NUEVA YORK - La lucha por la excarcelación de Oscar López Rivera cobró una nueva forma durante el viaje del papa Francisco a Estados Unidos cuando la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, le entregó al sumo pontífice un retrato inspirado en él y dibujado por el prisionero político puertorriqueño.
Mark-Viverito aprovechó la visita del papa Francisco a El Barrio, distrito que ella representa, para entregarle el regalo de López Rivera, acompañado de una carta en la que expuso que el militante nacionalista ha permanecido 34 años encarcelado en Estados Unidos, y en la que indicó que esperaba que pudiera “alentar” al presidente estadounidense Barack Obama para que conmute su sentencia de 70 años de prisión.
Además, en la misiva, de la que El Nuevo Día obtuvo copia, resaltó el movimiento civil que desde hace años reclama la liberación inmediata de López Rivera, y precisó que la causa cuenta con el apoyo “de mucha gente de fe, oficiales electos, sindicatos laborales, académicos y activistas de derechos humanos en los Estados Unidos y a través del mundo”.
Aún emocionada por el breve encuentro que sostuvo con el papa el viernes, la concejal de origen puertorriqueño narró este sábado a este diario que, durante la visita al colegio Our Lady Queen of Angels, tuvo ocasión de acercarse al máximo líder de la Iglesia Católica con el cuadro, y le dijo que su autor lo había pintado en la cárcel, lo que según dijo, llamó la atención del papa.
“Me preguntó si lo estaba visitando a la cárcel, le dije que sí, y dijo ‘por favor, exprésale las gracias’”, indicó Mark-Viverito.
Comentó que, al ver su imagen plasmada en la pintura, el papa comentó que lucía “un poquito preocupado”. “No es preocupado, es pensativo”, le ripostó la líder política.
Mark-Viverito desconoce hasta qué punto su iniciativa pueda generar alguna acción del sumo pontífice, pero se mostró confiada en que, luego de su intercambio, prestará atención al tema. “No sé a dónde va a llegar, pero es parte de que estamos utilizando cualquier avenida que exista para expresar esa preocupación por Oscar López y hablar sobre la campaña de excarcelación. Estamos ampliando esa solidaridad, era el momento de hacer mi parte, sabía que lo tenía que hacer y tenía que encontrar la manera de hacerlo”, dijo al resaltar que, en medio de las actividades oficiales, resultó sumamente difícil acceder al papa.
“Espero que esto lo motive, que tome el tiempo de leer la carta, y ver de qué manera se expresa. Ya veremos. Esto, para mí, ha sido sumamente emocional”, manifestó.
Mark-Viverito señaló que López Rivera pintó el cuadro a principios de este año, inspirado por las cualidades que ha percibido del papa a través de sus mensajes y acciones. “(López Rivera) estaba empezando a tener el respeto al mensaje que él traía, ese mensaje de reconciliación, de crear puentes a través del diálogo”, dijo.
Mark-Viverito envió temprano este sábado un correo electrónico a López Rivera confirmándole que había podido entregarle al papa su obsequio. En lo que va de año, la presidenta del Concejo Municipal de Nueva York ha visitado al prisionero político en tres ocasiones en la institución penal en la que se encuentra confinado, en el estado de Indiana, y espera volver a hacerlo durante los próximos meses.
Más voces claman al papa. A la iniciativa de Mark-Viverito, se sumó una carta abierta publicada en medios neoyorquinos en la que una coalición de ministros, laicos e iglesias, en su mayoría protestantes, le reclamaron al pontífice que se uniera a la lucha a favor de la excarcelación de López Rivera.
“Estamos convencidos de que este es un momento transformacional para nuestra nación. La lucha por la libertad y la justicia importa. Es por eso que nos proponemos levantar la cruz del encarcelamiento de Oscar que ha abarcado más de tres décadas”, reza el escrito que recoge la voluntad de sobre 34 iglesias. “Pedimos a su santidad que se nos una en este movimiento de transformación. El peso de su voz podrá, sin duda alguna, captar la atención del presidente Obama y llamar a los más nobles instintos de su corazón”, agrega.
Fuente: El Nuevo Día |