Escrito por Eduardo Villanueva Muñoz / Portavoz Comité Pro Derechos Humanos
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Jueves, 16 de Octubre de 2014 06:30 |
Don José N. Rodríguez se transforma al recuerdo de la eternidad en que quedan los que dieron vida y hacienda por la independencia de Puerto Rico.
Lo conocí por medio del querido maestro, Don Juan Mari Brás. Don Yeyo hacía un programa de debate en WORA, canal 5, en Mayagüez y también en la emisora de Radio AM, de dicho pueblo. Varias veces comparecí a debates en los cuales sustituí a Don Juan. Yeyo era muy fogoso y llegaba a cuestionar, incluso a sus invitados, si veía algún asomo de incertidumbre o debilidad en defensa del ideal de la independencia, que él cuidaba con celo extremo.
Ir a sus programas, aun siendo uno independentista, requería ir preparado para argumentar con sustancia y esperar cualquier pregunta inquisitiva de Don Yeyo, para que el pueblo supiera a qué atenerse con cualquier líder que pretendiera hablar a nombre del movimiento independentista.
En época en que el colonizado busca que se le trate con paños tibios, Don Yeyo no estaba dispuesto a añoñar a nadie. Si era necesario, tomaba posiciones claras y contundentes en defensa de los intereses de nuestro pueblo. Así fue hasta que mantuvo pleno uso de razón y lucidez para luchar por las causas justas, como lo fue la defensa de Vieques, el apoyo a nuestros presos políticos, la defensa de la nacionalidad y la ciudadanía puertorriqueña y la lucha contra el coloniaje y sus sátrapas en Puerto Rico.
Con él se va una época de hombrers nacionalistas, socialistas y más que todo, ávidos de hacer justicia a los que la necesitan, no importa cuan formidable en poder e influencia fuera el adversario.
Que descanse en paz. Consuelo a su familia y que las nuevas generaciones tomen su ejemplo, para que la lucha tenga siempre el modelo de la entrega y la verticalidad en defensa de los principios que ayudan a salvaguardar la Nación Puertoriqueña. |