Mucho se llenan la boca los políticos con las cifras de fondos del gobierno de Estados Unidos que reciben los puertorriqueños. ¿Cuánto es esa cifra y qué significa? Varía depende de quién la diga y con qué propósito.
Sin embargo, independientemente de las cantidades que se utilicen para argumentar sobre el tema, la fórmula siempre opera en beneficio de Estados Unidos. Veamos.
Es curioso conocer que las agencias que deben tener la información precisa sobre las cantidades que recibe el gobierno de Puerto Rico del gobierno de Estados Unidos (Junta de Planificación (JP), Banco Gubernamental de Fomento (BGF), Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP)), ofrecen datos distintos una de la otra. Así que si usted se lanza esperanzado a conocer esas cifras con los datos de esas agencias, no podrá tener un cuadro completo de lo que significan las supuestas ayudas federales.
Por eso algunos economistas prefieren utilizar para sus análisis el Informe Consolidado de Fondos Federales (Consolidated Federal Funds Report) del gobierno de Estados Unidos, donde aparecen las cantidades que reciben los diferentes estados en ese país, además de otras jurisdicciones como la Samoa Americana, los estados federados de la Micronesia, Guam, las Islas Marshall, las del Norte de las Islas Marianas, Palau, las Islas Vírgenes, y por supuesto, Puerto Rico.
De ambas realidades es que los economistas coinciden en decir que el tema de las transferencias federales a Puerto Rico es uno “complicado”. Quién sabe si con intención o sin ella, lo cierto es que hay que hilar fino para atinar un tanto.
Recientemente la economista Rosario Rivera Negrón hizo un ejercicio con los números disponibles en los informes oficiales de Puerto Rico, principalmente de la JP, sobre las transferencias de fondos de Estados Unidos que llegan a Puerto Rico y lo comparó con lo que Estados Unidos se lleva de Puerto Rico en términos económicos. Utilizó solamente criterios de consumo. El año que revisó fue 2008.
Las asignaciones que recibieron las agencias de gobierno durante ese año, Transferencias Otorgadas que corresponden a los programas de Asistencia Nutricional (PAN), Becas Pell, Sección 8, WIC, Medicaid, entre otros; y las Transferencias Devengadas, que significan fondos devueltos a individuos, entre los que están el Seguro Social, Medicare, Veteranos, Seguro por Desempleo y pensiones del sistema federal, entre otros, fueron: Dineros a agencias de gobierno, $2.9 millardos (miles de millones); Transferencias Otorgadas $1.9 millardos, y Transferencias Devengadas $8.9 millardos; para un total de $13.8 millardos.
Estados Unidos, por su parte, se llevó de Puerto Rico ese mismo año en importaciones, $22.6 millardos (miles de millones), en rendimiento de capital de sus empresas en la Isla $34 mil millones, y $1.5 mil millones por los costos de fletes que generó la aplicación en Puerto Rico de las leyes de cabotaje. Esos tres renglones representaron para Estados Unidos $58.1 millardos, dinero que se generó en Puerto Rico para beneficio de las arcas estadounidenses.
Lo que significan esas cantidades es que Puerto Rico recibió, -solo en lo relacionado a consumo-, unos $13 mil millones entre asignaciones a agencias, transferencias otorgadas y transferencias recibidas; lo que no guarda proporción ni siquiera cercana, con los $58.1 mil lillones que Estados Unidos se llevó de regreso.
Rivera Negrón plantea que, en la concreta, lo que eso significa es que hubo $44.2 mil millones en “escape neto de Puerto Rico a Estados Unidos”. Es decir, que Estados Unidos sale beneficiado por mucho de la relación comercial que mantiene con Puerto Rico; lo que ella llama la “Colonia Económica”.
Pero como advertimos al principio de este artículo, hay economistas que dicen que esa relación es más complicada que eso y ciertamente lo es.
Sergio Marxuaxh, del Centro para la Nueva Economía, alerta que “los beneficios por Seguro Social, Medicare, etc., no son prepagados en el sentido convencional. Por ejemplo, no existe una cuenta a tu nombre en el Seguro Social con todo el dinero que tú has contribuido a través de tu vida trabajadora. El dinero que enviamos todos los meses se utiliza para pagar los beneficios a los recipientes actuales. Lo que sobra se invierte en bonos del Tesoro. Lo que sí existe es un record contable de cuánto hemos aportado cada uno de nosotros y en base a esa cantidad y a una fórmula establecida por ley se otorgan los beneficios”. Más aún, añadió “el Seguro Social en algunos casos paga beneficios a personas que no necesariamente han contribuido, como puede ser el caso de beneficios a cónyuges sobrevivientes y a dependientes menores de edad. Por tanto, se pudiera dar el caso de que, para un año en específico, el Seguro Social pague más en beneficios a residentes de Puerto Rico que lo que contribuimos los puertorriqueños que trabajamos durante ese mismo año”.
Aún así, Marxuaxh reconoce que entre las implicaciones que tienen las transferencias federales a Puerto Rico, especialmente el PAN y los beneficios por desempleo, es que “constituyen un amortiguador a las presiones sociales asociadas con la pobreza, el desempleo, y el pobre desempeño de nuestra economía”. Por otro lado, advierte que “la dependencia de transferencias federales, cuyo monto depende esencialmente de la dinámica política y fiscal en Estados Unidos, donde no tenemos representación efectiva en el Congreso, es un riesgo para Puerto Rico”.
Las cifras de los dineros federales que llegan a Puerto Rico, según el Informe Consolidado de Fondos Federales que prefiere examinar Marxuach a la hora de evaluar esos datos, reportaron que para el año fiscal que terminó en el 2008, Puerto Rico recibió $17.9 mil millones de dólares. No obstante, aun utilizando esa suma, lo que Estados Unidos se lleva de Puerto Rico sigue siendo mucho más que lo que Puerto Rico recibe de Estados Unidos en términos económicos.
Por su parte, el economista José Alameda enfatizó, -al igual que Rivera-, que las Transferencias Devengadas son “derechos” que reciben de vuelta los ciudadanos cuyo pago hicieron a través de trabajo o contribuciones. Ejemplo de ello, añadió, es el Seguro Social, un impuesto federal que se llama “FICA TAX”. Eso, indicó, es muestra de que los puertorriqueños pagan contribuciones federales. En el caso de los veteranos, señaló, son transferencias que aportó con su servicio y trabajo el que las recibe.
Concretamente, lo que se desprende del ejercicio de Rivera Negrón con números de la JP relacionados a ingresos federales asociados al consumo en el año 2008 sin las transferencias devengadas ($8.9 mil millones; o con las transferencias devengadas incluídas, las transferencias unilaterales y las asignaciones a agencias de gobierno, que suman en total $13.5 mil millones); o con lo que dice el Informe Consolidado de Fondos Federales que Puerto Rico recibió en el año 2008 ($17.9 mil millones), no compara para su beneficio, ni siquiera, con el rendimiento de capital que ese año alcanzó los $34 billones, lo que resultó a favor de los intereses de Estados Unidos. Y eso, que en esa suma no se incluyeron las importaciones de Estados Unidos ($22.6 mil millones) por si a alguien se le ocurre decir que ésta podrían estar duplicándose en ciertas partidas con el rendimiento de capital. A fin de cuentas, de la diferencia matemática que resulta de la relación en el consumo entre Puerto Rico y Estados Unidos, es éste último el que sale ganando.
Así las cosas, el mito de la dependencia resulta ser un negocio redondo, pero para Estados Unidos. |