Edwin González: Treinta años de solidaridad internacional |
Escrito por Redacción de CLARIDAD |
Sábado, 23 de Octubre de 2021 03:25 |
October 19, 2021 El pasado mes de septiembre Edwin González cumplió 30 años como delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba. CLARIDAD conversó con él para conocer más sobre su labor al frente de ese órgano político –insignia del independentismo puertorriqueño y de los lazos históricos de hermandad entre Puerto Rico y Cuba–, sus vínculos con su Patria y sus planes futuros.
¿Qué balance hace de su experiencia en los pasados 30 años al frente de la Misión de Puerto Rico en Cuba? Son 30 años y 55 de la fundación de la Misión, imagínate. Donde hemos llegado hoy es el resultado de una línea de trabajo que se ha ajustado a los tiempos. Recordemos que desde su comienzo ha tenido varios custodios políticos los cuales han compartido esa responsabilidad durante todas estas décadas y que se ha ido transformando para bien con el pasar de los años. El Movimiento Pro Independencia (MPI) fue su fundador, le siguió el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), después el Nuevo Movimiento Independentista Puertorriqueño (NMIP), y actualmente el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH). Son años acumulados en coyunturas diferentes de la lucha y con un gran resultado: lo que es hoy la Misión. Cada etapa tuvo su particularidad. Recuerdo cuando comencé designado como delegado por el PSP, la Misión, en la práctica, era un local del PSP, claro, concentrado en el trabajo internacional y el trabajo con Cuba. Hoy, basado en los mismos principios de su comienzo, se trabaja dirigido a una visión más amplia, unitaria ante el independentismo y más accesible a todos los puertorriqueños. Por ahí es donde vamos acomodándonos a estos tiempos. Así que podemos valorar, en general, que es un balance muy positivo, primero el hecho de que tengamos una Misión de Puerto Rico en Cuba, por más de 50 años, es una realidad, y hemos logrado defender el derecho que tenemos de tener relaciones con esta isla hermana, como dicta nuestra historia común. Además, hay que valorar también de que, como se sabe, la Misión es parte de y depende de la lucha que desarrollamos en Puerto Rico, así que considero que vamos a la par con las alzas y las bajas naturales de la lucha. Sobre las principales tareas y responsabilidades, creo que se ha avanzado y nos hemos integrado con más fuerza al trabajo internacional. Es gratificante que la Misión sea parte de esa gran hazaña del independentismo que históricamente ha construido las relaciones internacionales. Con orgullo podemos decir que son pocos los movimientos de liberación que lo han logrado, aun con la traba de que no somos gobierno, pero ha sido muy impresionante y consecuente lo que hemos logrado en la denuncia por el mundo del colonialismo y en la defensa al derecho que tenemos a la independencia. Te digo más: al día de hoy, el independentismo tiene relación con Gobiernos, partidos políticos, además de presencia y espacios en organizaciones internacionales, como en el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), el Foro de Sao Paulo, entre otras, y hay que destacar también el trabajo que por décadas se ha realizado en el Comité de Descolonización de la ONU. Es un esfuerzo constante y un trabajo de hormiguita de día a día, que ha conllevado resultados y avances en el reconocimiento y el apoyo a nuestra lucha. La otra gran tarea y responsabilidad es la de seguir estrechando las relaciones con Cuba, que es parte del esfuerzo de la Misión, siendo fiel a la historia. Nuestra presencia en La Habana nos convierte en facilitador de esa gestión. El reconocimiento que hemos ganado ante las autoridades, instituciones, organismos. También, insertarnos en el trabajo con las Embajadas acreditadas en La Habana, en busca de más reconocimiento en esa área. Creo que sí se avanza, y hay que seguir en esa línea de trabajo. Llevar a que la Misión sea un espacio de todas y todos los puertorriqueños en cuanto a la relación con Cuba, y me refiero a apoyar los esfuerzos que se realizan de la diversidad de intercambios culturales, académicos, el turismo social y tantas otras gestiones que se realizan desde Puerto Rico. Tenemos que reconocer que falta mucho por hacer en divulgar en Puerto Rico que tenemos una Misión en Cuba. Luego de tres décadas, ¿dónde se encuentran hoy las relaciones entre Puerto Rico y Cuba? Te puedo decir que hoy estamos a la altura que podemos estar. Es una relación en que nos esforzamos ambas partes. Con el ejemplo realizado por nuestros patriotas que luchaban indistintamente por la independencia de Puerto Rico como por la de Cuba. Agradecemos y respetamos el compromiso permanente de Cuba a nuestra lucha, que es incuestionable, lo acabamos de ver estos días en el esfuerzo para lograr el pronunciamiento de la Cumbre de CELAC sobre Puerto Rico, nos consta el trabajo realizado. Y de nuestra parte reconocer todo lo que se hace desde Puerto Rico por mantener y fortalecer esta relación. Te cuento primero que la misma presencia de la Misión es el principal reto a esa política nefasta de que esta prohibido venir a isla. Son constantes y muchos los esfuerzos solidarios que se expresan de diferentes formas. Desde la Brigada Juan Rius Rivera, que viaja anualmente para hacer sentir esa solidaridad directamente con el pueblo cubano, y destacar el esfuerzo que se realiza hoy para fomentar que viaje a Cuba todo el puertorriqueño o puertorriqueña que desee y conozca de primera mano la realidad cubana. Y Cuba celebra anualmente la tradicional Jornada de Solidaridad con Puerto Rico auspiciada por el Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP), esta jornada es la más antigua en el mundo que se celebra en apoyo a nosotros, y consiste de varios días de actividades solidarias. Tenemos una responsabilidad mutua en este esfuerzo. Igual que Cuba tiene permanentemente en su agenda el apoyo a Puerto Rico nosotros debemos mantenerla permanente también en la nuestra. ¿Cómo describiría el apoyo histórico de Cuba a la independencia de Puerto Rico? Es como nosotros, simplemente es de principio histórico, nos corre por las venas. Son consecuentes con nuestra historia común. El triunfo de la Revolución Cubana vino a fortalecer ese legado de siglos anteriores, fortaleciendo esa visión Martiana, que junto a los patriotas Boricuas entendían de que la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico es una sola, institucionalmente señalado en el Programa del Partido Revolucionario Cubano (PRC) en su primer artículo desde su creación. La Revolución ha sido Martina en ese compromiso histórico, en la actualidad [cuenta] con una gran tarea de seguir con ese compromiso en este nuevo siglo, con difíciles y nuevas realidades. ¿Cómo es su día a día al frente de la Misión? Bueno, decirte que en principio hacemos las mismas tareas diarias todos los días, pero ningún día es igual, por la diversidad de trabajo. Siempre se comienza y es importante divulgar las noticias y acontecimientos en Puerto Rico, claro, del punto de vista del independentismo. Esta información se envía a Embajadas, instituciones y organismos cubanos y a medios de prensa. La damos seguimiento constante a las fechas conmemorativas de Puerto Rico, que las trabajamos durante todo el año, estas se divulgan, o se realiza una actividad, esto es importante porque mantenemos siempre activo el tema de nuestro País. Lo otro es atender gestiones desde y para Puerto Rico, por ejemplo, divulgar eventos que se realizarán en Cuba y que desean participación de la Isla. Importante es la atención a las y los puertorriqueños, grupos y personas individuales, que están de visita, que siempre pasan o por lo menos se comunican con la Misión. Participamos de las invitaciones, de conferencias, actividades de las Embajadas y de las instituciones cubanas, etc. Para nosotros es importante marcar esa presencia siempre a nombre de Puerto Rico. ¿Cuál ha sido la experiencia más grande que ha tenido en estos 30 años como delegado? Experiencia… podemos decir que fue la visita de Fidel Castro a la Misión como parte de las actividades por su 30 aniversario, en julio de 1996. Fue inolvidable, con solo su presencia se reiteraba el apoyo a la lucha por la independencia y la importancia de la misma Misión. Eran acostumbrados los encuentros de él con nuestros dirigentes, pero esa visita fue un momento importantísimo y diferente para nuestras relaciones. Durante esos años comenzaba un gran esfuerzo de llevar grupos de puertorriqueños, en correspondencia a que Cuba comenzaba a desarrollar el turismo. Decirte que para ese aniversario viajaron centenares de boricuas para las actividades, dentro de ellos, todo el liderato independentista histórico vinculado a la Misión. Todos tuvimos el privilegio de compartir de ese histórico encuentro con Fidel. ¿Cómo compagina su vida y su labor en Cuba con el resto de su familia en Puerto Rico? Mira, en estos últimos años hemos estado más cerca, con los nuevos métodos de comunicación. Pero imagínate 30 años atrás, que la comunicación con Cuba era prácticamente inaccesible y difícil, básicamente [solo] las cosas políticas. Cuando mi familia hablaba de mi decían “imagínate ese muchacho que anda por allá en Cuba”, como si yo estuviera en el fin del mundo, o sea, lejísimo de PR. Claro, las cosas fueron cambiando yo comencé a viajar con mas regularidad a la isla. Por realidades naturales, comencé a crear mi familia, y las cosas cambiaban para bien, así que había que conocerse, logramos que mis padres viajaran en varias ocasiones a visitarnos y que pudieran ver que no vivía en el fin del mundo. Mis hermanos han viajado más recientemente y con proyecciones de seguir viniendo. Y ahora en este nuevo mundo tecnológico mantenemos comunicación con regularidad. Sobre esto de las familias también tengo que decirte que tengo otra gran familia que son las compañeras y compañeros de lucha que han estado conmigo desde el primer día que llegue hace 30 años atrás, que sabían que no estaba en el fin del mundo, sino trabajando en la Misión en Cuba. Es increíble que durante tanto tiempo y [aun] en la lejanía nos mantenemos en el mismo frente de lucha, cado uno con su visión, en su tarea, pero en la lucha. Les tengo agradecer mucho, porque siempre han estado ahí, si hace falta algo de trabajo, para la Misión o en lo personal, solo hay que plantearlo y son muchos los que levantan la mano agitándola, diciendo “hey, estoy aquí, en qué puedo ayudar, y eso vale mucho. Por eso nosotros, desde acá, tenemos la responsabilidad de responder igual ante cualquier petición, en defensa y respeto a esa gran amistad. ¿Está entre sus planes regresar algún día a Puerto Rico? Claro, está presente en [mi] pensamiento todos los días, tú sabes que los boricuas somos expertos en eso de tener nostalgia por la Patria. Pero hay una realidad que no se limita a simplemente regresar, hoy en día hay que pensar en familia, una familia compuesta por cubanos y puertorriqueños. Creo que tenemos la oportunidad y el reto de encaminar lo [que] debería ser normal entre nuestras islas; impulsar el hecho de que podamos mantener el vínculo, vivir, trabajar o estudiar y el derecho de hacer vida en cualquiera de las islas. Sería importante y me gustaría junto a mi familia aportar a ese sueño, que el ir y venir sea parte de nuestras vidas, y porqué no, la historia está ahí. ¿Qué planes tiene preparados para el futuro de la Misión Bueno, no yo, sino la lucha, pero creo [que] debería encaminarse por fortalecer lo que hacemos hoy: seguir avanzando en el trabajo internacional, que es la esencia de su trabajo, estrechamente vincula a [la] lucha y que su labor se conozca más en la patria; seguir fortaleciendo su institucionalidad ante las autoridades cubanas y en general para hacerla necesaria en el batallar diario. Aprovechar de sobremanera su presencia en La Habana, y poder insertarnos aún más en la gran dinámica diplomática que existe, en beneficio de la lucha. Seguir estrechando los lazos de trabajo y amistad con este país y que los esfuerzos de solidaridad entre nosotros sean uno solo. En Puerto Rico, seguir trabajando el apoyo necesario que se brinda desde la organización, específicamente, los que se han ganado el nombre de Amigos de la Misión, que siempre están ahí, nuestro agradecimiento y tantos otros que son colaboradores constante. Como comentaba antes, trabajar más para que se conozca más, que existe por y para la lucha. Y el gran reto es mantenerla a la altura a lo que Juan Mari Brás bautizara como “primera y única Embajada de Puerto Rico”. |
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