Cuanto cinismo, cuanta desvergüenza en la política de la Unión Europea sobre los refugiados. Cuanto vasallaje hacia los Estados Unidos, que agitan y encienden guerras por doquier.
La foto de Aylan Kurdi, el niño sirio ahogado en una playa turca (también se ahogaron su madre y su hermano) es un ¡ya basta! a quienes han provocado toda esta hecatombe y tratan de enredarnos ahora con sus conferencias internacionales, sus cumbres, sus vueltas a la noria de Schengen, de las leyes de asilo o de los cupos.
El Presidente de la Comisión propone una nueva cifra de 160.000 refugiados que cuadruplica los 40.000 extranjeros que en verano propuso sin éxito. Y se refiere a cuotas por países pero evita atacar la raíz del problema: las guerras.
Los promotores de esta desbandada masiva de refugiados: de Iraq, Afganistán, Libia, Siria…son los mismos que destruyeron Yugoslavia y que han devastado Ucrania, los mismos que ahora tratan de incendiar Líbano: Estados Unidos y sus socios de la OTAN y de la UE, auténticas marionetas de los primeros.
Atacaron a Iraq, para robar su petróleo, con el pretexto de unas armas de destrucción masiva inexistentes. Atacaron Libia –el país de mayor índice de desarrollo humano de toda África- inventando un bombardeo del gobierno libio sobre su población, desmentido de inmediato por periodistas de Ojos para la Paz que se encontraban en el lugar supuestamente bombardeado. Desde que en 1.983 una empresa noruega detectara en Siria importantes reservas de gas Estados Unidos y sus socios de la OTAN vienen desplegando una campaña despiadada contra ese país, rematada con la creación del Estado Islámico, Isis o Daesh, un enemigo perfecto con el que ya no necesitan justificación alguna para bombardear directamente territorio sirio, como vienen haciendo, incrementando así las oleadas de refugiados de ese país. Aunque en Siria no se trata solo de gas sino de arrancarle un 75 % de su territorio y rediseñar las fronteras, contra Rusia, contra Irán, contra Turquía (que no se lo cree) y en beneficio de Israel.
Y ahora quienes han introducido mercenarios, financiado campañas en contra del Presidente legítimo de Siria, apoyado como oposición a quienes solo son asesinos a sueldo, quienes han sufragado la formación militar de «rebeldes» y «opositores» y los han armado, quienes han apoyado el engendro del Estado Islámico, ISIS o Daesh, se sorprenden ante la avalancha de refugiados sirios que huyen de las guerras.
Pero el de Estados Unidos es un doble juego –para variar-, que no resiste el más simple de los análisis, porque va dirigido también directamente contra Europa. Sus guerras siempre son distantes de sus fronteras y desde la de Yugoslavia ya van abiertamente contra Europa.
Después de crear el caos en el norte de África y Oriente Medio, los EEUU centran sus esfuerzos en tumbar Europa, según escribe el periodista francés Nicolás Bonnal en Boulevard Voltaire. “Estados Unidos echa abajo a Europa, valiéndose de los refugiados”, apunta.
"El Gobierno estadounidense paga a guías e intermediarios que traen inmigrantes a Europa a través del Mediterráneo", escribe el periódico austriaco Info Direkt, citando filtraciones procedentes de fuentes de inteligencia.
De esta forma, al igual que los agentes que iniciaron las denominadas “primaveras árabes” están bien equipados tecnológicamente con el apoyo de las oficinas de Inteligencia de EEUU. Y usan Facebook, Twitter y Skype para hacer su trabajo más eficiente, explica Bonnal.
Las ideas maquiavélicas de Leo Strauss y Paul Wolfowitz gozan de buena salud –continúa el periodista–, Washington está trabajando para organizar una invasión de Europa valiéndose de títeres como el primer ministro italiano Matteo Renzi, el presidente francés François Hollande y la canciller alemana Angela Merkel (o David Cameron y, aunque a otro nivel, tampoco debemos olvidarnos del siervo Rajoy).
Para Bonnal, todo empezó en Libia, cuando, siguiendo el llamamiento de la OTAN, invadieron el país de mercenarios y lo llevaron a una guerra civil, que trajo como resultado la huida masiva de millones de libios –y de inmigrantes que vivían en Libia- que trataban de llegar a Europa. En 2014 ya había casi tres millones de refugiados que habían huido de Libia (un país de menos de 6 millones de habitantes). Como advirtiera el Coronel Gaddafi, Libia era un muro de contención de la emigración africana, una barrera protectora para Europa. Tal vez por ese mismo motivo Estados Unidos se propuso derribarla.
Luego pasaron a Siria, con sus “primaveras árabes”, y unos resultados que quedan patentes en la foto del pequeño Aylan, que yace ahogado a la orilla del mar en una playa turca.
"El Gobierno de EEUU quiere provocar el caos en los puntos conflictivos para trasformar a los países en tierras yermas vacías y pozos de droga, causando una crisis de refugiados", dice el autor.
Mantiene que desde la presidencia de Woodrow Wilson los EEUU han estado interviniendo sistemáticamente en otros países, alimentado por una retórica colonial agresiva y una política monetaria mundial en torno al dólar.
Destruyen todo lo que tocan. Y ahora van a por Europa.
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