(Nueva York, 22 de septiembre, 2019 | NCM) Con la presencia destacada de exprisioneros políticos, veteranos de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional y el Ejército Popular Boricua, una marcha de cientos de independentistas puertorriqueños cruzó (el 21 de septiembre) buena parte de Manhattan y llegó a las inmediaciones de la sede de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
Eran notables los rostros de asombro de transeúntes y público, que se quedaban con la boca abierta, al encontrarse con la marcha, que avanzaba bordeando el lado sur del Parque Central por la calle 59 para luego continuar su ruta a lo largo de la Segunda Avenida hasta llegar a la ONU.
La policía de Nueva York escoltaba a los manifestantes y detenía el tránsito en las intersecciones, según avanzaba la marcha.
El evento de Nueva York formó parte de un concierto de acciones de los independentistas de Puerto Rico durante este mes de septiembre. Eso ha incluido la presencia de una delegación de diversos grupos puertorriqueños en Cuba, entre ellos el Partido Independentista Puertorriqueño, y de la jefatura del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano en un seminario sobre descolonización convocado por la ONU en la posesión estadounidense de Guam, en el Pacífico.
Los independentistas no son el único sector que ha estado muy activo durante este mes de septiembre. El movimiento anexionista, que busca convertir a Puerto Rico en un estado de la Unión, ha estado muy activo en Washington, aunque hasta ahora no ha logrado el objetivo estratégico de ser recibido por la oficina presidencial de la Casa Blanca.
Esta ronda de esfuerzos de independentistas y anexionistas por adelantar sus respectivas causas se producen luego de que las intensas jornadas callejeras de julio pasado -en las que tomaron parte cientos de miles- resultaron en el derrocamiento del gobernador anexionista Ricardo Rosselló. El mes pasado hubo dos intentonas de golpe por parte de aspirantes anexionistas a suceder a Rosselló, pero ambas fracasaron.
Desde entonces, se mantiene en el Palacio de Santa Catalina, en virtud del orden de sucesión constitucional, la anexionista Wanda Vázquez. Pero, la Casa Blanca ha dejado saber que la considera corrupta y a cargo de un gobierno también corrupto, según ha informado el periódico Caribbean Business, principal voz de los sectores financieros en Puerto Rico.
Aunque durante el alzamiento de julio hubo encontronazos de la policía antimotines con miles de manifestantes y algunos lesionados, se trató de un alzamiento principalmente pacífico.
También fue pacífica la marcha de Nueva York, aunque se percibía el aroma rebelde.
Detrás de los ocho veteranos de las FALN y los Macheteros, marchaban mujeres uniformadas con el traje gris y una banda en tonos de azul que representaba el que usó Lolita Lebrón, de quien este año se conmemora el centenario y que fue la comandante de campo del ataque al Congreso efectuado en 1954 por el Partido Nacionalista de Puerto Rico. Muchos jóvenes participaron en la manifestación, algunos de ellos luciendo boinas negras con una insignia de machete rojo sobre fondo blanco.
“Si los Yanquis no se van, en Borinquen morirán” y “todo boricua Machetero”, fueron algunas de las consignas que coreaban los independentistas, que fueron recibidos a su llegada al parque aledaño a la ONU por una manifestación de la república africana de Zimbawe, que protestaba contra las sanciones que le impone Estados Unidos desde 2002. Ambos grupos, que se suponía harían sus actos en zonas separadas por vallas, se unieron, compartieron tribuna y expresaron mutuamente su solidaridad.
En agosto, la Casa Blanca renovó las sanciones contra Zimbawe, en virtud del decreto de estado de “emergencia nacional” con la alegación de que la nación africana representa una “amenaza” a la política exterior de EEUU. La decisión de mantener las sanciones se produjo a pesar de que 14 países africanos han pedido que se eliminen para que Zimbawe pueda superar la profunda crisis económica.
En el caso de Puerto Rico, sometido por Washington al régimen de una junta de control fiscal, la Casa Blanca insiste en no enviar miles de millones de dólares para ayudas de reconstrucción tras los huracanes y se opone a que la nación isleña cobre impuestos a empresas estadounidenses. Mientras tanto, en Puerto Rico, la junta busca el empobrecimiento sistemático para pagarle la inmensa deuda a los mercados de Wall Street.
“Camaradas en una lucha, una lucha contra el imperialismo”, fue uno de los mensajes de los manifestantes de Zimbawe, que no dudaban en expresar “independencia para Puerto Rico”. Las banderas de la nación africana y la caribeña ondearon juntas.
La singular manifestación de los independentistas puertorriqueños fue uno de los eventos de protestas que ocurrieron en diversos puntos de la ciudad de Nueva York el viernes y el sábado, el principal de los cuales fue la huelga juvenil contra el calentamiento global -que se llevó a cabo de manera simultánea en diversos países- para reclamar una intervención contundente de la ONU sobre ese problema. De hecho, el también denominado cambio climático es tema principal en esta etapa de la sesión 74 de la Asamblea General de la ONU.
Al cierre de esta crónica, se esperaba que hoy domingo se den cita miles de puertorriqueños en la avenida Grand Concourse, para el desfile puertorriqueño del condado del Bronx. Esa actividad, de carácter cívico, este año se enfoca en el tema de la diversidad.
Precisamente del Bronx, el asambleísta estatal José Rivera (demócrata del distrito 78) fue el único político electo que fue visto en la manifestación independentista de ayer sábado. El legislador del Sur del Bronx, natural de la barriada La Perla de San Juan, estuvo preso en 2001 como parte de la lucha de desobediencia civil para sacar la Armada de EEUU de la isla puertorriqueña de Vieques.
La marcha de Nueva York fue convocada por la coalición Frente Independentista Boricua”, en la que participan, entre otros, el Partido Independentista Puertorriqueño, A call to action on Puerto Rico y Boricua Resistance, de Nueva York y Chicago.
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