minh


http://www.redbetances.com/

 

Descarga tu ejemplar

 

piensalo

 

entrelineas

http://www.claridadpuertorico.com/

 

http://forodesaopaulo.org/

 

orinoco

 

portal-alba

Estamos en los canales

Bibiioteca MINH

Videos MINH

Facebook MINH

Ustream

Visitas:
La mecha corta de El Enviado de la Calle 8 PDF Imprimir Correo
Escrito por Claridad   
Lunes, 23 de Abril de 2012 03:34

fbiPoco tiempo le tomó al flamante Superintendente de la Policía, Héctor Pesquera, para confirmar nuestros señalamientos de que se trata de un Enviado de la Calle 8 y que, además, padece de mucha de la altanería y arrogancia que caracteriza a ese exilio trasnochado.



En su primera conferencia de prensa como titular en propiedad de la Policía, Pesquera, de manera molesta y airada, rechazó que se calificara como una “masacre” el incidente donde tres personas fueron asesinadas la semana pasada en el tiroteo acaecido en una gallera de Guaynabo. Para él, se trató de “un incidente donde hay múltiples víctimas”. Y a renglón seguido dijo: “De entrada voy a empezar por establecer el punto de vista mío sobre la palabra masacre. Masacre es una actividad donde mueren personas indefensas. Masacre era lo que hacía Fidel Castro en el paredón, lo que hacían en Bosnia, lo que hacen en Afganistán”.

No hubo que cucarlo mucho para que al Enviado de la Calle 8 se le saliera el monstruo ideológico que lleva adentro, y aprovechara para arremeter contra el líder de la Revolución Cubana. Por ello, con toda seguridad, recibió felicitaciones de sus cuates de la Calle 8, sobre todo aquellos que se dedican a realizar actividades terroristas contra Cuba, que son precisamente los que Pesquera protegió cuando era jefe del FBI en Puerto Rico y que siguió protegiendo y caminando con ellos cuando fue designado a la Oficina del Sur de la Florida, con base en Miami. Pero claro, su obsesión ideológica y fanática lo ciega tanto que cuando habló de masacres, incluyó “lo que hacen en Afganistán” , obviamente pensando en el Talibán, sin percatarse de que la reciente masacre de 16 personas, –niños, mujeres y ancianos– en Afganistán, que ha acaparado con horror los titulares de todos los medios del mundo, fue perpetrada por un soldado estadounidense que abandonó su base, fue directo a una aldea cercana y les entró a tiros a todos los civiles que encontró a su paso. Esas mismas fuerzas de ocupación, que lo hicieron antes en Vietnam, en Irak y lo hacen frecuentemente en Pakistán, son los efectivos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que, con sus modos imperiales, exacerban con su barbarie el odio en dichas poblaciones. Para los de memoria selectiva como Pesquera, le recordamos la masacre perpetrada por un grupo de soldados del Ejército de Estados Unidos en la aldea de My Lai en Vietnam en 1968, donde cerca de 500 civiles vietnamitas completamente desarmados fueron asesinados y sus cuerpos mutilados.

Pero, el flamante jefe policiaco no se molestó solamente porque los medios de prensa trajeran a colación su “bautismo de fuego” en la Uniformada con uno de esos incidentes que él no quiere llamar “masacre”, sino también porque le preguntaron detalles sobre el veloz traslado de su esposa de la oficina del FBI en Miami a la de Puerto Rico. “Eso no viene al caso. Yo no tomo la decisión del traslado. Si tiene una pregunta de esa naturaleza, se la tiene que hacer a Washington”, contestó airado.

En CLARIDAD, ya habíamos alertado sobre el desacierto y peligrosidad de este nombramiento. En nuestro Editorial de la edición 3079 señalamos que “Lejos de encaminar a la Policía de Puerto Rico hacia la solución de sus múltiples problemas internos, de proveerle el liderazgo que necesita para levantar su caída moral, e implantar las medidas eficaces con las cuales enfrentar la rampante ola criminal que se ha disparado como pocas veces antes en nuestra historia reciente, el nombramiento de este personaje notorio y controversial puede ser el detonante y preludio a un deterioro mayor en el desempeño y la imagen de la fuerza policíaca.

“Al igual que su fracasado antecesor, José Figueroa Sancha, también agente de carrera del FBI, viene de la ineficaz escuela de la mano dura. Además, posee un celo ideológico extremo, propio de quienes en Estados Unidos y aquí aún miran al mundo desde la óptica de la Guerra Fría. Comparte la frenética obsesión contra Cuba de los sectores más extremistas y recalcitrantes de la derecha cubana en el exilio, con quienes ha mantenido una estrecha relación y colaboración, entre otros con notorios terroristas y criminales de la peor calaña.”

Y afirmamos que “lo menos que Puerto Rico necesita es la exacerbación de la guerra ideológica por parte de un jefe policíaco con una agenda poco clara y una trayectoria perturbadora.”
Con su actuación en la rueda de prensa de la pasada semana, ya este señor mostró el primer asomo de su verdadero carácter.

Ciertamente la ciudadanía espera y se merece que la jefatura policiaca atienda prioritaria y eficientemente las manifestaciones de criminalidad y violencia que azotan al país, pero expresiones y conductas como las de Pesquera no inspiran confianza de que será así.

Dedíquese, señor Pesquera, a la Policía de Puerto Rico, a atender y escuchar a sus integrantes, desde el más alto oficial, el recluta más novato, hasta el civil dedicado. Escuche sus planteamientos, tome en consideración su experiencia y su dedicación y procúreles los equipos y adiestramientos que necesitan para acometer tan importante y sacrificada. Escuche además a los alcaldes, no importa el partido a que pertenezcan, porque ellos son los que mejor conocen las realidades de sus municipios. Descarte la política partidista que ha existido hasta hoy de quitarles arbitrariamente efectivos policíacos a los municipios que no son azules, contribuyendo en la práctica a crear condiciones propicias para el incremento de la actividad criminal ante la falta de efectivos que vigilen, caminen y patrullen.

En síntesis, señor Pesquera, deje los discurseos ideológicos para sus “panas” de la Calle 8. En Puerto Rico, dedíquese a lo que se le designó y por lo que se le paga.

 

Misión PR en Cuba

 

Fundación Juan Mari Brás

 

Otro PR es posible

 

Nuestra Opinión en blanco y negro

Documentos

Solo el administrador



banner minhOficina Central, C 25 NE 339, San Juan, Puerto Rico 00920.
Teléfono (787) 774-8585,
minhpuertorico@minhpuertorico.org

otropuertoricoesposible@gmail.com

No necesariamente lo publicado representa la posición del MINH.