La Masacre de Ponce del 21 de marzo de 1937 marcó su vida. Tanto su padre como su madre de crianza marcharon ese Domingo de Ramos y sobrevivieron milagrosamente al arrastrarse sobre las víctimas abatidas por órdenes del general estadounidense Blanton Winship. Nunca olvidó el traje blanco de su madre manchado con la sangre de patriotas. Ese día se juró combatir al monstruo opresor de su Patria.
La Patria está de luto. El prócer Rafael Cancel Miranda ha ido a morar al Gran Yunque donde habitan las conciencias de los grandes hombres y mujeres cuya obra han marcado el rumbo de la nación puertorriqueña. El patriota y exprisionero político partió a la eternidad el 2 de marzo a las 9:10 de la noche en su hogar en Río Piedras.
La salud de Cancel Miranda se vio comprometida en las últimas semanas debido a su avanzada edad. Lo acompañaron en su despedida de esta vida terrena sus familiares y algunos de sus más queridos compañeros de lucha, informaron su viuda María de los Ángeles Vázquez y su hijo menor, Rafael Cancel Vázquez.
Cancel Miranda era el último sobreviviente del comando nacionalista que llevó a cabo el ataque a la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos el 1 de marzo de 1954. La vida le regaló fallecer un día después del 66 aniversario de su gesta gloriosa.
Hombre de profundas convicciones, su amor por la Patria era incuestionable. Ofreció su vida en aras de la libertad para Puerto Rico a los 23 años, sabiendo que tal vez nunca más volvería a ver sus dos hijos mayores, entonces con edades de tres y un año.
Partió a la eternidad sin haber logrado realizar sus dos sueños más preciados, la libertad de Puerto Rico y la unidad entre las diversas facciones del independentismo.
Cancel Miranda nació el 18 de julio de 1930 en el barrio Dulces Labios de Mayagüez. Fueron sus padres el líder nacionalista Rafael Cancel Rodríguez y Rosa Miranda Pérez. Cancel Rodríguez era el dueño de la reconocida mueblería mayagüezana, La Puertorriqueña. Miranda Pérez, era natural de barrio Córcega de Rincón, su familia se dedicaba a la pesca. La madre del prócer falleció poco tiempo después de su nacimiento.
Cancel Miranda se formó en una familia nacionalista. Cancel Rodríguez era íntimo amigo de don Pedro Albizu Campos y presidía el Capítulo de Mayagüez del Partido Nacionalista de Puerto Rico (PNPR) y su madre de crianza era miembro de las Hijas de la Libertad, una organización de mujeres no partidistas y rama femenina del Partido Nacionalista.
La Masacre de Ponce del 21 de marzo de 1937 marcó su vida. Tanto su padre como su madre de crianza marcharon ese Domingo de Ramos y sobrevivieron milagrosamente al arrastrarse sobre las víctimas abatidas por órdenes del general estadounidense Blanton Winship. Nunca olvidó el traje blanco de su madre manchado con la sangre de patriotas. Ese día se juró combatir al monstruo opresor de su Patria.
A los 15 años se integró a los Cadetes de la República, rama juvenil del Partido Nacionalista. Fue uno de los jóvenes que recibió a Albizu Campos a su regreso a Puerto Rico en 1947. Cuando cumplió 18 años fue sentenciado a dos años de prisión por negarse a ingresar en el ejército estadunidense. Luego de la Revolución de 1950 su padre fue encarcelado y Cancel Miranda se autoexilió en Cuba para evitar ser arrestado. Cuando Batista dio el golpe de Estado en Cuba en 1952 con ayuda estadounidense el patriota tuvo que abandonar la mayor de Las Antillas y se trasladó a la Ciudad de Nueva.
Junto a Lolita Lebrón, Irving Flores y Andrés Figueroa atacaron el hemiciclo de la Cámara de Representantes en Washington el 1 de marzo de 1954. Los patriotas fueron arrestados y condenados a muerte, pero el presidente Harry Truman conmutó la sentencia a cadena perpetua. Cancel Miranda fue el único de los presos políticos que estuvo en el infame presidio de Alcatraz. El 10 de septiembre de 1979 bajo presión internacional, el Presidente estadounidense Jimmy Carter les concedió la amnistía, después de 25 años en prisión.
Desde su llegada a Puerto Rico Cancel Miranda se integró al movimiento independentista. Apoyó las causas justas, la lucha contra la desigualdad social y abogó por la conservación del medio ambiente.
Alma sensible, escribió versos de inmensa profundidad y fervoroso amor a la Patria. Publicó nueve libros. En 2013, recibió el Gran Premio Nacional Ricardo Alegría.
Rafael Cancel Miranda fue un ser excepcional que puso sus intereses personales a un lado en busca del bienestar colectivo de todos los puertorriqueños. Su lucha trascendió el independentismo al constituirse en ejemplo de verticalidad y compromiso comunitario.
Tuve el privilegio de conocer tanto a Cancel Miranda como a su padre Cancel Rodríguez. Hombres bravos de profundos valores e inmensa sabiduría. Ambos poseían una sonrisa franca que iluminaba sus rostros y a través de su mirada de transmitían una calidez que te arropaba el alma. Transpiraban amor a la Patria y orgullo de ser puertorriqueños.
Hoy estamos tristes ante la partida de uno de nuestros grandes, pero su gesta es nuestro legado. Debemos mantener viva su historia y asegurarnos que las nuevas generaciones conozcan su compromiso con la Patria. No podemos permitir que el oficialismo oculte su inmensidad y la de sus compañeros, Lolita, Irving y Andrés.
Las exequias fúnebres de don Rafael Cancel Miranda se llevarán a cabo en San Juan y Mayagüez, donde descansarán sus restos mortales. El prócer pidió que no se honre su memoria bajando las banderas a media asta.
La lucha está viva, el objetivo sigue siendo el mismo: Puerto Rico, ¡libre!
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