Desde que se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Francia el pasado domingo, el debate que observamos en la prensa en Puerto Rico es si ganó o perdió la agrupación En Marcha, dirigida por el banquero neoliberal y derechista Emmanuel Macron, o la extrema derechista y neoliberal Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional.
En efecto, de once partidos o agrupaciones que concurrieron a las elecciones presidenciales, los dos más votados fueron En Marcha y el Frente Nacional. No obstante, ninguno de ellos logró obtener más del 30% del electorado. Los datos certificados por los organismos electorales franceses establecen que En Marcha obtuvo el respaldo del 24.1% de los electores mientras que el Frente Nacional, segundo en votos, obtuvo el 21.30% de los votos.
La agrupación Los Republicanos, siguió muy cerca en número de votos al Frente Nacional con un 20.01%; es decir, apenas cuatro por ciento por debajo del partido de Macron y 1.2% por debajo de Le Pen. El Partido Socialista de Benoit Hamon obtuvo apenas el 6.36% de los votos, lo que apunta a que las dos organizaciones que desde finales de la década de 1950 habían copado el espectro de la política francesa, los conservadores y los socialistas, han venido a menos siendo los principales perdedores en estas elecciones, mientras se levanta en el horizonte una nueva coalición de fuerzas de izquierda, ambientalistas y anti neoliberales, que bajo el nombre de Francia Insumisa se consolida como fuerza política obteniendo el 19,58% de los votos; es decir, 4.3% por debajo de Macron y 1.50% por debajo de los votos obtenidos por Le Pen. Si medimos el avance alcanzado por la agrupación Francia Insumisa, independientemente quedara fuera de las primeras dos posiciones para competir en una segunda vuelta, la verdadera ganadora del proceso, al menos estratégicamente hablando, es Francia Insumisa.
Se indica que Francia Insumisa logró captar el voto de alrededor del 30% de la juventud francesa. Se repite así fenómenos como los ocurridos en el Estado Español con la agrupación PODEMOS o lo ocurrido en Grecia con Syriza.
Nos indica Alberto Railotta, en un artículo publicado en Alai-Amlatina titulado Elecciones en Francia: El mismo guion con diferente actor principal, que Francia Insumisa ¨fue introduciendo en el debate cuestiones fundamentales, desde la necesidad de la convocatoria a una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Constitución que ponga fin a la ´monarquía presidencial´ de la Quinta República, pasando por la referencia de una revolución económica y social para poder llevar a cabo un ambicioso plan ecológico, para poder estructurar proyectos y ampliaciones de los planes sociales, entre muchas otras propuestas debatidas casi cotidianamente entre militantes y dirigentes del FI seguidas por miles de militantes a través de Internet.¨
Marc Bassets por su parte, en escrito publicado en la edición digital de El País de 24 de abril de 2017, ante la reacción habida de casi todas las agrupaciones políticas contrarias al programa del Frente Nacional, con la excepción de Francia Insumisa que postula la posición de tal determinación debe ser un asunto a decidir por la base de la organización, indica que apoyarán a Macron en la segunda vuelta para derrotar el triunfo de una extrema derecha. A tales efectos señala que se están dando las condiciones para la ¨formación de un frente republicano—una amplia coalición de izquierdas, centro y derecha—para evitar la victoria del Frente Nacional¨. Sin embargo, también llama la atención al lector de que una cosa es ganar la presidencia y otra obtener el control del parlamento. De hecho, indica a tales efectos, en referencia a ambas agrupaciones, ¨En Marcha¨ y el ¨Frente Nacional¨, que ¨no está claro que sus partidos tengan la suficiente tracción para conseguir los diputados necesarios para gobernar en las elecciones legislativas del 11 y 18 de junio¨. Indica Bassets que el ¨drama del FN en las elecciones recientes es que, por mucho que sea el partido más votado en elecciones regionales o municipales, en la segunda vuelta el resto de votante se une contra él y lo elimina.¨ Destaca cómo no es la primera ocasión en que ello ocurre, haciendo referencia a lo sucedido en las elecciones regionales de 2015, donde el Frente Nacional obtuvo en ellas el 40% de los votos, ganando en seis regiones, sin embargo, perdió y no gobierna en ninguna, manteniendo sólo dos diputados en la Asamblea Nacional.
Otro punto del debate nacional en Francia de cara a la segunda vuelta es la propuesta que presenta el Frente Nacional de realizar una consulta popular dirigida a que Francia abandone la Unión Europea y restablezca su propia moneda nacional, lo que anticipa, al igual que ocurrió en el Reino Unido de la Gran Bretaña, de llevar a cabo un denominado ¨Frexit¨ (similar a lo ocurrido con el ¨Brexit¨ británico), lo que ciertamente rechaza Macron y En Marcha. Éstos últimos, denominados ¨europeístas¨, rechazan cualquier noción de salida de Francia de la Unión Europea.
Las primeras encuestas realizadas por el instituto demoscópico Ipsos ante el resultado de las pasadas elecciones y la realidad de Francia moverse a una segunda vuelta, ante el apoyo recibido de aquellos partidos que ya se han expresado a favor del partido de Macron y en contra del Frente Nacional de Le Pen, es favorable al triunfo de En Marcha con un 62% de los votos frente a un 32% del Frente Nacional.
Lo que no deja de ser cierto es que al igual que en otros lugares, las fuerzas que impulsan el modelo neoliberal, las fuerzas denominadas como neo nazis, las extremas derechas ultra nacionalistas y la ideología fascista que acompaña a todas ellas ha tenido avances en Europa, y Francia no es la excepción.
Thierry Meyssan, en la página electrónica Red Voltairenet.org, bajo el título Los franceses hunden su propio barco, indica el pasado 25 de abril pasado, en referencia a ambos partidos, ¨En Marcha¨ y ¨Frente Nacional¨, que ¨la principal característica de los partidos fascistas es…el apoyo unánime que reciben de los poderes financieros.¨ Así también lo expresaba Jorge Dimitrov en sus escritos durante la década de 1930 al decir que el fascismo era la dictadura más cruel y terrorista de los sectores más chauvinistas del capital financiero.
Sin embargo, Meyssan llama la atención al hecho de que en el debate desarrollado en Francia en referencia a estas organizaciones, cómo el mismo ha girado en torno a si al momento de su creación, el Frente Nacional ¨reunía en su seno a los perdedores de la Segunda Guerra Mundial y de la política socialista de colonización de Argelia¨, concentrándose en la presencia en el momento fundacional del Frente Nacional de ¨unos cuantos personajes que colaboraron con el ocupante nazi¨, lo cual a juicio de Meyssan ¨les impide ver que el Frente Nacional de hoy no tiene nada absolutamente que ver esos individuos.¨ Señala que los opositores al Frente Nacional se empecinan en ¨ver al entonces subteniente Jean Marie Le Pen,--el padre de Marine, la hoy candidata a la presidencia—como responsable de los terribles abusos que Francia cometió en Argelia mientras que exonera de su enorme responsabilidad histórica a los dirigentes socialistas que trazaron la política colonialista de Francia en aquel país del norte de África, principalmente al terrible ministro francés del Interior de aquella época, François Mitterand, quien años más tarde habría de convertirse en presidente de Francia bajo la etiqueta del Partido Socialista.
Entre los personajes que también Meyssen menciona se encuentra un ministro fascista de nombre Charles De Gaulle, que rechazó el armisticio entre Francia y la Alemania nazi y que luego, junto a un personaje de la izquierda, Jaques Moulin, se lanza a la formación del movimiento de resistencia durante la ocupación nazi en Francia. También menciona a Robert Schuman, colega de Charles De Gaulle, que fue quien firmó el armisticio entre Francia y la Alemania nazi y luego, años más tarde, es quien funda la Comunidad Económica Europea y la actual Unión Europea, siguiendo el modelo nazi del ¨Nuevo Orden Europeo¨.
Ciertamente la tendencia que estará prevaleciendo en Francia de cara a la segunda vuelta será la unión de diversas fuerzas políticas francesas para la derrota del Frente Nacional. Pero si algo debe quedar claro es que no será tanto por sus características de derecha, sino por los intereses que pretenden continuar impulsando en Francia un modelo neoliberal dentro de la Unión Europea como lo visualiza Macron y no fuera de ella como lo impulsa Le Pen. De hecho, nada impediría a la agrupación En Marcha sumarse en un esfuerzo político conjunto con el Frente Nacional, si dentro de la propuesta del Frente Nacional no estuviera presente la opción del Frexit y el restablecimiento del franco como moneda internacional.
En los años siguientes al resultado de la segunda vuelta, estaremos presenciando el reto que represente el desarrollo y fortalecimiento de Francia Insumisa como nuevo fiel de la balanza en la política francesa. La política en Francia como en todo Europa está cambiando con nuevos interlocutores políticos y con un nuevo realineamiento de tendencias ideológicas. |