“Se incorporará a CELAC algún día”: Cumbre del Alba aprueba declaración sobre independencia de Puerto Rico

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	Por Wilma E. Reverón Collazo

Publicado: martes, 7 de febrero de 2012

En la XI Cumbre del ALBA-TCP celebrada en Caracas el 4 y 5 de febrero de 2012, Puerto Rico fue incluido en la agenda de trabajo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) ALBA a instancias del Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Este domingo 5 de febrero, los jefes de Estado y de Gobierno de allí reunidos aprobaron la declaración especial sobre el derecho inalienable del pueblo de Puerto Rico a su autodeterminación y su plena independencia.

La declaración, leída por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, reconoció que Puerto Rico es una nación latinoamericana y caribeña, con su propia e inconfundible historia, cuyos derechos a la soberanía son violados por la tutela colonial impuesta por Estados Unidos durante más de un siglo. Se destacó que la causa de la independencia de Puerto Rico es un asunto que concierne a la región de América Latina y el Caribe, y a sus foros de concertación y cooperación política, en especial la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). El documento también reclama la libertad de los presos políticos que cumplen condena por luchar por la independencia y la libre-determinación de Puerto Rico.
Bruno Rodríguez declaró, según la agencia de noticias EFE, que “corresponde ahora al ALBA modestamente jugar su papel” para que la CELAC “se convierta en un mecanismo pujante que transforme la realidad” de los países de la región, y dotarla de una “agenda descolonizadora” con el propósito de incorporar a Puerto Rico algún día.

Daniel Ortega expresó su apoyo a la lucha contra el colonialismo en Puerto Rico durante su intervención en la cumbre y conminó a los integrantes del ALBA a incluir a Puerto Rico en los reclamos contra el colonialismo en la región, al igual que se está haciendo con el caso de las Malvinas. Ortega hizo énfasis en el carácter latinoamericano de Puerto Rico.
Por su parte, el Presidente Chávez, en su función de presidente de la Cumbre, mencionó a Puerto Rico al resumir la agenda futura de trabajo propuesta para el ALBA por los presidentes participantes.

El MINH ha solicitado que se le conceda un asiento de observador al movimiento independentista en las organizaciones regionales de estados, como el ALBA y la CELAC. El precedente se estableció en 1946 cuando el Partido Nacionalista obtuvo representación en la ONU. Julio Pinto Gandía y Thelma Mielke fueron representantes del movimiento libertador de Puerto Rico ante la ONU hasta el 6 de noviembre de 1950, cuando se le canceló la acreditación a Mielke a instancias de EEUU, inmediatamente después de la revolución del 30 de octubre.
En 1964 en la Segunda Conferencia de Jefes de Estado celebrada en Cairo el MPI obtuvo estatus de observador en el Movimiento de Países No Alineados. Dicho asiento pasó luego al Partido Socialista Puertorriqueño, al Nuevo Movimiento Independentista y finalmente al día de hoy lo ocupa el MINH. El liderato de Cuba entre los países en desarrollo creó las condiciones para que se admitiera al MPI como observador. En la Declaración Final de dicha cumbre se hace el llamado para que el Comité Especial de Descolonización, creado en 1962, estudiara el caso de Puerto Rico a la luz de la Resolución 1514(XV). Con el peso de dicha declaración que expresaba la posición de los países que representan la mayoría de los pueblos del mundo, Cuba le solicita al Comité Especial en 1965 que incluya el tema de Puerto Rico en su agenda. El resultado de dicho esfuerzo ha producido treinta (30) resoluciones reconociendo el derecho del pueblo de Puerto Rico a su libre-determinación e independencia.

Los esfuerzos del independentismo en su conjunto pueden lograr que el movimiento independentista de Puerto Rico participe en la CELAC como observador y nutrirnos de las importantes discusiones sobre temas que compartimos con nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños, tales como la necesidad de la creación de empleos, la defensa de los recursos naturales, la preservación del medio ambiente, la lucha contra el narcotráfico y la brecha en la desigualdad económica, entre muchos otros. El intercambio de ideas en la construcción de una patria soberana y justa es esencial.