Camila Rodríguez Sáez

Representante de la Zona de Mayagüez del MINH y Dirigente de la Juventud Hostosiana (JH)

Mensaje ofrecido en los actos conmemorativos del 184 natalicio de Eugenio María de Hostos, 8 de enero, Hormigueros, Puerto Rico

Estamos en el año 2023, a 530 años de que comenzara o, más bien, intentaran nuestra dominación. No por uno, sino por dos imperios que trataron de doblegarnos. Aun así, hoy día se conoce los puertorriqueños por ser personas luchadoras y por tener el valor de estar dispuestas a dar la vida por la Patria. Tendremos otras debilidades, claro está. Por algo comenzamos este año aun siendo colonia. Pero ¿que queremos realmente para nuestra Patria y para los que anhelamos quedarnos aquí y vivir en ella?

Si me preguntas cuál es el Puerto Rico que quiero, es uno en el cual las luchas sean de todos y que donde ocurra una injusticia el pueblo pueda levantarse y estaremos ahí presente. Lo cual lo logramos con la libertad, la soberanía y el socialismo. Para mi generación y las futuras no quisiera ver cómo el sistema de educación se privatiza o llega al límite de la ineficiencia. Podemos tener una mejor educación y que sea más accesible para todos. Sin limitar recintos en las Universidades y aumentar los costos de matrícula. Que el sistema de educación público pueda tener materias como agricultura, arte, teatro o música. No que sean materias que escasa vez vemos en las escuelas. ¿Qué pasa con todas esas escuelas que cerraron y han dejado en el abandono? ¿Por qué no invadimos esos espacios y obtenemos esas escuelas y las volvemos escuelas comunitarias, creando poco a poco un cambio en las comunidades y haciendo las escuelas puntos de ayuda, educación y centro de acopio? Sigamos el ejemplo de esos pocos que ya comenzaron con proyectos así, como la escuela del Josco Bravo, que es una escuela agroecológica. Yo inclusive tuve la oportunidad de ir a un encuentro agroecológico en la UPR de Utuado, en la cual la mayoría de los participantes eran jóvenes con una preocupación genuina por cambiar la agricultura del país. Donde todos tenían proyectos ya encaminados y aunque el amor patrio prevalecía no había ningún partido político pues no pueden creer en algo que cuatrienio tras cuatrienio no ha funcionado. Enfoquémonos en temas como la agricultura y la educación que son la clave para el éxito de cualquier sociedad y es un derecho como el tener un sistema de salud eficiente en especial en momentos de catástrofes. Municipios como lo son Vieques y Culebra no cuentan con un hospital ni médicos en las islas. En caso de alguna situación, tienen que tomar un ferry y rogar llegar a tiempo a la isla grande. ¿Por qué tienen que vivir a ese límite cuando todos siempre dicen “sin salud nada” y que la salud es lo primero?

Si a todo le añadimos el no tener un sistema eléctrico confiable, en la cual nos engañaron y cada vez nos aumentan los costos de la factura y el sistema eléctrico empeora, añadiéndonos cada día más cuotas o recargos. Con empleados inexpertos haciendo más subcontratos por falta de conocimiento o destreza y justificando así su demora en el servicio. Cuando estaba en manos puertorriqueñas no era perfecto, sin embargo, estábamos en mejores condiciones que ahora. Si los millones que se le dieron a LUMA Energy hubieran estado en manos de una compañía nuestra, la historia podría haber sido distinta. Pero no quiero solo anhelar cosas que ya no pueden pasar. Aspiremos a, tal vez, un sistema energético alterno que sea más a la par con nuestra isla, como placas solares, pero sin invadir los terrenos agrícolas sembrando placas. La agricultura es nuestro futuro, todos comemos y lo importante que es poder producir lo que nos comemos y no depender de lo que nos llegue.

Como pueblo nos tocó comprender que la mejor ayuda es la del mismo pueblo. Como cuando a una madre le quitan su hija injustamente y se moviliza un pueblo en su ayuda. Cuando pretenden dañar nuestras costas, se derribaron murallas, hacen campamentos y nos dejamos sentir. Inclusive la música comienza a tener más sentido, comienzan a surgir artistas que desean llevar música de protesta, con un mensaje de esperanza de libertad. Ya no es cuestión de partidos políticos, ya es cuestión de qué es justo para el pueblo y qué no.

Muchas veces me dicen que la juventud esta dormida, que no se interesan por las cosas importantes para el país. Sin embargo, los hechos me dicen lo contrario. Veo una juventud con deseo de algo distinto, pero creo que debemos cambiar la estrategia, porque si seguimos haciendo lo mismo y obtenemos el mismo resultado, es la muestra que llegó nuestro momento de despertar, de reivindicarnos como organización y como país. Debería haber espacios donde todos tanto los jóvenes como los adultos puedan sentirse igualmente respetados y valorados. Necesitamos más alianzas, poder juntarnos sin mirar títulos, cargos políticos, ni religión. Hoy nos debe unir un llamado de unidad. Somo puertorriqueños y eso es lo que nos debe interesar. Llegar más allá de las alianzas locales y poder llegar a Latinoamérica y que conozcan nuestra historia porque, aunque no lo crean, muchos creen que somos felizmente parte de Estados Unidos. No podemos seguir dejando que cuenten nuestra historia. ¡Qué lindo sería poder segur el ejemplo de países como Colombia o Bolivia! Dejemos a un lado nuestros intereses propios y concentrémonos en nuestra misión principal: ver algún día nuestra patria libre. Pero queremos un país que lo gobernemos los propios puertorriqueños, que por primera vez nos dejen tomar las decisiones sin manos extrajeras buscando el interés propio.

En lo personal puedo decir que aspiro a ser como una Lolita Lebrón, Luisa Capetillo, mi madre y como un sinfín de mujeres que han dado su vida en servicio de la Patria. Mi madre, porque sin ella no estaría parada aquí hoy 8 de enero del 2023. Desde que tengo memoria, ella siempre me enseñó la importancia de nuestra bandera y me enseñó la verdadera historia de nuestra Patria. Leía libros de Juan Mari Brás y Pedro Albizu Campos, principalmente, porque sabía que la verdadera historia no la podía conseguir en ninguna fuente de internet o al menos no la historia completa. He tratado de dedicar mi vida en lo que puedo a mi ideal para el país. Yo doy la vida por mi Patria y tal vez no sea un Don Pedro Albizu Campos o un Eugenio María De Hostos, pero si todos damos la vida por la causa, no habrá enemigo que no tiemble pues no tenemos miedo.

¡Qué viva Puerto Rico Libre!