El martes 5 de enero 2016 se inició una nueva etapa histórica de las luchas por la independencia y soberanía de Venezuela. Las características de la misma provocan la atención y reflexión alrededor de tal situación, constituyen, además, una valiosa lección en la historia política de Nuestra América. Mencionaré algunas de las identificables en los siguientes párrafos.
1. Carácter democrático y pacifista de la Revolución Bolivariana de Venezuela: Este se ha mostrado reiteradamente en las múltiples ocasiones de referendos y elecciones ocurridas, democracia electoral, y en el respeto del gobierno bolivariano de las decisiones expresadas por el pueblo a través del voto, sea cual fuese sus resultados, a favor o en contra del PSUV y de sus propuestas y hechos. No obstante, la evidente ofensiva de la oligarquía nacional, de la política estadounidense (que en este caso, no ha roto las relaciones bilaterales con el gobierno bolivariano, sino que ha mantenido su constante injerencia, detrás de bastidores, manipulando así a la derecha opositora).
2. Carácter antidemocrático de la contrarrevolución venezolana apoyada por el gobierno de los EE. UU., y de su aspiración antipopular esencial: eliminar al gobierno bolivariano y su política económica y social, a cualquier precio (incluyendo una provocación que tenga como consecuencia la intervención militar de los EE. UU., para proteger a sus intereses y ciudadanos, o por solicitud directa de la mayoría congresista venezolana)[i], para devolver el poder nacional a la dictadura del capitalismo e imperialismo mundial.
3. Carácter antidemocrático y comprometido con los intereses de la derecha venezolana, de los medios de comunicación masiva privados, creando confusión y desinformación intencional, apoyando de esta forma la guerra económica e ideológica promovida por la oligarquía que reside y milita activamente en territorio venezolano.
¿Cuál ha sido la posición del pueblo, particularmente de los ciudadanos votantes, frente a la situación devenida, fomentada por la derecha nacional e internacional? La posición del pueblo en apoyo a la revolución bolivariana se ha expresado fundamentalmente en las calles, de forma casi espontánea, definiendo así su compromiso de lucha abierta y frontal contra la ofensiva reaccionaria. Sin embargo, dada la importancia que ha revestido para el gobierno bolivariano las acciones de referendos y electorales, para mostrar su real vocación democrática, esas movilizaciones populares no se han resaltado con la misma fuerza.
¿Qué significa la democracia electoral, como la vía política y pacífica para un cambio revolucionario, en un país donde aún la burguesía, influenciada y apoyada directamente por el imperio estadounidense (y empresas trasnacionales), aún ejerce cierto control económico, desarrolla sostenidamente la táctica de guerra económica, contra el gobierno revolucionario? ¿Es la democracia electoral el factor principal y suficiente sobre el cual llevar adelante el proyecto de cambio socialista y asegurar el apoyo de la mayoría de la población votante? ¿Qué peso tiene el grado de concientización política logrado hasta el momento en la población, y cómo sería posible desarrollar su profundización inmediata con vistas a nuevos referendos y/o elecciones?
Las respuestas a estas interrogantes nos van llegando, cada vez más claras y contundentemente provocadoras y contrarrevolucionarias, a partir de la instalación del Congreso venezolano, el 5 de enero de los corrientes. No es posible homologar la democracia popular y la burguesa. Es importante continuar observando atentamente el desenvolvimiento de los hechos en pleno desarrollo, desde Cuba.-La Habana, miércoles, 06 de enero de 2016.
[i] Tal intervención militar es posible; Obama ha declarado al gobierno bolivariano una amenaza a la seguridad nacional de los EE. UU., en marzo del pasado año, lo cual establece un precedente para acciones de tal índole. (Cronología III, Marzo 2014: “Lunes 9: Anuncio de la Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos contra el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, la cual califica a este país como una amenaza a su seguridad nacional.”)
Fuente: Barómetro Internacional
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