A nosotros nos toca, compañeros y compañeras, ser los parteros del nuevo tiempo, los parteros de la nueva historia, los parteros de la nueva integración, los parteros del ALBA, una verdadera integración liberadora, para la libertad, para la igualdad, para la justicia y para la paz. Solo nosotros unidos podemos hacerlo y, además, enterrar al capitalismo para parir el socialismo del siglo XXI, un nuevo proyecto histórico socialista. -Discurso del Comandante Chávez en la Contracumbre del No al ALCA, realizada en Mar del Plata, en 2005.

Hugo Chávez apostó, desde su llegada al gobierno, por la integración latinoamericana y caribeña. Fruto de este esfuerzo, la República Bolivariana de Venezuela se ha convertido en vanguardia de la unidad en el continente, a través de la creación iniciativas de integración regional como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América –Tratado de Cooperación de los Pueblos (Alba-TCP)–, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –este último formado en Caracas en 2012–.

Retomando el sueño bolivariano de la Patria Grande, estos nuevos mecanismos de integración se basan en nuevas lógicas como la solidaridad, la cooperación, la equidad o el respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Un camino abierto hacia la solución de problemas estructurales como la pobreza, el desempleo y la exclusión social, que enfermaban a toda la región.

La victoria de la Revolución Bolivariana hace diecisiete años puso sobre la palestra la urgente necesidad de crear una agenda alternativa conjunta para enfrentar la hegemonía imperial de EEUU sobre nuestro continente. Sin duda, la derrota del proyecto neoliberal e imperialista del ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas), formulado por EEUU en la I Cumbre de las Américas, realizada en Miami en 1994, supuso un victoria para los pueblos que se unieron por la defensa de su soberanía contra un tratado que hubiera desencadenado el aumento de la pobreza, el saqueo de nuestras fuentes de riqueza y la profundización de las desigualdades.

Mientras se enardecían las luchas contra el ALCA, desde Cuba y Venezuela partió la iniciativa solidaria de la creación del ALBA, como espacio de integración y complementariedad para el desarrollo humano y social, además de político y económico, priorizando la educación, la salud, las luchas ambientales y el combate contra el analfabetismo, el hambre y la exclusión social. El 14 de diciembre de 2004, los presidentes Hugo Chávez y Fidel Castro firmaron la primera declaración conjunta en La Habana, a la que se han ido sumando otros gobiernos progresistas de la región como Bolivia, Nicaragua, Mancomunidad de Dominica, Antigua y Barbuda, Ecuador, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves y Granada.

En el año 2008, mientras se desataba la fuerte crisis económica en EEUU que alcanzaría a casi todo el mundo capitalista, en todos los países de ALBA y PetroCaribe se ha producido un crecimiento del 25% del Producto Interno Bruto (PIB),que le ha permitido mantener e incrementar sus índices de desarrollo humano. En materia educativa, más de 5 millones de personas han sido alfabetizadas; Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua fueron declaradas libres de analfabetismo, y más del 90% de las niñas y niños están escolarizadas/os. En lo que respecta a la salud pública, más de 7,5 millones de personas han sido atendidas gratuitamente y se han graduado más de 21.000 médicas/os comunitarias/os integrales.

La política internacional de la Revolución Bolivariana, basada en la solidaridad y la complementariedad, ha sido apoyada por los líderes progresistas y los pueblos de la región, y continuada por el actual presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro, quien participó como canciller de Venezuela, junto al Comandante Chávez, durante estos años de creación de acuerdos, convenios y organismos internacionales  para integración de los pueblos.

En este octubre, mes que recuerda la invasión y el saqueo sufrido por los pueblos originarios que habitaban el continente precolombino, mes transformado por nuestras revoluciones en Resistencia Indígena, la campaña Los pueblos con Venezuela quiere recordar el carácter integrador y solidario que ha tenido desde su nacimiento la Revolución Bolivariana.

Organismos como la Unasur, Petrocaribe, el Alba o la Celac son ejemplos del profundo proceso transformador que ha vivido durante estos años Latinoamérica y el Caribe. El Comandante Chávez, y su canciller y actual presidente Nicolás Maduro, lideraron esos esfuerzos colectivos, junto a Evo Morales, Rafael Correa, Fidel Castro y otras y otros líderes regionales, promoviendo y abrazando la unidad de los pueblos. Todos comprendieron que la integración no era solo un método de vinculación comercial, sino un proceso cultural y social que pasa por la concreción de una identidad común latinoamericana.

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