Son 114 años de intervención, un aniversario de la trampa colonial a punto de cumplirse el próximo 25 de julio, un tema pendiente en el batallar latinoamericano por la independencia, un pueblo en resistencia cultural, una tarea pendiente de Latinoamérica: Puerto Rico.
Por 31 ocasión consecutiva, el Comité de los 24, como se conoce al Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, hizo valer su fuerza política y moral y, al convite de Cuba por la isla hermana que tanto duele, avaló que Borinquen es una nación latinoamericana y caribeña, con derecho pleno a la autodeterminación y la independencia, y ratificó la responsabilidad que debe asumir Estados Unidos, el país dominante y colonial.
No es tarea de uno, es un bregar de todos que no admite desmayo, es un compromiso latinoamericano, porque Nuestra América no será plenamente libre mientras persista ese pedazo de tierra desgajada.
Esa verdad pendiente fue tema en la Mesa Redonda de la Televisión Cubana que retransmitió el viernes dos Mesas Internacionales de TeleSur: Puerto Rico, batalla latinoamericana por la descolonización y Migraciones y su impacto en las sociedades latinoamericanas, además del reportaje especial Vientos del Mediterráneo, sobre las vivencias de Rolando Segura, el enviado especial de la televisora a la guerra en Libia.
Edwin González, representante de la Misión de Puerto Rico en Cuba, y Carlos Fernández de Cosio, subdirector de Asuntos multilaterales del Minrex, argumentaron una lucha necesaria y difícil, una bandera que se levanta año tras año en ONU para acompañar a un pueblo que se aferra a su raíz, cultura e historia común con el resto de América Latina, por más que Washington pretenda doblegarlo y aislarlo.
De nuevo prepara la trampa del plebiscito, quien impone la obligatoriedad de un inglés —que no es capaz de violentar la riqueza de un español con marcado acento «pueltorriqueño»—, la moneda, la aduana, la migración forzada y el dominio económico, y mantiene en sus cárceles a los presos políticos con más largo encierro en este hemisferio. Luego, no importa cuál sea el resultado, como expresión cierta del coloniaje que ejerce, será el Congreso de Estados Unidos quien diga la última palabra…
La batalla no es exclusiva de Puerto Rico, ni de Cuba, en ella participan las naciones del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) y la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un asunto que corresponde a la región, pero que trasciende ese límite y abarca también a los países y pueblos del sur desde el Movimiento de los No Alineados. La asignatura pendiente tiene que ser algún día aprobada. |