir hacia adelante, pero sin la Junta Fiscal. Podemos hacer una Junta de nosotros, pero no controlada por políticos y poderosos corruptos y colonizados.

“Necesitamos una Junta nuestra. Una Junta fiscalizadora y auditora que audite y determine prioridades para el pueblo, que establezca una moratoria a la deuda hasta que se audite, estudie y determine qué pasó con ese dinero. Debemos establecer responsabilidad por el saqueo y mal uso de fondos de la deuda, del presupuesto, y le añadimos a los evasores y corruptos con cárcel de por lo menos 25 años y con obligación de pagar por el dinero robado, por los daños que le han causado al pueblo, por los costos de proyectos que no se pudieron lograr por el mal uso o el no pagar impuestos. Que en esos costos le hipotequen sus activos, pues muchos de ellos se han construido con el dinero robado al pueblo. Así comenzamos a enderezar al país, a evitar la corrupción en todas sus formas y evitar a los evasores, pues saben que la pena por robarle al pueblo es que te quitamos todo y vas preso por muchos años, la impunidad se debe acabar. Luego podemos decidir cómo pagar la deuda, del dinero recuperado. Debemos establecer que no tomamos más préstamos hasta que enderecemos el país, ya es hora de ser responsable con el crédito, si no tienes dinero comienza a enderezar tus finanzas evaluando y siendo crítico con los gastos de manera que respondan a necesidades reales del pueblo, como es educación, servicios médicos adecuados, servicios a las personas con necesidades especiales, etc. Y aprendamos a ser prudentes en los gastos, se puede economizar sin eliminar programas, evitando la desviación de fondos.

“Establecer un presupuesto que se ajuste a las necesidades del pueblo con objetivos medibles y fiscalizables, dando prioridad a educación, salud y servicios sociales. Un presupuesto que de verdad sea una herramienta de planificación donde se identifiquen necesidades, se le den prioridades y se establezcan mecanismos para medir y evaluar, mejorando educación y salud y la gestión del gasto público. Una buena fiscalización de parte del pueblo es necesaria, que aprendamos a evaluar, a discutir y a cumplir.

“Un sistema contributivo justo y equitativo, donde el que tiene más pague según sus ingresos, donde se recaude lo suficiente y que sea sencillo, eficaz y efectivo. Entonces tendremos desarrollo y crecimiento económico y social adaptado a nuestra sociedad.

Recordando que es mejor tener las cosas a pequeña escala pero tener, que tener aparatos muy grandes pero ineficientes. Ineficaces y que no podemos mantener. "Lo pequeño es hermoso".