«Vine aquí en primer lugar para agradecerle al pueblo de Puerto Rico su solidaridad con nuestro pueblo salvadoreño. Sabemos que durante años y años ha existido ese sentimiento de solidaridad y el nivel de solidaridad es como el aspecto cualitativo del ser humano, que no se da de lo que sobra, sino que se da lo que se tiene.»




Tras 22 años de fuerte lucha armada contra una dictadura militar, sobre 12 años de una abierta guerra civil y al cabo de 18 años de la firma de los acuerdos de paz, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) es “el partido del pueblo, nacimos de las entrañas del vientre del pueblo, de las luchas sociales y siempre hay un porcentaje de la población que es la fuerza del FMLN”, expresa la salvadoreña Blanca Flor Bonilla, excombatiente del FMLN y diputada por el Frente al Parlamento Centroamericano (PARLACEN).

Bonilla estuvo en Puerto Rico recientemente invitada por el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH). “Yo vine aquí en primer lugar para agradecerle al pueblo de Puerto Rico su solidaridad con nuestro pueblo salvadoreño. Sabemos que durante años y años ha existido ese sentimiento de solidaridad y el nivel de solidaridad es como el aspecto cualitativo del ser humano, que no se da de lo que sobra, sino que se da lo que se tiene”, declaró sobre el primer motivo de su visita. Además, como representante del FMLN tenía interés de conocer la realidad de Puerto Rico, a lo cual agregó que en algún momento el Congreso de Estados Unidos tendrá que atender la situación de Puerto Rico.

CLARIDAD conversó con Bonilla sobre el proceso de democratización, los avances en políticas sociales, el ejercicio de la ciudadanía y las aportaciones del FMLN a El Salvador.

Según nos narró, luego del proceso de negociación entre el Gobierno y el FMLN que tomó tres años, entre abril de 1990 a enero de 1992, y que logró los Acuerdos de Paz de Chapultepec para El Salvador, todavía el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENAS) estuvo los siguientes 20 años en el gobierno. No fue sino hasta 2009, 18 años después, que el FMLN logró ganar la presidencia.

“A partir del 2009 se da una nueva era, un cambio, porque el pueblo pudo ganar las elecciones al partido ARENAS, que es el partido que creó los escuadrones de la muerte, que asesinó a Monseñor Romero, que asesinó a los Jesuitas, que realizaron decenas y decenas de masacres en El Salvador y que están impunes”, resumió Bonilla.

Continúo narrando que todas las políticas que impulso el partido ARENAS fueron en el marco neoliberal de las privatizaciones. Se privatizaron todas las empresas del estado y se destruyó el tejido productivo agropecuario y artesanal en algunas industrias por implantar un modelo económico de servicios maquileros y en el sistema financiero. “Esto no tuvo un éxito porque el éxito se mide por el desarrollo humano y no el crecimiento económico. A pesar de que los acuerdos de paz motivaron una inversión sustancial del país, esa inversión se perdió porque fue anulada por el mismo modelo neoliberal”, señaló quien fue alcaldesa Municipal en El Salvador.

A partir del 2009, el FMLN instaló un gobierno de corte social donde puso al centro a las personas y comenzaron a generarse unas políticas públicas en beneficio del desarrollo humano en el cual se da prioridad a los sectores históricamente excluidos, indicó.

Bonilla reconoció que estas políticas le dieron al Frente la posibilidad de una nueva elección en el 2014, aunque comentó que existe una diferencia entre el primer y segundo presidente. En el 2009 el Frente ganó la presidencia con un candidato de la sociedad civil, el periodista Mauricio Funes. En el 2014 ganó la presidencia con Salvador Sánchez Cerén, quien durante la guerra fue uno de los principales comandantes del FMLN (conocido clandestinamente como Noel González), y trabajó con el también comandante Schafik Handal.

“Es un comandante del FMLN pero es un gobierno de alianza sobre un programa de beneficio a las mayorías. Entonces, ésa es la diferencia si ganamos las elecciones”, señaló con relación al actual gobierno.

La sanación de la sociedad salvadoreña

La portavoz del FMLN reconoció que en los aspectos materiales se ha logrado cumplir con los acuerdos de paz. Hubo una redistribución de la tierra, se han dado fondos de inversión para empresas agropecuarias y otras, se dio un proceso de alfabetización, que ella misma dirigió y que incluyó esfuerzos de identificación entre los salvadoreños, “de irnos viendo no como enemigos sino como adversarios políticos. Y que en El Salador ahí cabemos todos si cada quien se le respeta su espacio. Pero el aspecto de reunificación familiar, ése no lo logramos nunca. Ese era un objetivo de paz”.

Las razones para que no se haya podido dar una reunificación familiar, explicó Bonilla, responden a que al primer año de firmarse los acuerdos de paz ya habían migrado un millón de salvadoreños y salvadoreñas por toda la persecución política.

“Pero al 2009, que es cuando ganamos el primer gobierno, habían emigrado dos millones más como efecto del modelo neoliberal, porque el modelo neoliberal destruye a la familia, se destruye la fuente de trabajo, la fuente de ingreso, para este caso se destruyó el tejido productivo, el tejido productivo artesanal y industrial. Quedó solo un poquito. Ahí la gente sin trabajo busca donde irse. O sea, tenemos más de tres millones fuera del país”, la mayor parte en Estados Unidos.

Un aspecto relevante de los acuerdos de paz fue que se logró que de 35 artículos que había en la Constitución que protegían a las Fuerzas Armadas sólo quedaron dos, que se remiten a que el deber de éstas es la protección de la población en casos de desastre. Apuntó que hasta hoy las fuerzas armadas, al igual que el FMLN, han cumplido con los acuerdos. En el 2010 el presidente Funes pidió perdón al pueblo en nombre del estado por todas las masacres que la fuerza militar cometió durante los 60 años de dictadura.

“Pero falta curar las heridas de tanta masacre porque los hechores materiales allí viven en El Salvador, son diputados algunos, otros son grandes empresarios y otros viven en Estados Unidos u otros lugares del mundo. Entonces, digamos, la sanación todavía está en proceso. El Estado ha tenido programas de sanación a lisiados de la guerra, huérfanos, a padres cuyos hijos fueron asesinados. Hay un instituto que se ha creado para eso con presupuesto. Hay una inversión para resarcir los daños con pensiones mínimas. Pero procesos judiciales no ha habido”, manifestó Bonilla.

Agregó que pese a que durante los acuerdos de paz la ONU nombró una Comisión de la Verdad, la cual hizo una investigación que atribuyó que las fuerzas armadas cometieron el 95% de los casos de violaciones de derechos humanos contra la población y el otro 5% lo atribuyó al FMLN, en 1994 el partido ARENAS aprobó una ley para proteger a los militares responsables. “Eso ha pesado en el país porque hay una impunidad terrible en todos los campos. El otro campo de ARENAS que es grave es el robo de dos mil millones en 20 años”, denunció Bonilla, quien fue diputada nacional por el FMLN durante nueve años.

Dijo que una investigación de la actual presidencia a través de sus ministros refirió a la fiscalía 180 casos para procesos judiciales, pero que la fiscalía los tiene engavetados. “La impunidad en el Salvador es muy fuerte. El sistema de justicia es el más atrasado que hay”. Reparó que incluso en los últimos cinco meses Sala Judicial ha sobrepasado los poderes que la ha dado la Constitución y ha emitido dictámenes que hacen reformas a la Constitución, lo que ha sometido al país a cierta inestabilidad.

Una de las secuelas de la guerra y los 20 años de políticas neoliberales que tiene El Salvador es una severa criminalidad. En ese aspecto, la Diputada del FMLN dijo que era importante mencionar dos factores vinculados al crimen organizado. “Uno, que por nuestra forma de relación por tantos años de dictadura militar, hay una cultura de violencia y de abuso a los derechos de las otras personas. Eso es como un terreno fértil para promover la delincuencia. Con los acuerdos de paz se han hecho esfuerzos y hay un sector de la población muy consciente que estamos luchando por el respeto de la otra persona, empezando por la casa, el respeto a la mujer. Los derechos iguales y obligaciones iguales y el respeto de los adultos hacia los niños y niñas en el hogar, porque hay muchos abusos a la niñez”. Para atender este enfoque se creó el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CNSC) integrado por personalidades de diferentes sectores.

El segundo aspecto de la criminalidad que destacó fue que “durante sus 20 años de gobierno el Partido ARENAS fue tolerante, y en algunos casos socio, del crimen organizado. Hace ocho años dos diputados de ARENAS fueron asesinados en Guatemala. Como se toleró, la droga se distribuyó como pan en todos los municipios y es un cáncer contra el cual estamos luchando nosotros”.

Frente a esto, la política del gobierno del presidente Sánchez Cerén, explicó, tiene tres componentes. Uno es la prevención mediante la educación, además de leyes de protección integral para los derechos de la niñez y adolescencia, para el derecho de las mujeres a vivir libre de violencia y el derecho de oportunidades para hombres y mujeres. El otro es un combate frontal al crimen organizado, para lo cual dijo que se han creado instituciones con alta tecnología. El tercero es procurar la reinserción de las personas que hayan estado privadas de su libertad.

El Parlamento Centro Americano

Por otra parte, Blanca Flor Bonilla, una de las representantes de El Salvador como diputada del FMLN en el Parlamento Centro Americano (PCA), sobre la reciente Cumbre de las Américas, en Panamá, comentó que América Latina y El Caribe han evolucionado desde 1990 cuando Estados Unidos declaró el fin de la guerra fría, la terminación de todas las ayudas económicas y anunció la imposición del neoliberalismo.

“Hay una realidad diferente de hace 23 años y es la realidad que el gobierno de Estados Unidos está obligado a estudiar, no para derrumbar esos gobiernos porque los pueblos tienen derecho a definir su futuro. Tiene que darse un paso cualitativo diferente entre las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, América Latina y el Caribe, donde haya respeto a ese derecho de nuestros pueblos y donde haya más una complementariedad con el desarrollo humano”.

Los miembros del nuevo PCA, en el cual cada país de Centro América tiene 20 parlamentarios, tomarán posesión en octubre de 2016. Sobre el trabajo del Parlamento, Bonilla comentó que además de responder a los deseos de integración que datan desde el siglo XIX, el PCA hace recomendaciones sobre legislación a los gobiernos miembros y procuran la firma de acuerdos para la región. Por ejemplo, a los ciudadanos de Guatemala, Honduras y El Salvador sólo se les requiere un documento de identidad para viajar entre estos tres país. Hay acuerdos en materia del medio ambiente y de comercio. Como una prueba de lo que se puede lograr, Bonilla comentó que El Salvador firmó siete tratados de libre comercio con Panamá y República Dominicana donde todas las partes han ganado.