Convocados por el XXIV Foro de Sao Paulo, más de 400 delegados de partidos y movimientos de izquierda de América Latina y el Caribe se reúnen una vez más en la capital cubana para debatir sobre la necesidad de la unidad ante la ofensiva de la derecha en la región.
Mónica Valente, secretaria Ejecutiva del Foro, destacó la importancia estratégica y política que tiene realizar este XXIV encuentro en La Habana, Cuba.
Fundado a comienzos de los años 90 del siglo pasado por el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el dirigente político brasileño y luego presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el organismo sesiona en un contexto de ataques contra las fuerzas progresistas y de izquierda, utilizando métodos de guerra no convencional, pero también tras registrarse una victoria histórica en las elecciones mexicanas y un avance sin precedentes en Colombia, donde Gustavo Petro se llevó más de 40% de los votos.
“La idea visionaria de estos dos líderes de constituir una plataforma política antiimperialista y antinoealiberal, bajo la consigna de la unidad y el consenso, parecía una utopía que jamás podríamos alcanzar”, dijo Valente en su discurso inaugural.
“Pero a lo largo de los años, las ideas de una América Latina y el Caribe soberana, integrada, con desarrollo económico y social para todas y todos, se mostró posible, verdadera, concreta”, añadió. “Desde Hugo Chávez en 1998 empezamos a construir una alternativa real de un nuevo presente y un nuevo futuro para nuestros pueblos”.
Valente citó entre los logros de la etapa precedente el fortalecimiento de Mercosur, la creación de Unasur, el Alba, Petrocaribe y finalmente la Celac, con la proclama de América Latina como zona de paz.
Sin embargo, alertó que, al igual que en los años 90, hoy se vive una “fuerte contraofensiva del imperlialismo y del neliberalismo”.
“No es poco decir que los ataques que sufrimos son los más brutales que podíamos imaginar cuando estábamos construyendo esta nueva América Latina y el Caribe”, señaló.
La Secretaria Ejecutiva reconoció que mucho de lo que se sufre en la actualidad se debe a “nuestros propios errores”, sin embargo, no se puede dejar de considerar también que “esa brutal contraofensiva es una reacción del capitalismo en su forma más salvaje, con alto grado de concentración de capitales en las trasnacionales”.
“En política, resistir vale tanto como arremeter”, dijo y citó los ejemplos de la revolución bolivariana, la Nicaragua sandinista y la lucha por la libertad de Lula, que se mantiene como favorito para las próximas elecciones en su país, a pesar de la persecución política en su contra.
Valente llamó a hacer un análisis profundo de la situación actual y cuáles son las fuerzas y condiciones de la izquierda. “Este XXIV puede tener la misma importancia histórica de los años 90 cuando cayó el Muro de Berlín”, dijo.
A nombre de los pequeños estados caribeños intervino el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves. Tras señalar las prácticas de dominación del imperialismo y el capitalismo monopolista, dijo que “no tenemos que ser marxistas para apreciarlo, simplemente entender qué puede hacernos esa política y qué podemos hacer nosotros (…) El imperialismo nos ha dividido mucho y hoy hay una ofensiva como la que estamos viendo en Argentina, en Brasil”.
“Hay una amenaza común a través de la región”, afirmó, y tras recordar la historia en la que sobresalen hombres como Bolívar y Martí, sentenció: “Ha sido una lucha difícil, y la actual no lo será menos. Veo muchos jóvenes aquí, ellos seguirán la lucha anticolonialista, antiimperialista, antineoliberal. Para ello debemos construir la unidad más amplia”.
La primera sesión del evento está presidida por el Segundo Secretario del Partido Comunista de Cuba, Ramón Machado Ventura, y cuenta con la asistencia del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralphs Goncalves, el luchador independentista puertorriqueño, Oscar López Rivera, y la expresidenta de Brasil Dilma Rousseff, entre otras personalidades latinoamericanas.
Entre los 439 delegados asistentes también están invitados representantes de partidos y movimientos de Asia, Europa y África.
El Foro de Sao Paulo surgió como un mecanismo para buscar la unidad de las fuerzas que apuestan por una alternativa al neoliberalismo en América Latina y el Caribe, tras la caída del campo socialista. Durante cerca de tres décadas se ha mantenido como un referente de las luchas sociales y el debate político en la región.
Balaguer: La unidad es esencial
El miembro del secretariado del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y jefe de su departamento de Relaciones Internacionales, José Ramón Balaguer Cabrera, recordó el discurso del líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, entre el 21 y 24 de julio de 1993, cuando sesionó en La Habana el IV encuentro del Foro de Sao Paulo.
Sus reflexiones en favor de la más amplia unidad antimperialista y en pro de la integración latinoamericana y caribeña, sus críticas al neoliberalismo y sus llamados de firmeza y optimismo ante la desintegración de la URSS, aún resuenan en este recinto, señaló Balaguer.
“A Fidel y a Lula, artífices de la creación del Foro”, añadió, “le dedicamos esta nueva edición, la cual efectuamos en un contexto internacional tan complejo y desafiante como el que marcó los debates de 1993”.
Balaguer dijo que el PCC hará todo lo posible para contribuir a que este nuevo intercambio concluya con acuerdos prácticos y con mayor consciencia de la necesidad de avanzar en la más amplia unidad continental.
“Para los revolucionarios cubanos, esa unidad continental es esencial”, dijo tras recordar las expericias de la Mayor de las Antillas en su resistencia frente a los ataques de Estados Unidos.
“Construir la unidad fue y es esencial para contrarrestar cualquier ofensiva adversaria”, añadió.
“Haremos lo posible para que el Foro posibilite reflexionar sobre cómo alcanzar el objetivo estratégico común de retomar la iniciativa política”, añadió.
Balaguer señaló que constituye un “hecho real” que el “campo progresista en el continente está en relación adversa”, pero precisó que esto no es nuevo ni definitivo ni fatal.
“Perder una batalla no es más que la obligación de ganar otra”, dijo citando al Apóstol cubano, José Martí.
Asimismo, recordó la máxima fidelista de convertir los reveses en victoria.
“Estamos obligados a preguntarnos las razones que explican la actual correlación de fuerza, con sentido crítico y autocrítico”, dijo Balaguer. “Pero el enemigo a derrotar no está entre nosotros, sino que es el imperialismo y sus aliados en nuestros países”.
“Entre nosotros son mayores las coincidencias que las diferencias”, añadió. “Las opciones de triunfo se multiplican si hay unidad”.
El político cubano enfatizó en que la derecha dedica poderosos recursos financieros para descalificar las experiencias de gobiernos progresistas y denigrar las políticas sociales, pero llamó a no caer en el juego de quienes ven más fallas que logros a la hora de examinar las experiencias de los últimos años.
“La derecha insiste en los errores, pero no habla de los boicot y los planes para hacer fracasar los proyectos”, dijo. “El ejercicio crítico y autocrítico es privativo de cada fuerza política y debemos dar prioridad a lo que nos une y no a lo que nos pueda dividir”.
Balaguer concluyó sus palabras con un llamado a aprovechar el XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo para reforzar la unidad y retomar la iniciativa política.
Foto: Irene Pérez | CubaDebate |