“…el encarcelamiento prolongado de Oscar López Rivera transgrede los principios y normas imperativas que prohíben el trato inhumano, cruel y degradante. La imposición de penas desproporcionadas que conllevan un encierro por décadas violentan las normas más elementales de convivencia y civilización.”  –Juan Santiago Nieves – 6 de enero de 2012

Hoy podemos afirmar –sin temor a equivocarnos– que ningún asunto nos ha unido más como pueblo puertorriqueño –la nación que se asienta en Puerto Rico y en las distintas ciudades en los Estados Unidos– como el reclamo de excarcelación del patriota Oscar López Rivera.

El pasado 30 de julio de 2015 los compañeros José Juan Nazario de la Rosa, Fermín L. Arraiza Navas y Carlos E. Gómez Menéndez partimos hacia la ciudad de Chicago, Illinois. El propósito principal de la jornada era llegar posteriormente a Terre Haute, Indiana, para visitar al patriota puertorriqueño Oscar López Rivera. José Juan y Fermín habían tenido la oportunidad de visitarle durante el verano pasado. No obstante, era la primera ocasión para el que suscribe.

Luego del largo viaje desde San Juan, la llegada a Illinois no podía ser más especial. Fuimos recibidos por nuestros hermanos y hermanas de la comunidad puertorriqueña en Chicago. El calor humano, las hermosas atenciones, los abrazos, las conversaciones, la cena… parecíamos estar en casa.

Así compartimos con los compañeros Luis Rosa, Félix Rosa y Edwin Cortés –exprisioneros politicos, Lourdes Lugo López (sobrina de Oscar) y Jan Susler, abogada de Oscar. Más tarde se unió Ricardo Jiménez, exprisionero político, con quien coincidimos en el Centro Cultural Puertorriqueño.

La salida para Terre Haute estaba pautada para el próximo día. De manera que nos hospedamos en el hogar de Lourdes Lugo López. Allí experimentamos el primer encuentro con Oscar.

Varias fotos y cuadros pintados por Oscar adornaban las paredes de los recintos y dormitorios del apartamento de Lourdes. Rosas, Margaritas, Claveles … serían los primeros cuadros y entre las flores, se distingue otro de la patriota y heroína Isabelita Rosado Morales. Pinturas paisajistas se exhiben en todo el hogar de Lourdes … galería hogareña … que aguarda por su pintor y principal artista, Oscar López Rivera.

Temprano en la tarde del 31 de julio de 2015, junto con la compañera Jan Susler, partimos para Terre Haute. Se trata de un viaje en auto de cuatro a cinco horas desde Chicago. Ya cercanos a Terre Haute, mas aún sin llegar, experimentamos el segundo encuentro con Oscar. Todavía transitábamos en el auto a varios minutos del pueblo de Terre Haute cuando Oscar se comunicó por teléfono.

Aún recuerdo la primera ocasión cuando hablamos por teléfono con Oscar. Era el sábado 8 de diciembre de 2012 y nos encontrábamos en la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce, Puerto Rico, en el Primer Encuentro de Derechos Humanos. Durante el Encuentro, en medio de una conferencia durante la tarde, Oscar se comunicó con Jan Susler para saludar a los participantes. De manera que poco a poco algunos asistentes, a través del teléfono móvil de Jan, tuvimos la oportunidad de hablar con Oscar. Así es Oscar… con la habilidad de sorprendernos y de estar presente desde la distancia, libre en el encarcelamiento y el don de expresar con asombrosa tranquilidad una palabra que inspira … Me encontraba sentado muy cerca de Jan por lo cual fui de las primeras personas en recibir su teléfono móvil, conversar con Oscar y escuchar sus palabras de saludos y gratitud.

Nuestro segundo encuentro con Oscar, muy cerca de Terre Haute, se convirtió en la segunda ocasión que conversábamos por teléfono. Oscar nos sorprende nuevamente con sus palabras de saludos, verifica que el viaje haya sido cómodo, se cerciora de que llegaremos con bien y finalmente nos ofrece sus primeros comentarios sobre la situación de Puerto Rico … el ambiente, alternativas para el problema energético, la crisis económica del país… una antesala a la temática de nuestra próxima reunión.

La mañana del sábado 1ro. de agosto de 2015 Jan, José Juan, Fermín y quien suscribe nos dirigimos a la Prisión Federal de Terre Haute. La mazmorra de alta seguridad data de principios de los años treinta. Luego de los registros de rigor, la espera obligada del proceso y varios puntos de seguridad, entramos al salón de visitas de la prisión. Después de largos minutos, compartimos el tercer encuentro con Oscar.

Oscar entró al salón de visitas aproximadamente a las 9:30 am y se dirigió hacia nosotros. Lucía una sonrisa en su rostro, se acercaba con un caminar firme, recto y pausado; finalmente, recibimos fuertes abrazos. Durante los abrazos, celebramos el encuentro. José Juan recordó a nuestro hermano Juan Santiago. Mientras, me acordaba y mencionaba a nuestros hijos … inmediatamente Oscar nos dice … “son dos y les recuerdo”.

Durante la visita del mes de julio del año 2014, José Juan tuvo la oportunidad de leer a Oscar dos cartas que nuestros hijos, Karla Patricia y Andrés Emmanuel, le escribieron. Con su memoria prístina, Oscar un año después, recordaba ese momento. Tuvo la delicadeza y el amor de contestarles prontamente, y recordamos la emoción que reflejaron sus rostros al recibir su mensaje.

Nuestro tercer encuentro fue un extraordinario conversatorio que transcurrió durante varias horas en aquel salón de visitas dentro de la prisión. Oscar tiene un don para platicar y una gracia especial para narrar sus vivencias. Nos relató sobre su vida en Puerto Rico y en Chicago, sus experiencias como veterano y sus anécdotas en la cárcel. Recuerda con detalle eventos de su infancia en Puerto Rico y de su juventud en Chicago.

En la cárcel Oscar mantiene la rutina que le ha permitido conservarse en buen estado durante los pasados 34 años. Su agenda comienza temprano en la madrugada. Se levanta entre las 4:00 y 4:30 de la mañana, hace ejercicio a diario y continúa muy pendiente de su dieta. A pesar de las limitaciones concomitantes a su encarcelamiento, Oscar procura ejercitarse, correr en las mañanas, realizar abdominales e invitar a otros compañeros confinados a practicar ejercicios. Oscar está muy consciente –y así lo expresa– de que en una institución carcelaria nadie le va a cuidar y cada persona tiene que aprender a cuidarse y sostenerse por sí misma.

Durante las tardes, se dedica a la lectura y a la pintura. Al presente tiene pendiente la lectura de varios libros. Además, su agenda incluye varios proyectos entre los cuales destaca pintar dos retratos de la hija de una de sus sobrinas. Con un entusiamo y satisfacción particular, nos revela que tienen que ser dos pinturas, para cada una de las abuelas de su sobrina nieta.

Conocer personalmente al ser humano Oscar López Rivera es una experiencia que impacta. Recuerda con detalle cada una de las visitas que recibe. Somos testigos de su fortaleza emocional, de su claridad de pensamiento, del conocimiento, información y preocupación que tiene sobre la situación de Puerto Rico; sobre la cual tiene su análisis y propuestas específicas de reconstrucción por parte de la sociedad civil y las comunidades. Puede comprender la condición del país de Grecia o analizar las estrategias del Movimiento Podemos en Madrid, España, y en ambos casos integrar y articular una respuesta para superar la crisis económica y política de Puerto Rico. No olvida las comunidades puertorriqueñas en los Estados Unidos –Chicago, Florida, Nueva York– y está convencido de que la integración de las mismas con Puerto Rico es necesaria para alcanzar soluciones a las dificultades que padece nuestra nación.

Cerca de las 2:30 de la tarde, nos despedimos de Oscar. Pero la agenda de nuestro próximo encuentro estaba planificada para el próximo día. Con un gesto a manera de abrazo, salió del salón de visitas. Salimos de la mazmorra sin entender cómo un ser humano extraordinario recibe un trato tan deshumanizante.

Era la mañana del domingo 2 de agosto de 2015 y nuevamente Jan, José Juan, Fermín y quien suscribe nos dirigimos a la Prisión Federal de Terre Haute. Todavía nos estremece el encuentro del día anterior. A pesar de los testimonios de aquéllos y aquéllas que en ocasiones anteriores habían visitado a Oscar, no deja de impresionarnos la reunión con tan extraordinario ser humano. Su sencillez, su capacidad para perdonar, su espíritu incólume, sus ideales claros y profundos, su alma libre … así encontramos a Oscar.

Nos congregamos en el salón de visitas y aproximadamente a las 9:00 am comenzó nuestro cuarto encuentro de la jornada con Oscar. Las horas avanzaron prontamente durante un conversatorio que incluía temas, algunas preocupaciones y respuestas sobre la situación y crisis actual de Puerto Rico.

Oscar está convencido de que los puertorriqueños y las puertorriqueñas tenemos la capacidad y los recursos para superar la crisis económica de nuestro país. Pero ello requiere unidad de propósito y acción para atenderla. Fortalecer las relaciones entre los puertorriqueños/as en Puerto Rico y en la diáspora (en EUA) es necesario y urgente. Deben afirmarse dichas relaciones y buscar juntos estrategias y soluciones para atender la crisis ecónomica. De manera particular, identifica a la comunidad puertorriqueña radicada en distintas ciudades del estado de Florida y destaca la importancia de organizar las mismas con presteza, establecer relaciones puntuales y atender estrategias políticas de cara a la crisis en Puerto Rico.

También expresa preocupación por la crisis ambiental del país y subraya la situación del incinerador de Arecibo. Sostiene la búsqueda de alternativas ecológicas, identifica varios proyectos y acentúa el desarrollo de diseños ecoturísticos los cuales pudieran representar a su vez opciones a la crisis económica.

La afirmación de la identidad puertorriqueña y la lucha por la independencia de Puerto Rico sigue siendo prioritario en la agenda de Oscar. Señala con énfasis dos palabras: sumar y continuidad. Para él es imprescindible sumar personas –en y fuera de Puerto Rico– a la solución de nuestros problemas y a la causa de la independencia. Las estrategias deben contener el propósito de adicionar y no restar. De otra parte, para Oscar resulta indispensable identificar asuntos, grupos o personas que garanticen continuidad y visibilidad a la lucha.

De nuestra parte, significamos que Oscar encarna precisamente sus dos palabras –sumar y continuidad. Ningún otro asunto en Puerto Rico ha sumado más voces que la lucha por la excarcelación de Oscar. Asimismo, podemos afirmar que Oscar es sinónimo de continuidad en la lucha por la independencia de Puerto Rico. Representa dignidad, constancia, firmeza, consenso. Su vida y su lucha es un legado de continuidad para pasadas, presentes y futuras generaciones. Nuestros hijos y nuestras hijas –aun los más pequeños y las más pequeñas– se hermanan con Oscar, se compenetran con su causa, se solidarizan con el ser humano injustamente encarcelado; de esa manera, conocen al “tirano que nos trata con maldad” –como dice Rafael Hernández– y se identifican con su Patria –Puerto Rico.

Oscar asume con suma tranquilidad el tema de su excarcelación. No desespera, no se impacienta, comprende a cabalidad los extremos de su condición. No obstante –sin lugar a dudas– su anhelo es estar en Puerto Rico y encontrarse en su tierra con su familia … con su Pueblo.

Próxima la hora de despedida, nuestra conversación giró en torno a nuestros hijos y nuestras hijas. Anécdotas y sentimientos que convirtieron el momento en uno íntimo, propio y familiar.

Alrededor de las 2:30 de la tarde nos despedimos de Oscar. Los abrazos fueron más fuertes e intensos. Teníamos que compartirlos con familiares, hermanos, hermanas, amistades … Oscar se acercó a la puerta de metal hacia la salida de la sala de visitas. Desde allí se despidió con una sonrisa, una señal de victoria y un gesto a manera de abrazo … el último abrazo … de esta jornada.

Nuestro quinto encuentro con Oscar –luego del viaje de regreso a Chicago desde Terre Haute, casi finalizando nuestro recorrido– se llevó a cabo en el Centro Cultural Puertorriqueño en la calle Division, Chicago. En la noche del 2 de agosto de 2015, nos reunimos con José López Rivera y demás compañeros y compañeras de la comunidad puertorriqueña para conversar sobre nuestra visita a Oscar. Ideas, planes, proyectos fueron discutidos … la lucha por la excarcelación de Oscar López Rivera apremia en nuestras agendas, sin desesperar pero con perseverancia y firmeza. Como expresa Oscar … “en resistencia y lucha”.

Significamos las palabras de nuestro hermano Juan Santiago Nieves:

“La vida de Oscar se resume en su amor incondicional por esta patria que le ha llevado a sacrificar su vida y la de su familia en defensa de la dignidad y soberanía de su Pueblo. Ha asumido todos los riesgos posibles, las penurias y dolores de la cárcel prolongada, tortura, agresión psicológica, eventos que no han podido quebrantar su voluntad libertaria.” Juan Santiago Nieves – 6 de enero de 2012.

En nuestra jornada nos encontramos con un ser humano con claridad de propósito, con su voluntad indemne, sano, íntegro, incorrupto, a pesar de su prolongado, excesivo e injusto aprisionamiento. Hoy podemos declarar: “Oscar Libre”.

“…Oscar: se abrirán espacios de luz para que tú veas y nos hables. Sembraremos la tierra de la libertad. Escucharemos juntos  el sonido de los pájaros y del agua. Pintaremos contigo para liberar el alma. Daremos un abrazo solidario al oprimido y al necesitado. Compartiremos la vida desde la perspectiva de la justicia. Seremos férreos defensores de la verdad. Nunca rendiremos la causa por convicción de nuestros antepasados. Porque estamos convencidos de que tu voz, acciones, silencio, sacrificio y energía vital sostienen el asta desde donde se iza la bandera de la Patria.” Juan Santiago Nieves – 6 de enero de 2012

Fuente: Claridad