El 16 de mayo de 2004 se fundó el MINH. Fue en una vistosa y entusiasta asamblea de más de 1,000 personas. Aquel día sucedió algo pocas veces visto en nuestra lucha: dos organizaciones se fusionaron para hacer una.

Desde 1993 existían el Congreso Nacional Hostosiano (CNH) y el Nuevo Movimiento Independentista Puertorriqueño (NMIP). Eran dos organizaciones distintas, pero muy cercanas ideológica, organizativa y funcionalmente. Además compartían una amplia gama de militantes y simpatizantes. El CNH era un concepto de “organización de organizaciones”, una especie de mesa de diálogo y convergencia para promover la unidad independentista. El NMIP fue un derivado renovado del antiguo Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). Por once (11) años ambas organizaciones escribieron importantes páginas de la historia de nuestra lucha.

Juntas enfrentaron los años infames del Rossellato (1993-2000). Al CNH le tocó, entre otras cosas, organizar la exitosa Nación en Marcha en 1996, respuesta del independentismo a la afrenta de Rosselló de decir que Puerto Rico no era una Nación ni nunca lo había sido. Aquella histórica marcha en Fajardo selló para siempre el prestigio político que caracterizó al CNH.

Al NMIP le tocó custodiar y mejorar con gallardía los logros y las instituciones heredadas del MPI/PSP y cosechados desde 1959: la Misión de Puerto Rico en Cuba, delegaciones políticas en varios puntos del país, contactos internacionales, presencia en los medios y una tradición de lucha sin cuartel, entre otras cosas.

En 1999, cuando a este país empezó a sacar a la marina yanqui de Vieques, pocas organizaciones patrióticas se arrojaron en esa dirección con la valentía, la madurez política y la efectividad táctica del CNH y del NMIP. De las dos salieron decenas de desobedientes civiles para producir ese resonante logro nacional que fue devolverle la paz a Vieques.

A once (11) años de denodada militancia las circunstancias de la lucha llamaron a la unidad de ambas organizaciones. Por más de 100 años, esta Patria había asistido a penosos episodios de escisiones, facciones y divisiones al interior de independentismo. Pocas veces dos o más organizaciones se unían para hacer una. El reto no era de poca monta. Comenzaron las conversaciones.

Al CNH lo copresidían Héctor L. Pesquera, José (Tato) Rivera Santana y Alejandro Torres Rivera. El NMIP tenía de Presidente y Vicepresidente a Julio Muriente y a Doris Pizarro respectivamente. Se crearon comités de diálogo. Por meses se celebraron consultas y tertulias. Al seno de cada dirección nacional se analizaba y se planificada febrilmente cada detalle de la fusión, no sin reservas e indecisiones de algunos(as) compañeros(as). El que escribe era miembro de cada cuerpo directivo CNH-NMIP mientras se fraguaba la fusión. En tal calidad tuve el lujo de participar de las discusiones y finalmente presenciar la generosa aportación de dos organizaciones que dejaron de existir para convertirse en otra.

Para la asamblea fundacional en el Centro de Bellas Artes de Caguas todo era entusiasmo y expectación. Luego de la parte protocolaria llegaron las deliberaciones. Recuerdo una brillante intervención de Noel Colón Martínez que hizo economizar una parte de los trabajos. Todo estaba listo. Pero, ¿cómo se llamaría la nueva organización? Por meses barajeamos varios nombres, muchos nombres. Pero Juan Mari Brás recomendó a la asamblea el nombre de Movimiento Independentista Nacional. Acto seguido el compañero José R. Crespo Nieves, de Barrio Obrero, recomendó añadirle el segundo apellido: Hostosiano. Mari Brás y la asamblea se allanaron. Se acabó el evento. El resto es historia.

La mesa de la memoria está servida. El 16 de mayo de 2014 cumpliremos diez (10) años de existencia. A celebrar se ha dicho. Las razones sobran y son obvias.