Comunidades en Puerto Rico denuncian incineradores ayudaron a quebrar a Detroit, y a Harrisburg, Pensilvania. El 18 de julio pasado, Detroit declaró su bancarrota, aceptando que no podía pagar sus obligaciones financieras, ni sostener sus servicios públicos, despidiendo empleados públicos, por su deuda de unos $20 billones de dólares.

Los contribuyentes de la ciudad han tenido que pagar $1.2 billones en intereses por bonos de un incinerador que terminó arruinado, y finalmente tuvieron que venderlo pero con un contrato para suplirle basura. Habían estado a punto de irse a quiebra en tres ocasiones anteriores. Además, los ciudadanos han tenido que pagar hasta un billón de dólares adicionales en los costos de disposición de desperdicios sólidos y el transporte y entierro de sus cenizas; cinco veces más que las ciudades vecinas.

En el 2011, nada menos que la capital de Pensilvania, Harrisburg, se declaró en quiebra. La deuda de $300 millones en que incurrió para restaurar su incineradora precipitó su bancarrota. Esta incineradora era operada por Covanta, aliada de Energy Answers, la misma que propone la incineradora de Arecibo.

Continuamente se menciona que Puerto Rico puede ser el Detroit del Caribe. Con una deuda pública de unos $70,000 millones de dólares y con escaso margen para pedir prestado, el comprometernos a una deuda de $650 millones, según solicita Energy Answers, nos puede llevar a la insolvencia. Y probablemente el costo de dicho proyecto finalmente nos cueste por encima del billón, si nos dejamos llevar por la experiencia de proyectos previos, donde subestiman los costos para lograr su aprobación.

No hace falta saber mucho de economía para entender que en una situación en que el Gobierno arrastra un déficit presupuestario de $820 millones este año, según reportes periodísticos, el arriesgarnos a incurrir en esta deuda seria un ejercicio altamente imprudente y perjudicial. Con la muestra de la quiebra de Harrisburg, queda demostrado que a Covanta y a Energy Answers le importa un comino lo que le ocurra a las comunidades, siempre que sus ganancias estén garantizadas.

Ya Energy Answers ha demostrado su escasa preocupación por algo que no sean sus bolsillos al defender el contrato leonino que firmó la Autoridad de Desperdicios Sólidos en abril de 2012 obligando ilegalmente y sin consultar a los municipios del noroeste a llevar sus desperdicios a la incineradora. Tanto la Asociación como la Federación de Municipios han objetado las nefastas consecuencias que tendría en sus municipios este monopolio de Energy Answers.

Como si fuera poco, la operación de este proyecto pondría a riesgo de contaminación al principal renglón de producción agrícola del país, amenazando a la industria ganadera y de leche y productos lácteos, que ubica vientos abajo de la localización propuesta por Energy Answers en Cambalache de Arecibo. En el área de Arecibo ubican dos terceras partes de las vaquerías de la isla (201 vaquerías de un total  de 324 en toda la isla)  y casi el 70% de las vacas lecheras (49,000 de 73,000 en toda la isla).

Según la Oficina Reglamentadora de la Industria Lechera, esta industria generó, a nivel de las vaquerías, una producción de $220 millones, y miles de empleos, lo cual sugiere la magnitud de los daños económicos que podría producir esta descabellada idea. En Islandia, tan recientemente como en 2011, tuvieron que decomisar ganado vacuno que estaba vientos abajo de un incinerador porque encontraron dioxinas en la leche y los productos lácteos originados allí.

Y no hemos mencionado los costos en que se incurriría para mitigar el daño a la salud que pudieran producir a la población expuesta a sus emisiones al aire y cenizas tóxicas.

“Creemos que ya sobran las razones para descartar esta propuesta. Le solicitamos al Gobernador Alejandro García Padilla que nos reciba en la Fortaleza y nos permita demostrarle porque esta propuesta no debe ser considerada, ya que para colmo amenaza con acabar de tirarnos a la quiebra”, afirmó el ingeniero y planificador Iván Elías, portavoz de la Coalición de Organizaciones Anti-Incineración.

25 de noviembre de 2013

Contactos:
Martha Quiñones 787 612-6425
Iván Elías 787 390-0513
Ángel González 787 233-6316

{La Coalición de Organizaciones Anti-Incineración ha denunciado por los últimos tres años el peligro que representa para las comunidades circundantes y las que están vientos abajo, las emisiones de  la chimenea de este incinerador. La emisión de plomo, mercurio y dioxinas, entre otros tóxicos, pueden afectar la salud de decenas de miles de personas. Los vientos alisios llevarán estas sustancias hacia el pueblo de Arecibo y hacia el corredor noroeste de la isla, afectando particularmente a niños, embarazadas, viejos. La industria lechera podría verse afectada por los tóxicos que podrían acumularse en la leche y provocar que esta sea declarada no apta para consumo humano. Las cenizas que se producirían tendrían también alta concentración de tóxicos y perpetuarían los vertederos.}