Ochenta y cinco años se cumplen este lunes de uno de los hechos más sangrientos sufridos por el pueblo boricua: La Masacre de Ponce. El 21 de marzo de 1937, un Domingo de Ramos, entre las calles Marina y Aurora, en el centro histórico de Ponce, ocurre la masacre provocada por disparos a mansalva de la policía del gobierno colonial de Puerto Rico. Ese día la Junta Nacionalista de Ponce tenía programada una actividad para conmemorar la Abolición de la Esclavitud de 1873, y al mismo tiempo protestar por el encarcelamiento de Don Pedro Albizu Campos y otros nacionalistas acusados de tratar de derrocar el gobierno colonial impuesto por Estados Unidos.
Pasadas las tres de la tarde los nacionalistas entonaron las notas de La Borinqueña, el himno nacional de Puerto Rico, y a los pocos minutos de iniciado el desfile la policía abrió fuego contra la multitud asesinando a 19 personas, entre ellas una mujer y una niña, nombrada Georgina Maldonado, y provocando heridas a otras doscientos personas. Ninguno de los policías que participaron en la masacre fueron procesados y el gobernador colonial de la época estuvo dos años más al frente del gobierno impuesto por los Estados Unidos. Fue una verdadera masacre la de Ponce, la ciudad natal de Don Pedro Albizu Campos, donde participé en 1993 como integrante de un panel con Laura Esperanza, hija de Don Pedro, el patriota boricua Rafael Cancel Miranda y el escritor y abogado Enrique Ayoroa. Los cubanos no olvidamos el apoyo de los puertorriqueños a la lucha por la independencia de Cuba. Su papel en la fundación en Nueva York del periódico PATRIA por José Martí el 14 de marzo de 1892, y la creación también por Martí el 10 de abril de ese mismo año del Partido Revolucionario Cubano, una organización fundada para lograr la independencia de Cuba y fomentar y auxiliar la de Puerto Rico. El diseño de las banderas de Cuba y Puerto Rico es el mismo, aunque con los colores invertidos. No es casual que en el principal Cementerio de La Habana reposen los restos de Doña Laura Meneses del Carpio, viuda de Albizu-Campos; del general del Ejército Libertador de Cuba Juan Rius Rivera, y de la poeta y periodista Lola Rodríguez de Tió, quien en uno de sus versos grabó para siempre la sentencia de que “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas sobre un mismo corazón”. Cuba y Puerto Rico fueron colonias de España; dos naciones invadidas en 1898 por fuerzas militares de Estados Unidos y entregadas a Washington, sin presencia de cubanos y boricuas, mediante el llamado Tratado de París, firmado el 10 de diciembre de 1898 en la capital francesa. La masacre de Ponce es uno de los grandes crímenes cometidos por el imperio y sus lacayos contra el pueblo de Puerto Rico, que continúa siendo hoy, para vergüenza del gobierno de los Estados Unidos, la colonia más antigua del mundo. La Habana, 21 de marzo de 2022.
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