Naguabo, 26 abr (INS).- Decenas de simpatizantes de la independencia de Puerto Rico se congregaron en el cementerio municipal de Naguabo para conmemorar hoy el natalicio hace 82 años de Filiberto Ojeda Ríos, responsable general del clandestino Ejército Popular Boricua-Macheteros (EPB-Macheteros), cuyo asesinato por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), dijeron, permanece impune.
La actividad, en la cual se reiteró la impunidad que cobija al FBI, tuvo como propósito mantener vivo el ejemplo de sacrificio de Ojeda Ríos, nacido en Naguabo el 26 de abril de 1933, y quien pasó 30 años de sus 72 de vida en la clandestinidad como parte de su lucha por la independencia de Puerto Rico.
El profesor Robinson Rodríguez Pérez, orador principal del acto conmemorativo en Naguabo, destacó que el asesinado revolucionario “es sin lugar a dudas el más destacado alumno” del líder nacionalista Pedro Albizu Campos, quien “con su acción y martirio demostró que sólo son grandes los que viven como piensan y piensan como viven”.
Rodríguez Pérez confesó que al igual que muchos otros puertorriqueños conoció a Ojeda Ríos de forma indirecta, a través de “sus ideas sobre métodos y estrategias de lucha, sobre la situación económica de Puerto Rico y América Latina, sobre el pillaje de las grandes corporaciones y la función del Estado imperialista en facilitarla”.
Ese aprendizaje también incluyó el conocimiento “sobre la construcción de una sociedad basada en la desigualdad social que debemos aborrecer, sobre la destrucción del medio ambiente y la necesidad de proteger y conservar la naturaleza”.
Destacó las lecciones recibidas de Ojeda Ríos, a través de sus escritos, acerca de “la necesidad de mantener la unión dentro de las diferencias en la lucha por la independencia, sobre la importancia de cultivar y proteger la cultura e identidad puertorriqueña para poder sobreponer la imposición de un estado de dependencia y parasitario en Puerto Rico”.
El profesor subrayó, entre las muchas leccciones recibidas del dirigente del EPB-Macheteros, “la importancia de continuar educándonos y educando a las nuevas generaciones para poder por siempre aspirar a una patria libre y soberana y, sobre todo, ¡sobre la importancia de ser valientes e íntegros!...”
Para Rodríguez Pérez se trató de lecciones de un tratado que se fue hilvanando sin prisa y fuimos obteniendo poco a poco, en cada acción revolucionaria, en cada entrevista concedida desde el clandestinaje, en cada grabación proyectada en las Celebraciones del Grito de Lares”.
El orador recordó que el 23 de septiembre de 2005, mientras en Lares se escuchaba de su propia voz un llamado “a la unidad dentro de las diferencias”, en ese mismo instante estaba siendo “ejecutado por las fuerzas que promueven el imperialismo, protegen el abuso del capital, fomentan la desigualdad social e impiden que podamos disfrutar de nuestro derecho a una Patria libre y soberana”.
El acto, coordinado por Heriberto López y David Calderón, del Frente Unido Filiberto Ojeda Ríos de Naguabo, estuvo dedicado al pueblo de Vieques, representando por sus excepcionales mujeres Carmen Valencia, Mirta Cancel y Nilda Medina, entre otras, quienes juntos a otros viequenses “fueron obligados a vivir diariamente el terror y la miseria de la guerra”.
Rodríguez Pérez expresó que al hablar de “valor y sacrificio”, no de puede dejar de mencionar Oscar López Rivera, que pronto cumplirá 34 años de “injusta y abusiva encarcelación por conspiración sediciosa”, delito por el que “históricamente se han enjuiciado a los esclavos que luchan por romper sus cadenas, que luchan por obtener su libertad”.
Describió a López Rivera como “el elemento aglutinador que das cohesión y sentido de pertenencia a un pueblo que lucha por mantener su identidad”.
“Qué errados tus captores, que torpes tus carceleros, pues al igual que con Filiberto y con Vieques, con cada acto de injusticia, con cada abuso hacia tu persona, despiertan y alimentan la fibra del ente También en el barrio Tenerías de Ponce se realizó una actividad conmemorativa del natalicio de Ojeda Ríos, en el cual además se reconoció al ponceño Félix Gilbe Irizarry, quien perteneciera al Movimiento Pro Independencia (MPI) y uno de los fundadores del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en la ciudad sureña, por ser un “distinguido discípulo de las enseñanzas del líder nacionalista Pedro Albizu Campos”.
El orador principal, licenciado Martín González Vélez, destacó ante sobre 400 asistentes que la muerte del dirigente del EPB-Macheteros el 23 de septiembre de 2005 en su hogar en Hormigueros, fue “una ejecución impune y extrajudicial”.
Afirmó que con la misma impunidad que los agentes de la fuerza especial del FBI llegaron para cometer tal crimen, huyeron de la Isla, mientras el Departamento de Justicia federal absolvió de un plumazo a los responsables, incluido el identificado con el pseudónimo de “Bryan”, al que se atribuye haber hecho el disparo contra Ojeda Ríos.
González Vélez afirmó que el accionar político del responsable general del EPB-Macheteros estuvo apegado al derecho internacional en la lucha contra el colonialismo.
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