24 de diciembre, 2012, San Juan.- El recién fallecido exsuperintendente de la Policía, Pedro Toledo fue, en su vida profesional, uno de los principales responsables y ejecutores de la desacreditada y fallida Política de Mano Dura contra el crimen, que tanta muerte y desasosiego ha provocado durante las pasadas décadas y hasta el presente.

Toledo fue responsable directo de la brutal represión desatada contra trabajadores y ciudadanos durante la protesta nacional contra la privatización de la Telefónica.

Fue cómplice activo de la Marina de Guerra de Estados Unidos en Vieques, mientras el pueblo luchaba por la paz y la desmilitarización.

Fue cómplice del atropello sufrido por periodistas y ciudadanos por parte del FBI --organización de la que siempre fue miembro-- en los incidentes ocurridos en el edificio De Diego 444, en Río Piedras.

Conocía como pocos en el país los detalles sobre el vil asesinato de Filiberto Ojeda Ríos a manos del FBI, y guardó silencio cómplice.

Quien quiera rendir homenajes a Pedro Toledo a la hora de su muerte deberá tener presente este expediente de represión, abusos y silencios. Es lo justo. Es lo correcto.

Julio A. Muriente Pérez, Copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano de Puerto Rico