El jurista español Baltasar Garzón le envió este miércoles una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que le solicita la excarcelación del prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera, encarcelado desde 1981.
El exjuez, conocido por investigar los delitos cometidos durante las dictaduras del chileno Augusto Pinochet y el español Francisco Franco, señala en la misiva que su petición está en sintonía con las de otras voces como las Premio Nobel de la Paz, el clérigo y pacifista sudafricano Desmond Tutu; el presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica; y la organización defensora de los derechos humanos, Amnistía Internacional.
Garzón pone en perspectiva que las acciones por las que López Rivera fue condenado “tuvieron lugar en la década de los 70, por lo que estaban en línea con las distintas luchas descolonizadoras que se producían en el mundo”.
“El reclamo de la autodeterminación de un pueblo por vías políticas y pacíficas, jamás debería ser objeto de persecución penal en ningún país democrático. En aquel momento, muchos consideraban que Puerto Rico se encontraba en una situación colonial que ameritaba un Movimiento de Liberación Nacional para su liberación. Por ello, los hechos, aunque constitutivos de delito según el ordenamiento norteamericano, no estaban impulsados por una lógica terrorista, sino por el espíritu de lucha por la libertad que informaba el contexto del derecho a la autodeterminación de aquel momento”, reza la carta en uno de sus párrafos.
El fundador de la Fundación Internacional Baltasar Garzón (Fibgar) destaca que López Rivera siempre se ha destacado por su espíritu luchador y de sacrificio, como cuando rechazó la conmutación condicionada que le ofreció el expresidente estadounidense Bill Clinton en 1999, “por solidaridad con sus compañeros Carlos Alberto Torres y Haydée Beltrán”, quienes ya están en libertad, y cuando participó en la Guerra de Vietnam.
“Dicho todo lo anterior y considerando que el señor López Rivera está próximo a cumplir 70 años de edad y ha cumplido ya más de tres décadas en prisión (un tercio de la misma en aislamiento total), que cuenta con una conducta penitenciaria ejemplar, que ya el presidente Clinton actuó en dirección a la conmutación de su pena y que no supone riesgo alguno para la sociedad, muy respetuosamente le solicito, en nombre de la Justicia, el indulto del señor López Rivera”, cierra la carta.
López Rivera fue acusado de conspiración sediciosa tras ser identificado como el líder de la agrupación pro independencia Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que fue responsabilizada por el bombazo al Fraunces Tavern en Nueva York, hechos en los cuales murieron cuatro hombres. A pesar de que a López Rivera no se le acusó de participar directamente en la planificación o ejecución de este atentado, fue sentenciado a 55 años. Esta pena fue aumentada luego a 70 por un supuesto intento de fuga. Hay que destacar que el delito por el cual el gobierno de Estados Unidos acusó al prisionero político tiene una pena máxima de 20 años.
Esta no es la primera vez que Garzón se expresa en contra de la sentencia que cumple el prisionero político puertorriqueño. En noviembre de este año, el abogado dijo que la condena que cumple el boricua es “absolutamente desproporcionada” y “hace ya mucho tiempo que se tendría que haber revisado”.
“No puedo estar de acuerdo en una condena de esas proporciones por un delito de conspiración”, dijo el letrado mientras participaba en la Isla de la XVII reunión plenaria anual del Foro Latinoamericano de Entes Reguladores de Telecomunicaciones (Regulatel).
La epístola se da a conocer el mismo día en que se rumoró con insistencia que Obama anunciaría la liberación de López Rivera.
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