Decenas de cientos de fanáticos del cantante Cheo Feliciano en su mayoría de Ponce se conglomeraron frente al portón del cementerio La Piedad de la Ciudad Señorial con la esperanza de despedirse de su ídolo en el camposanto.

Sin embargo, esto no fue posible ante la petición de la familia que entendió que el momento de la sepultura del cuerpo del cantante, que falleció el jueves en un accidente de auto, fuera privado. Hubo fanáticos que comprendieron la voluntad de la familia de Feliciano, mientras otros manifestaron su disgusto.

"Cheo es del pueblo y no debieron decir a última hora que no podíamos entrar. Igual respetamos lo que desea su familia", indicó Carlos Rivera de Ponce.

La comitiva fúnebre llegó cerca de las 2:30 p.m. al cementerio, luego que varias figuras públicas como Gilberto Santa Rosa, José Nogueras, Ismael Miranda, Papo y Quique Lucca y Yolanda Rivera entre otros esperaran en una carpa verde en el interior del cementerio.  Una rumba inmediata se apoderó de la calle al son de los temas Entierros de los pobres, Una tumba humilde y Anacaona. No obstante justo cuando el coche fúnebre que transportó el cuerpo de Feliciano el bolero emblemático "Amada mía" resonó por varias de las tumbacocos y guaguas de sonido.

El pueblo estaba allí. Unidos para decirle adiós a su ídolo.

¡Viva Cheo! ¡Familia!  se escuchó incontables veces por diferentes seguidores de la voz de "Anacaona". Unos bailaron, otros lloraron y la mayoría aplaudía bajo un candente sol. Un contingente de policías en motoras cercaron el área para evitar interrumpir el paso de los vehículos oficiales que entraron al cementerio.

La familia inmediata del cantante fue transportada en tres guaguas blancas que pasaron directo al interior del cementerio. En otro auto la alcadesa de Ponce, Mayita Meléndez, fue transportada al cementerio. Luego los portones fueron cerrados nuevamente y los seguidores y medios de comunicación observaron a distancia el momento de la sepultura del cuerpo del cantante. Los coches fúnebres y las guaguas blancas fueron colocadas de modo que la visibilidad fuera mínima.

Previo a esto, Charlie Castro, de seguridad, indicó a la multitud que en el cementerio no habría ceremonia y añadió  antes de la llegada de la comitiva fúnebre, que la familia necesitaba “privacidad”.

Tras el portón permanecer cerrado, el público comenzó a marcharse y no fue hasta cerca de las 3:30 p.m. que  la familia concluyó la despedida, que los portones se abrieron al pueblo.

"Este es el verdadero entierro de pueblo. Aquí estamos Cheo para decirte gracias por ser nuestra familia" expresó Raquel Quiñones, residente de Aguadilla que convocó de inmediato la oración Padre Nuestro rezada a coro por decenas de personas que entraron al área de la tumba vestida de flores, en su mayoría rosas.

Mientras que, el profesor Julio Muriente  se dirigió al público frente a la tumba y destacó la grandeza humana del fenecido cantante.

(Fotos: tonito.zayas@gfrmedia.com)