Después de tres semanas casi interrumpidas de movilizaciones, la situación en Haití está llegando a un punto realmente crítico, y el pueblo haitiano necesita saber que desde toda Nuestra América, les estamos acompañando en sus reclamos y lucha frontal. Encontrarán mucho más información en el blog https://haitinominustah.info, y por FB: Haiti NO Minustah
Invitamos a sumar la firma de su organización, haciendo clic aquí, en la medida posible hasta el miércoles, 9 de octubre.
Publicaremos la Carta con nómina completa de firmas el jueves, 10 de octubre, en esos mismos lugares, la haremos llegar a las organizaciones y medios populares en Haití, así como a la ONU. En varios países se están realizando actos de solidaridad y reclamo, frente a las embajadas de Haití, las embajadas de EE.UU., las oficinas de la ONU.
Al pueblo de Haití
Sus organizaciones y movimientos populares
Desde los más diversos rincones y sectores de nuestra América, queremos hacerles llegar nuestra solidaridad y apoyo en la lucha frontal que vienen dando, en las calles y por todas las vías, tras un reclamo justo y urgente.
Un reclamo que se alza como grito ensordecedor, exigiendo la renuncia del presidente Jovenel Moïse, su gobierno y el parlamento por no tener ya ningún viso de legitimidad ni de capacidad para gobernar. Un reclamo de dignidad y libertad que se levanta desde el hartazgo del hambre y la miseria planificada, el saqueo y la corrupción descarados, la violencia institucional y de bandas criminales en connivencia con el gobierno y la embajada de EE.UU.y el ninguneo y avasallamiento internacional. Un reclamo que por su persistencia y masividad deja en evidencia que, pese a todos los poderes reunidos en su contra, el pueblo tiene la responsabilidad, el derecho y la capacidad de construir su propio destino.
El consenso de la sociedad haitiana es unánime en el rechazo a la continuidad del régimen neoduvalierista PHTK, a la presencia humillante de la ONU y toda injerencia extranjera. Los más vastos sectores sociales, desde los empresarios hasta el campesinado, las y los obreros, trabajadores, cuentapropistas, intelectuales, profesionales, la Iglesia Católica, estudiantes, mujeres, artistas, todo el espectro político de la oposición haitiana se niegan a seguir reconociendo un régimen con intereses ajenos a los suyos, que le condena y le sacrifica al hambre y las más brutales privaciones, para servir a potencias extranjeras.
Hacemos nuestro su reclamo ante la ONU, la OEA, los gobiernos de EE.UU. y todo el Grupo Core, los países –muchos de América latina- que durante años mantuvieron tropas militares y policiales de ocupación al mejor estilo colonial saqueador, invirtiendo miles de millones de dólares para imponer su proyecto de “estabilidad” y de “justicia” a través de la MINUSTAH, la MINUJUSTH y elecciones fraudulentas como las que colocaron primero a Michel Martelly y después a Jovenel Moïse en la presidencia.
Exigimos a esos poderes que abandonen la falsa caracterización y demonización que hacen de Haití y que respeten su derecho a la autodeterminación. El pueblo de Haití, Ustedes, no precisan tutela política. Necesitan que les dejen en paz para poder atender la dramática situación de necesidad de millones de personas sin vivienda, agua potable, electricidad, saneamiento, sin trabajo, sin acceso a la alimentación imprescindible; situación infame en que los han dejado estos supuestos protectores.
Reclamamos a los gobiernos de EEUU, Francia, Canadá, Brasil, la Unión Europea e instituciones multilaterales, con sus transnacionales que se benefician con los salarios más bajos del hemisferio, que cesen en su afán de explotar los vastos yacimientos de oro, petróleo y cuanta riqueza le queda aún al pueblo haitiano tras 500 años de pillaje colonial. Es hora de dejar de intervenir para mantener a un gobierno cuyo único sostén viene de afuera, por su voluntad manifiesta de seguir reforzando el sistema neocolonialista que impulsa sobre todo EE.UU., contra Haití y la región entera, como se vio en el apoyo dado por Moïse al golpe de Estado en Venezuela. Hemos visto que el pueblo haitiano rechaza rotundamente esta estrategia intervencionista.
Alzamos nuestras voces para apoyar las reivindicaciones populares que desde hace meses levantan con cada vez mayor unidad y fuerza. Entre ellas, la necesidad de una transición de ruptura que acabe con el sistema anti-popular para poner a la mujer y al hombre haitiano en el centro de las preocupaciones sociales, económicas, culturales, políticas y estatales; juicio a los culpables del robo de los fondos de la cooperación venezolana Petrocaribe y de las masacres en los barrios populares; una conferencia nacional soberana (diálogo entre haitianas y haitianos) para encarar los urgentes problemas que enfrentan a partir de la participación amplia y vinculante de sus partidos políticos, organizaciones y movimientos populares.
Frente a la represión desatada contra los cientos de miles de manifestantes, con 19 muertos y 189 heridos en pocas semanas, nos ponemos de pie para exigir el respeto de sus Vidas y Dignidad, de todos los Derechos Humanos que les asisten. Cuando un pueblo es sometido, torturado, oprimido por un invasor, goza del sagrado derecho a la Rebelión. Nadie mejor que el pueblo haitiano lo sabe y lo ha practicado, al igual que todos los pueblos libres del mundo. La hora ha llegado.
Exigimos a la ONU, a los gobiernos de nuestros países, que reconozcan y respeten la justa pretensión que ejercen de construir su propio destino. Los instamos a asumir que es el momento histórico de saldar las deudas que tienen con Uds., de indemnizarles y hacer reparaciones por todos los crímenes cometidos, por la humillación y arbitrariedad de 15 años de ocupación militar, golpes de estado, fraudes electorales, decenas de miles de muertos con el genocidio del cólera introducido por la MINUSTAH, los asesinatos selectivos, la represión constante contra toda manifestación popular, las masacres de población civil, las violaciones y abusos sexuales perpetrados a niños, mujeres y jóvenes a quienes arruinaron sus vidas.
Sumamos también nuestro rechazo al despliegue de una nueva misión de la ONU, la BINUH, el próximo 16 de octubre, sobre todo en ausencia de esa debida reparación. Como Uds. bien denuncian, sería una infamia y una violación flagrante del derecho internacional ya demasiado bastardeado, con el mismo desprecio hacia el pueblo haitiano y el mismo apoyo a las fuerzas más retrógradas de vuestro país.
Hermanas y hermanos haitianos, han dicho BASTA, y nosotros, los pueblos de la región, decimos BASTA con Uds. Siempre alumbrando caminos de liberación de la esclavitud de ayer y de hoy, solidarios con todos los pueblos en lucha, no están solos. Hoy se juega en Haití el futuro de Nuestra América. ¡Su lucha es la nuestra!
¡Viva Haití Libre y Soberana!
¡Viva la unidad y la lucha del Pueblo Haitiano!
¡Basta de tutelaje imperial y falsas misiones de paz de la ONU y el Grupo Core!
¡Indemnización y Reparaciones Ya! |