Por casi diez años, Puerto Rico ha estado sumido en una recesión donde día a día se sufre la disminución de las actividades económicas, comerciales e industriales.
Los meses pasan y cada día más puertorriqueños se despiden de su tierra para buscar nuevos rumbos fuera del país.
Ante la mirada impávida del Gobierno, 71,297 puertorriqueños dijeron adiós a la Isla en los primeros seis meses de 2015, según lo reflejan datos del Negociado de Estadísticas de Transporte de los Estados Unidos (BTS en inglés).
El alto costo de vida y la escasez de plazas de trabajo estable siguen siendo el empuje primordial para que miles de boricuas se muden, en su mayoría a EE.UU.
Los números son elocuentes. De enero a junio de 2015, cerca de 11,882 puertorriqueños emigraron de la Isla, lo que refleja un aumento de 4,965 personas que se marcharon al compararlo con el promedio mensual de 2014.
Específicamente en 2014, la emigración de puertorriqueños alcanzó niveles nunca antes vistos al registrarse la salida de 83,010 personas.
Ahora, solo en los primeros seis meses de 2015, salieron 71,297 desde el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín en Carolina.
“No habrá un cambio previsible a corto plazo en el alza de la emigración de puertorriqueños porque todas las estadísticas económicas sugieren que continuará la recesión y no va a haber recuperación sustancial en los próximos años”, señaló el antropólogo Jorge Duany.
Por casi diez años, Puerto Rico ha estado sumido en una recesión donde día a día se sufre la disminución de las actividades económicas, comerciales e industriales.
El pasado 28 de junio, el gobernador Alejandro García Padilla anunció al País y al gobierno de EE.UU. que es “insostenible” cumplir con el pago de la deuda de $73,000 millones bajo los términos acordados con los bonistas y desde entonces su administración lucha sin éxito por una reestructuración de algunas deudas.
El endeudamiento de Puerto Rico está alrededor del 100% del Producto Nacional Bruto (PNB). En 2014, el PNB era de $69,202 millones; la deuda del gobierno de Puerto Rico, al 30 de septiembre de 2015, era de $69,909 millones, según el Banco Gubernamental de Fomento (BGF).
“El aumento a los impuestos no favorece a la clase media y los economistas han señalado que es una medida regresiva que no estimula el consumo. En el tema del país que sigue vaciándose se habla menos del retorno. Cuando miras 2005, el número de las personas que regresaban a la Isla ascendía a casi 35,000 personas, pero en 2014 regresaron menos de 20,000. Así que no solo es que se están yendo más puertorriqueños, sino que los que se van no regresan por la falta de oportunidades económicas”, agregó Duany.
Censo certifica la merma. El 22 de diciembre pasado, el Censo publicó los estimados anuales más recientes de la población de Puerto Rico, y sus datos señalan que debido a una marcada migración, la Isla perdió a 65,000 habitantes del 1 de julio de 2014 al 1 de julio de 2015.
Este número varía de la cifra del Negociado de Estadísticas de Transporte de EE.UU. porque cada agencia federal utiliza una metodología distinta de medición.
El Censo se basa en entrevistas a individuos, mientras el Negociado de Estadísticas de Transporte contabiliza las salidas que se registran en los aeropuertos.
Hace 11 años la población de Puerto Rico llegó a su punto máximo cuando alcanzó 3,826,878 personas el 1 de julio de 2004.
Ahora, hasta el 1 de julio de 2015, la población de Puerto Rico se estimó en 3,474,182 personas, según los datos más recientes del Censo.
“La única estadística que vemos positiva es la reducción en la tasa de homicidios, que llegó a más de 1,000 asesinatos en 2011 y ahora anda por 600 -el 2015 cerró con menos de esa cantidad- pero fuera de esta estadística todo lo demás es negativo”, agregó el antropólogo.
Estadísticas de la Guardia Costera relacionadas con indocumentados detenido en alta mar, reflejan también que se han reducido por los pasados años. Específicamente, en el 2004 la Guardia Costera detuvo 5,014 dominicanos; diez años después, la cifra de detenidos se redujo a 293.
“Se puede afirmar que la migración indocumentada de la República Dominicana a Puerto Rico se ha reducido”, agregó Duany.
Esta merma de indocumentados dominicanos podría estar relacionada al hecho del que el vecino país caribeño ha registrado una marcada recuperación en su economía, a diferencia de Puerto Rico que cada vez está más ahogado en sus deudas.
Según la Primera Encuesta Nacional de Inmigrantes en la República Dominicana ENI-2012 que se publicó en abril de 2013, el segundo grupo más grande de inmigrantes son de Puerto Rico.
La encuesta señala que el primer grupo de inmigrantes en Quisqueya proviene de Haití, con 458,233 y luego le sigue Puerto Rico, con 4,416 boricuas mudados al suelo dominicano.
Se mantiene la tendencia. La demógrafa Judith Rodríguez puntualizó que el éxodo de puertorriqueños se ha ido acelerando en los últimos años y la tendencia apunta a que esta emigración continuará en los años venideros.
“De continuar la crisis económica y fiscal y la falta de empleos, la migración de puertorriqueños se mantendrá. Antes la migración la provocaba el alza en la criminalidad, pero ahora vemos que ese factor de empuje ha ido descendiendo. Esto se ha ido acelerando durante los últimos años y la tendencia sigue que ya estamos en casi 3.3 millones de habitantes”, dijo Rodríguez.
Los primeros cinco años de esta década son los más intensos desde el punto de vista migratorio.
Entre 2010 y 2014, el promedio anual de puertorriqueños emigrados, según los datos del BTS, fue de 53,020.
Los informes sobre la emigración a inicios de la década del 1950 -el periodo migratorio pico en la historia de Puerto Rico- proponen que alrededor de unas 47,400 personas salían del País al año.
“A medida que la gente joven se va del País eso contribuye a un envejecimiento de la población. A todo lugar que vas, ves grupos de personas de edad avanzada. Estas navidades hemos visto muchas familias incompletas por todos los suyos que se han ido fuera de Puerto Rico. Los jóvenes recién graduados se van a buscar mejores oportunidades de trabajo en el exterior. Todos vemos este efecto de la migración. Los únicos que no se dan cuenta y no lo sienten son la gente que depende del Gobierno”, detalló.
Impacto en la clase media. Según Rodríguez, la clase media trabajadora sigue siendo quien sufre también el impacto directo de la migración pues son los que pagan los impuestos, los que de su cheque ven reducir las contribuciones y los que siguen en Puerto Rico trabajando e intentando sobrevivir la crisis fiscal.
“La clase media trabajadora es la que siente el impacto. Y es esta gente que tiene trabajo a tiempo parcial y buscan trabajos más estables los que consideran irse. En la medida que haya más puertorriqueños en los Estados Unidos, la posibilidad de otros de irse aumenta porque tienen seguramente un familiar que lo va a ayudar”, opinó la demógrafa.
Fuente: CubaDebate |