Escrito por Movimiento Independentista Nacional Hostosiano
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Miércoles, 03 de Octubre de 2018 01:42 |
El gobernador Ricardo Rosselló ha hecho gala de la más profunda y peligrosa ignorancia que puede exhibir un líder político. Ha echado la suerte del pueblo venezolano con el asesino de Catia, Antonio Ledezma.
Mientras fungía como encargado de la policía asesinaron a 200 presos en el retén de Catia durante la rebelión de los presos el 27 de noviembre de 1992. Como alcalde de Caracas en los periodos de 2008 y 2013, despidió a 2,252 trabajadores y le congeló las pensiones a los jubilados.
En el 2015 fue imputado por los delitos de conspiración y asociación para delinquir por su participación en la Operación Jericó que pretendía derrocar al gobierno venezolano mediante el bombardeo de instituciones gubernamentales y la sede de TeleSur. Por estas acusaciones fue recluido en la prisión militar de Ramo Verde, y en el 2016 se le otorgó casa por cárcel como medida humanitaria. En noviembre de 2017 huyó de Venezuela hacia España y pidió asilo político.
En febrero de 2018 visitó Washington para pedir un ¨Plan Venezuela¨, buscando allanar el terreno internacional para una intervención humanitaria.
Ahora pretenden utilizar a Puerto Rico como plataforma de lanzamiento de una ¨Comisión de Reconstrucción de Venezuela¨, en un país que lucha para construirse tras 120 años de colonialismo, quiebra económica y desastre humanitario producido por las políticas neoliberales, la ineptitud y la corrupción.
Los puertorriqueños no podemos ser cómplice de una intervención en Venezuela donde no solo se perderían miles de vida de venezolanos, sino que sería el comienzo de convertir a América Latina en una región de guerras, expolios, desintegración, tal como ha sido el resultado de las intervenciones ¨humanitarias¨ de EEUU en Afganistán, Iraq, Libia y Siria.
La palabra democracia en los labios de Antonio Ledezma suena a crimen contra la humanidad. Las pretensiones del gobierno títere de la colonia de Puerto Rico regida por una dictadura de una Junta de Control Fiscal, no solo es una aberración, es el acto de lacayismo institucionalizado mas patético que puede hacer el gobierno de Rosselló.
¡Dejen a América Latina en paz! ¡Fuera los esbirros del imperialismo!
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