Hoy comenzó la etapa final de esta reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe con el encuentro entre los jefes de estado y delegaciones, inaugurado con palabras del presidente cubano Raúl Castro. Pero no es este el asunto principal que queremos abordar, sino lo que ocurrió en la reunión de cancilleres de la CELAC y como incidirá en el futuro de la comunidad.

Entre todos los documentos debatidos, varios centraron la atención de los participantes, principalmente la denominada `Declaración de La Habana`. Después del arrollador triunfo de la propuesta cubana para declarar Zona de Paz América Latina y el Caribe- proyecto que apenas permitió alguna que otra intervención cuestionadora por parte de funcionarios que rápidamente quedaron aislados, la Declaración se convirtió en el campo donde se lidiarían importantes enfrentamientos de posiciones y criterios. Varios párrafos fueron duramente debatidos- tal fue la dureza que a opinión de participantes, tal pareciera que la posición defendida por ciertos funcionarios (cancilleres), era mucho más dura y a la derecha que la sostenida por sus gobiernos y eventualmente por sus presidentes.

Especial atención y tiempo ocupó el tema de Puerto Rico. La silla 34 - a ocupar por una representación del pueblo puertorriqueno según la propuesta venezolana- tendrá que permanecer vacía a espera de mejores condiciones y disposición por el consenso de la CELAC. Sin embargo, es un inmenso logro histórico y político el haber incluido a nombre de la CELAC, un párrafo en la Declaración de La Habana instando a Naciones Unidas y específicamente su Comité de Descolonización a analizar y discutir el caso de Puerto Rico. No es poco que los 33 países del continente -a excepción de EEUU y Canadá- presenten como bloque ante dicho organismo internacional la necesidad de discutir la independencia de la isla caribena. No se pudo obtener el `programa máximo`, pero se logró mucho más que `el mínimo`. El mensaje al mundo es firme y amplio. A criterio de un canciller presente, solamente por la posibilidad de debatir temas como el de la silla 34 sin la presencia de EEUU, es un inmenso logro de la CELAC, pues muchos cancilleres, se muestran más dispuestos al diálogo y al debate positivo sin la influencia y presiones del gigante del norte.

Otros temas de debate fueron más rápidamente aceptados y concensuados, entre ellos el rechazo al injusto Bloqueo que el gobierno de los Estados Unidos imponen por más de 50 años a la Cuba revolucionaria e invicta. Asimismo, el apoyo a la Argentina en su diferendo con Gran Bretana por las Islas Malvinas. Resaltó la forma positiva -aunque no faltaron debates- con la cual se incluyó el apoyo y solidaridad a Ecuador en el enfrentamiento a la `Guerra Sucia` que la Chevron-Texaco le ha impuesto ante tribunales internacionales, este tema fue catalogado por algunos países del ALBA como un combate por la vida y el medio ambiente.

El tema de la cruel guerra contra el pueblo de Siria ocupó también parte del debate. Y fue en este asunto de las relaciones políticas internacionales, donde la CELAC demostró su fuerza actual y su potencialidad de futuro; es inimaginable una discusión sobre Siria en el seno de la OEA, donde es fácil adivinar el papel que jugarian EEUU y Canadá como defensores de los mercenarios agresores e impidiendo se tomara cualquier acuerdo. Sin embargo, de forma positiva y constructiva, fue debatido por los cancilleres presentes y aprobado un párrafo que refleje ;a solidaridad de la comunidad con el pueblo sirio y la necesidad de encontrar la paz negociada. El canciller ecuatoriano Patino expresó: `Es una bofetada al imperialismo la realización de esta Cumbre en la Cuba Revolucionaria`.

En estos momentos, los Jefes de estado y gobierno miembros de la CELAC han comenzado sus debates a puertas cerradas, se espera la llegada en los próximos minutos de los presidentes Santos de Colombia y Correa de Ecuador, así como del invitado secretario general de la OEA. Resumen Latinoamericano valora desde ya la II Cumbre de la CELAC como un verdadero éxito. Los pueblos han expresado sus criterios, suenos y desafíos en un instrumento internacional que llegó no para quedarse, sino para desarrollarse y facilitar las esperanzas unitarias e integracionistas del Libertador Simón Bolivar y del Apostol José Martí.

- Javier Salado y Graciela Ramirez, corresponsales de Resumen Latinoamericano en Cuba.  www.resumenlatinoamericano.org