La República Bolivariana de Venezuela es un país localizado en la porción norte de América del Sur. Limita por el Norte con el Océano Atlántico, en la porción que solemos llamar Mar Caribe; por el Oeste con Colombia, por el Sur con Brasil y por el Este con Guyana.
La República Bolivariana de Venezuela cuenta con una población estimada de casi 30 millones de habitantes. Tiene una extensión geográfica de 916,445 kilómetros cuadrados, lo que equivale a casi 103 veces el tamaño de Puerto Rico.
De acuerdo con Roberto J. Lovera de Sola en su ensayo publicado en 2009 bajo el título de Ante el Bicentenario de la Independencia: Antecedentes del Pronunciamiento de 1810, los eventos precursores de estos procesos se encuentran en los levantamientos de Charcas en Perú en 1781 con la insurrección dirigida por de José Gabriel Condorcanqui, fallecido ese mismo año y recordado por su nombre indígena de Tupac Amaru; y el levantamiento en el Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia. En el caso particular de Venezuela, indica el autor, “el verdadero iniciador, el hombre que inventó la independencia, fue el caraqueño don Francisco Antonio de Miranda y Rodríguez...quien en Nueva York trazó el plan emancipador.”
Miranda había sido un oficial del Ejército Español que peleó apoyando a Estados Unidos en su lucha contra Inglaterra en la toma de Pensacola, ciudad del estado de Florida, donde ganó el rango de Teniente Coronel por su desempeño militar. Proclamado como Generalísimo y conferido a éste poderes absolutos para la defensa de la naciente república, fue derrotado y capturado por el Ejército español y encarcelado en la prisión de La Carraca en España, donde morirá el 24 de julio de 1816.
Indica sin embargo Lovera de Sola, que será Simón Bolívar, quien tras su viaje a Estados Unidos en 1807, eventualmente influenciado por los valores republicanos que dieran base a la Declaración de Independencia y eventual Constitución de ese país como país independiente, quien impulsaría definitivamente el ideal independentista en América del Sur.
Fue Venezuela el primer país suramericano en proclamar con victoria la independencia patria cuando Caracas declaró el 19 de abril de 1810 su total independencia con relación a España. Sin embargo, no es sino hasta el 5 de julio de 1811, en un Congreso convocado, que miembros de una Sociedad Patriótica convencieron a todos los congresistas menos uno, a proclamar la independencia, lo que da origen a la fundación del nuevo Estado. Miranda, fue eventualmente uno de los fundadores de la República de Venezuela estampando su firma en el documento constitutivo de su independencia el 5 de julio de 1811 como diputado por el Pao.
No obstante, no será sino hasta el 24 de junio de 1821, luego de la Batalla de Carabobo en la cual Bolívar derrota a Miguel de la Torre, que se consolida la independencia de Venezuela. Nuevas batallas serán libradas contra lo que se consideraban posiciones aisladas dentro del basto territorio, hasta que finalmente, con la conquista de Puerto Cabello por el General Antonio Páez, se completa el proceso de independencia nacional venezolano.
El ejemplo de Caracas fue seguido más adelante en mayo de 1810 po Argentina; el 20 de julio de 1810 por Colombia, la de Paraguay el 14 de mayo de 1811; por Chile el 18 de octubre de 1811; por México el 16 de octubre de 1811; y por Perú, aunque en forma más tardía, el 22 de julio de 1821.
Nos dice Mario Hernández Sánchez-Barba en su libro Simón Bolívar, Una pasión Política (2004), citando a su vez de Germán Carrera Damas en Casos de continuidad y ruptura: génesis teórica y práctica del proyecto americano de Simón Bolívar (2003), que la estructura del proyecto bolivariano enmarcaba en tres niveles: independencia “para dar curso a la cual resulta imprescindible integración multiterritorial, saliendo del estrecho límite provincial hasta conseguir una intencionalidad continental con un nuevo orden constitucional. Según el autor, Bolívar tenía una clara comprensión de la necesidad de establecer la integración de los países latinoamericano, tal como lo expresara desde su famosa Carta de Jamaica, como fundamento desde el cual “completar la obra de regeneración” apenas comenzada con la independencia de los distintos pueblos de América Latina. El proyecto, decía, para que tenga verdadero éxito, debe ser un proyecto con alcance continental.
El 15 de diciembre de 2006, el Presidente Hugo Chávez Frías, en un discurso pronunciado en Caracas, recordaba que habían pasado ya 30 años desde el momento en que como Subteniente juramentó cuatro soldados en las montañas aledañas a San Mateo en Anzoátegui: al Sargento Primero Mario Núñez; al Sargento Segundo Agustín Crescencio Moro y al Cabo Primero Tor y al soldado Silva, naciendo así el Ejército Bolivariano de Liberación del Pueblo de Venezuela. Todos ellos contaban con edades comprendidas entre los 18 a 23 años. Más adelante, en 1982 surgiría el Movimiento Bolivariano 200, el cual era una organización clandestina, conspirativa, que alimentó las condiciones para una década más tarde, el 4 de febrero de 1992, desembocar en la Rebelión que llevaría a prisión al hoy Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. La salida de prisión no fue sino un impulso a la organización de la lucha revolucionaria, esta vez desde la legalidad.
El trabajo desarrollado en los años siguientes desemboca en la fundación el 19 de abril de 1997 del “Movimiento V República”, cuya actividad política se extiende hasta 2007 en que comienza a desarrollarse la propuesta de lo que hoy es el Partido Socialista Unido de Venezuela y su propuesta de un Socialismo del Siglo XXI, que es la que hoy recibe de rojo, el 200 Aniversario de la proclamación de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela.
Los proyectos de integración desarrollados en los pasados años a escala continental como son la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA), PetroCaribe, Telesur, PetroSur, Banco del Sur, UNASUR, la propuesta creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), junto a los esfuerzos solidarios de la Revolución Bolivariana con la Resolución Cubana, el adelanto de las relaciones bilaterales con países como Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Brasil, Paraguay y Argentina, por solo mencionar algunos; junto al papel destacado llevado a cabo por Venezuela en la solidaridad con pueblos como el puertorriqueño en su lucha por la libre determinación e independencia, no son sino expresiones de reafirmación concreta en el legado de dos siglos de seguimiento a los ideales fundacionales de Simón Bolívar.
Las celebraciones del 200 Aniversario de la Proclamación de la Independencia de Venezuela, sin embargo, se producen dentro de la tristeza que golpea al pueblo venezolano, a ese pueblo humilde, pobre, revolucionario que hoy construye un nuevo futuro, que produce la condición de salud del Presidente Chávez. Periódicos como El País, desde España, no deja de acechar abiertamente como lo ha venido haciendo en los pasados años, circulando información desfavorable a Venezuela. Le tiene que picar en la piel a los herederos de aquel imperio derrotado por Sucre en la Batalla de Ayacucho, la cual marcó el fin de la dominación imperial es España en suelo sudamericano, que hoy los hijos de Bolívar reafirmen su voluntad descolonizadora, proponiendo la continuación del sueño unificador de patrias de este lado del Atlántico.
No sin razón, quizás sin pretender desenmascarar las opiniones circuladas en ese diario, Fidel Castro indica en una de sus Reflexiones del pasado 3 de julio, que el “Presidente de Venezuela es uno de los hombres que más ha hecho por la salud y educación de su pueblo” recordándonos que “Los enemigos externos e internos de Hugo Chávez están a merced de sus palabras y sus iniciativas.”
El proceso revolucionario venezolano ha dado importantes lecciones al conjunto de pueblos latinoamericanos en su ruta hacia la justicia social. En los años venideros esperamos ver consolidado el programa socialista hoy en construcción para desde él, afianzar aún más los valores integradores de esta América Latina de la cual también los puertorriqueños formamos parte. Recordando hoy las palabras de su himno nacional, exclamamos “Gloria al bravo pueblo” de la República Bolivariana de Venezuela.
5 de julio de 2011 |