“No es entonces mera retórica nuestra bolivarianidad. No. Es una necesidad imperiosa para todos los venezolanos, para todos los latinoamericanos y los caribeños fundamentalmente, buscar atrás, buscar en las llaves o en las raíces de nuestra propia existencia, la fórmula para salir de este laberinto”. (Hugo Chávez)

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El sábado 15 de diciembre se cumplen los doscientos años de la aparición del Manifiesto de Cartagena, documento clave en la gesta de Simón Bolívar.

La unidad para la liberación, para la construcción de la Patria soberana, para la definitiva independencia, es la clave que hemos encontrado en nuestra historia los pueblos América Latina y el Caribe.

El cambio de época que protagoniza la región, coincide el Bicentenario de la lucha por la emancipación del colonialismo español y en ella se inspira. De tal manera, recordar las fechas bicentenarias significa buscar las soluciones a nuestros problemas “en las raíces de nuestra propia existencia”.

Es por ello que para la Revolución Bolivariana adquiere un significado especial la celebración del Bicentenario del Manifiesto de Cartagena.

Vigencia del Manifiesto de Cartagena

Aplastada a sangre y fuego por el colonialismo español la Primera República, Bolívar llega a Cartagena de Indias, ciudad que estaba en manos de patriotas. Dispuesto a retomar la lucha presenta el 15 de diciembre un documento titulado “Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño”, luego conocido como Manifiesto de Cartagena.

Con un profundo sentido crítico y autocrítico Bolívar examina las causas de la caída de la Primera República y presenta un plan para recuperar la independencia de Venezuela. Plan que se hizo efectivo en lo que hoy se conoce como Campaña Admirable.

Las reflexiones de Bolívar tratan sobre problemas similares a los de la Venezuela actual. Tanto es así que podría leerse como consejos o advertencias que nos hace el Libertador, para evitar que cometamos los mismos errores que originaron la caída de la Primera República.

Como ayer el padre Libertador, hoy el Comandante Chávez, al frente de las fuerzas revolucionarias ha hecho una revisión de los problemas que aquejan a la República y las dificultades que se presentan y cuentan con un Plan, ratificado por la victoria en las elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre, el Programa de la Patria, que será transformado con los aportes del pueblo en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo de la Nación para el período 2013-2019.

Cada uno de los temas abordados en el Manifiesto de Cartagena tiene un significado para el momento actual, pero hay uno esencial, el imperativo de la unidad para tener Patria: “Nuestra división y no las armas españolas, nos tornó a la esclavitud”.

El Manifiesto de Cartagena finalizaba con una convocatoria a la acción: “Corramos a romper las cadenas de aquellas víctimas que gimen en las mazmorras, siempre esperando su salvación de vosotros; no burléis su confianza; no seáis insensibles a los lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos”.

Unidad por la Patria

El pasado 8 de diciembre, el Presidente Chávez se dirigió al pueblo de Venezuela para informar sobre una nueva batalla por su salud.

Su mensaje, profundamente bolivariano, estuvo dirigido a la unidad del Pueblo en defensa de la Patria:

“Tenemos Patria, tenemos una Patria ¡cuánto costó, cuánto costó recuperarla! Hoy, por fin, después de tanta lucha tenemos Patria a la cual seguir haciendo el sacrificio, desde mi corazón de patriota reitero mi llamado a todos los patriotas de Venezuela y a todas las patriotas de Venezuela, porque, bueno, somos revolucionarios, somos socialistas, somos humanos, somos muchas cosas pero en esencia, patriotas, patriotas.”

“No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades -del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.”

Recordar el Manifiesto de Cartagena en esta nueva etapa, orienta a los revolucionarios a defender la Patria reconquistada, siendo conscientes de las dificultades vendrán, dispuestos a la unidad, la lucha, la batalla y la victoria.

Los Pueblos de Nuestra América por la Patria Grande

¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes. (Nuestra América, José Martí)

La conmemoración del Bicentenario del Manifiesto de Cartagena, llama al pueblo bolivariano, es decir a todo el pueblo de Nuestra América, a ponerse en pie de lucha en defensa de su independencia y hacia la conquista de la definitiva emancipación.

El cambio de época que vive América Latina y el Caribe es un logro de nuestros pueblos, que han parido líderes que continúan la obra de nuestros Libertadores.

El Comandante Hugo Chávez ha sido, sin lugar a dudas, un líder de vanguardia de este proceso, al retomar las banderas de Bolívar para la unión de Nuestra América, al motorizar la lucha por la paz, la justicia social, el vivir bien y el respeto de la Madre Tierra.

La búsqueda de un mundo multipolar, tiene a su vez a Nuestra América, como factor central en su desarrollo.

En por ello que los pueblos hermanos de Latinoamerica y el Caribe, se unen en la solidaridad con el Comandante Chávez, en esta nueva batalla que libra contra el cáncer, apoyando a quién ha dado toda su energía en la construcción de la unión de la Patria Grande, que Bolívar predijo sería “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”.

Este sentimiento de amor, unión y solidaridad con el líder y el pueblo de Venezuela, garantiza la continuidad y profundización de la lucha por la unidad y la independencia de Nuestra América.

Los pueblos del mundo en solidaridad con Chávez y la Revolución Bolivariana

Yo conocí a Bolívar una mañana larga, en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento, Padre, le dije, eres o no eres o quién eres? Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo: "Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo". (Pablo Neruda, Canto a Bolívar)

El sistema capitalista ha condenado a los pueblos del mundo a la exclusión, la pobreza y la enfermedad, a dos siglos de la libertaria consigna de Bolívar en Cartagena, la necesidad de emancipación sigue vigente hoy, los retos que se presentan para concretarla son los mismos.

Incluso los pueblos de los países desarrollados, sufren hoy día los dramas sociales antes padecidos exclusivamente por los países llamados periféricos, lo cual obliga a todos los pueblos de la tierra a asumir la carga del tiempo histórico y proyectarla hacia la concreción de un modelo social que permita la superación del imperialismo capitalista y de esta forma garantizar la supervivencia de la especie humana.

La Revolución Bolivariana de Venezuela, ejemplo de soberanía nacional y punta de lanza de la integración regional, es contraria a la visión que se quiere imponer desde los grandes centros capitalistas. Contar con las mayores reservas de petróleo del mundo, ubican al pueblo venezolano en una situación de amenaza continua por parte de las potencias imperialistas.

Los agentes del capitalismo trasnacional arreciarán en sus ataques contra la Revolución Bolivariana, intentando capitalizar lo que consideran es un momento de gran fragilidad, la unidad de las fuerzas populares serán la garantía de avance y profundización en todo el mundo.

Es que luego del agotamiento de la guerra preventiva, la instalación de la guerra de cuarta generación, demuestra que la violencia genocida, sigue siendo el arma favorita del imperialismo para intentar su perpetuación.

Frente a todo este poder, decimos como el Libertador en el Manifiesto de Cartagena: “… en el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayoría física la que decide, sino que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política”.

¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!