(San Juan, 23 de mayo de 2015) - Cientos de personas salieron hoy a las calles de San Juan a manifestarse en contra de la presencia de la compañía Monsanto en Puerto Rico, una isla que se ha convertido en "uno de los centros de experimentación con transgénicos más grandes del mundo", según los organizadores de la protesta.
"Los transgénicos contaminan el agua, la tierra y a nuestra gente", dijo hoy la especialista en botánica María Benedetti durante su discurso ante los manifestantes.
Benedetti hizo "un llamado a todas las agencias públicas pertinentes a que comiencen a investigar los efectos tras 30 años de esta y otras 7 u 8 más que han venido a experimentar, a enfermar nuestros recursos".
"La presencia de Monsanto en Puerto Rico ha tenido repercusiones lamentables y muy peligrosas que a día de hoy siguen desatendidas por el Gobierno", aseguró igualmente un portavoz de la Organización Boricuá, convocante de esta marcha a la que se unieron otros colectivos defensores del medioambiente.
Los manifestantes aseguran que la proliferación de las compañías dedicadas a la experimentación transgénica en Puerto Rico les ha permitido acaparar las mejores tierras de la isla y recibir multimillonarios incentivos económicos.
"Además, ha contribuido al desarrollo de 'superplagas', la amenaza de contaminación genética, la degradación de los suelos y la contaminación del medioambiente", explicó el citado portavoz durante una marcha en la que se podía leer carteles como "Fuera Monsanto", "No más veneno", "No más GMO" o "Monsanto siembra muerte".
La manifestación partió hoy del Edificio de Ciencias Moleculares de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, para marchar hasta el centro de ese barrio de San Juan, para continuar luego con una serie de actividades que incluye la representación de títeres en sombra "La Verdadera Verdad Sobre Monsanto" por parte del colectivo Papel Machete y la celebración de una Feria Educativa, Cultural y Agroecológica.
Entre los asistentes había miembros del Partido Independentista de Puerto Rico (PIP), entre ellos la senadora María de Lourdes Santiago, y del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), con su portavoz Rafael Bernabé al frente.
También estaban representados el Movimiento Socialista, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano y diversas organizaciones sociales y de agricultores de una isla que importa el 85% de los alimentos que consume.
Los manifestantes critican que esta multinacional reciba subvenciones pese a que "no se dedica a la agricultura", sino que "sus operaciones en Puerto Rico son para la experimentación, tal y como hizo en los 60 con el agente naranja".
"Ahora lo hace con organismos genéticamente modificados", explicaban hoy sus críticos, que recuerdan también que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado el polémico glifosato incluido en su herbicida Roundup como una substancia que "probablemente" produce cáncer.
En respuesta a estas críticas, la compañía difundió hoy un comunicado en nombre de sus 22,000 empleados asegurando que "realizamos pruebas rigurosas y completas sobre todos y cada uno de nuestros productos" y que, de hecho, "las semillas GM (genéticamente modificadas) se han investigado más que cualquier otra semilla en la historia de la agricultura, sin evidencia de daño a humanos o animales".
"Los organismos reguladores, organizaciones científicas y las principales asociaciones de salud en todo el mundo están de acuerdo en que los alimentos GM son tan seguros como cualquier otro alimento", añadió.
Sobre los herbicidas a base de glifosato, dijo que "son avalados por una de las bases de datos más extensas sobre la salud humana, la seguridad y el medioambiente jamás compiladas en todo el mundo para un producto pesticida".
"Estudios toxicológicos exhaustivos repetidos en los últimos 40 años han demostrado, una y otra vez, que el glifosato no representa ningún riesgo irrazonable a las personas, el medioambiente o los animales domésticos cuando se utiliza según las indicaciones en la etiqueta", defendió.
(Tomado de El Nuevo Día / Foto: EFE / Thais Llorca)
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