Escrito por Rafael Cancel Miranda
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Martes, 24 de Abril de 2018 09:40 |
Mi gente: ¿Cómo es posible que mientras la Junta de Control Fiscal nombrada por el gobierno estadounidense comete genocidio contra nuestro pueblo, a la vez, ese mismo gobierno reclame a nuestros jóvenes en la Reserva del Ejército de los Estados Unidos para una llamada “misión crítica”? Si eso no es una afrenta , ¿qué es? Por un lado nos humillan y causan hasta suicidios en nuestro pueblo y, al mismo tiempo, usan a nuestros jóvenes como carne de cañón. Parece que para eso sí somos buenos.
Esto me trae a la memoria que después de que el coronel estadounidense Elisha F. Riggs ordenara la masacre de puertorriqueños en Río Piedras el 24 de octubre de 1935; después de que el general Blanton Winship ordenara la Masacre de Ponce (de la cual mis padres fueron sobrevivientes) y en la cual asesinaron a 19 puertorriqueños, entre ellos a una niña, e hirieron a cerca de 200 personas; y después de que el Dr. Cornelius Rhoads, oficial del ejército estadounidense, inyectara células cancerosas a pacientes recluidos en el entonces llamado Hospital Presbiteriano en San Juan, alegando que “los puertorriqueños no merecían vivir”, todavía pretendían que al yo cumplir los 18 años de edad me inscribiera en su ejército para ir a matar coreanos o morir en Corea en el intento. Rehusé hacerlo y un tribunal federal estadounidense me sentenció a cumplir prisión durante dos años, de 1949 a 1951, sentencia que cumplí.
Hoy puedo vivir tranquilo con mi conciencia y le pido a nuestros jóvenes que piensen bien su situación, que si han de arriesgar su vida lo hagan por su patria, Puerto Rico, y no por sus verdugos. Actuar con dignidad le da sentido a la vida.
¡De pie!
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