Nuevamente las calles de Venezuela son escenario de una nueva estrategia golpista, los aliados de siempre de la ultraderecha el Gobernador del Estado Miranda, Henrique Capriles y el excandidato presidencial Leopoldo López, juegan su macabro plan de sumir a esta nación en el caos y la violencia.
En esta oportunidad López, aliado con la diputada de la MUD Corina Machado y el Alcalde Mayor de Caracas Antonio Ledesma, son los voceros de la estrategia golpista, llamando a “estudiantes de oficio” vinculados a grupos marginales para tomar las calles de manera violenta para pedir la dimisión del Presidente Nicolás Maduro.
Esta estrategia no es nueva, ha sido una constante en 15 años de proceso bolivariano. Estos políticos derechistas han generado golpes de estado, paros patronales, han cultivado una política de odio visceral hacia el chavismo y los sectores populares ante la imposibilidad de derrotar democráticamente por la vía electoral al gobierno bolivariano, que los lleva a una nueva aventura de violencia.
Con doble discurso Capriles y López juegan a un nuevo golpe de estado
En esta nueva intentona golpista, Capriles aplica un nuevo discurso de “Nosotros no vamos a acompañar el escenario fracasado del pasado, no lo vamos a repetir”, como parte de su estrategia se refiere al día de la Juventud, donde estos sectores de la derecha harán una marcha, para pedir por la libertad de agitadores profesionales que atacaron a la delegación de beisbol cubano y la casa del gobernador del Táchira Vielma Mora.
Capriles asume en esta oportunidad, una falsa separación con su principal aliado López, tratando de “deslindarse” de su postura de tomar las calles con violencia y capuchas, para declarar que “Los estudiantes cuentan conmigo, pero no se dejen manipular como carne de cañón, hay compañeros de oposición que tratan de figurar, lo que tienen que hacer es ponerse a dirigir a la gente, para que el país pueda conseguir una salida real y constitucional”.
Pero sus palabras son tan falsas como su convicción democrática y constitucional, la cual ha negado en 15 años de proceso bolivariano. Sería imposible olvidar su ataque a la embajada Cubana en el 2002, sus acciones en el paro petrolero, o su postura en la elecciones presidenciales del 14 de abril, donde al salir derrotado por el presidente Maduro, sale a desconocer el triunfo y llama a “drenar la arrechera”, (en buenas palabras criollas a tomar las calles con violencia) dejando un saldo de más de 13 ciudadanos asesinados por las hordas de motorizados y marginales pagados por estos sectores fascistas.
La MUD se ha dejado manipular por la derecha golpista
En el álgido debate político que se genera en Venezuela, la falta de unidad democrática de los políticos que se agrupan en la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), ha permitido que la ultraderecha sea el vocero de este sector de oposición. En ese sentido el diputado a la Asamblea Nacional, Robert Serra, señaló que “los llamados a la violencia hechos por parte de la oposición responden a pugnas internas en el seno de la derecha y ambiciones personales para obtener el liderazgo, por lo que pidió al pueblo a no hacerse eco de estos llamados irresponsables”.
En otra parte de sus declaraciones, Serra mencionó que “las convocatorias a la violencia por parte de dirigentes de la derecha es de vieja data, así como la utilización de jóvenes en pro de lograr de esas ambiciones, lo cual ha generado quiebres dentro de la misma oposición”. En ese sentido denunció que estas nuevas convocatorias, son auspiciadas principalmente por “Leopoldo López, dirigente de Voluntad Popular, y la diputada María Machado, y responden a ambiciones personales”
Por último el diputado pidió al pueblo “no olvidar lo ocurrido en oportunidades anteriores, como el golpe de Estado de 2002, dirigido por estos y otros irresponsables y en el que no dieron la cara para responsabilizarse".
El pueblo venezolano con el voto democrático ha derrotado a la derecha
El proceso revolucionario bolivariano marcó una nueva era en Venezuela, bajo el liderazgo del comandante eterno Hugo Chávez, generó una nueva sociedad sustentada en el proceso constituyente y en la Constitución bolivariana, que creó las bases de un modelo de Democracia Participativa y Protagónica sustentado en Misiones Sociales, en áreas de la salud, educación, vivienda, en un sistema de bodegas y supermercados con precios subsidiados y en un sistema de pensiones para los venezolanos de tercera edad y personas discapacitadas.
También se crearon las bases para la construcción del Poder Popular a través de los Consejos Comunales, una estructura de ciudadanos con organización zonal o barrial, que generan mecanismos de trabajos colectivo y de solidaridad, con el apoyo de fondos económicos del Ministerio de las Comunas y el Consejo Federal de Gobierno (CFG), para ejecutar proyectos socioproductivos y de infraestructura, creando de esta manera con las Misiones y estos apoyos la base de un modelo popular y solidario.
En este escenario de propuestas sociales se ha enmarcado el debate del socialismo del siglo XXI, que ha organizado un movimiento popular de los sectores sociales, trabajadores, sectores de la clase media, que son la base del voto bolivariano. Pero a la vez son los sectores populares lo que han derrotado a la derecha en el golpe del año 2002, en el Paro petrolero, en las distintas intentonas como la del 14 de abril del 2013, o en la lucha contra el golpe económico que se sigue ejecutando el 2013 y 2014. El pueblo bolivariano y sectores militares han creado una alianza, para lograr profundizar el modelo de cambio social y los logros alcanzados por el Comandante Chávez, en 15 años de esfuerzo revolucionario.
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