(San Juan, 7 de noviembre de 2017) La Dirección Nacional del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), en su más reciente reunión discutió ampliamente la situación de emergencia por la que atraviesa el País. “La extraordinaria respuesta de las comunidades, asociaciones, fundaciones, iglesias, sindicatos y la juventud, entre otros, salvó al País de la desolación en que amaneció el 21 de septiembre”, fue una de las conclusiones del análisis Hostosiano.
“No nos podemos cansar. Recordemos que FEMA es un seguro que se paga por las hipotecas de todos y todas en Puerto Rico. No es una dádiva ni un regalo federal. Es un derecho al que tenemos acceso todos y todas. Pagamos más a FEMA que muchos de los estados de EEUU. La lentitud y mezquindad de los federales contrasta con la inmediatez y determinación de recuperación del pueblo de Puerto Rico a través de sus comunidades y organizaciones. Artistas, deportistas y países hermanos nos han ofrecido su ayuda, pero las agencias federales no han permitido que se acerquen a la Isla.
Gracias al pueblo de Puerto Rico por su compromiso con el necesitado, por la valentía de sus acciones, por la masividad de su respuesta a los daños causados por el ciclón y por la dejadez y lentitud del Gobierno y los federales. Si no es por esa inmediata coherencia colectiva de nuestro pueblo, todavía estuviéramos sacando muertos de los escombros. No dependamos de que “otro” lo hará por nosotros. No descansemos hasta tener el resultado deseado. Continuemos compartiendo lo que tenemos con los más necesitados. Ha sido y será la columna vertebral sobre la que edificaremos el nuevo Puerto Rico que no solo es posible, sino necesario.
Felicitamos, además, a la Juventud Hostosiana que ha estado en las comunidades: Utuado, Orocovis, Arecibo, San Juan, Humacao, Las Piedras, Las Marías, Mayagüez y en todos los rincones que han podido llegar con asistencia para los afectados.
Claro que tenemos que exigir que el Gobierno cumpla con sus funciones de ofrecer servicios de salud, educación y seguridad. El puertorriqueño común -el que abre caminos con su machete, el que lleva agua al sediento y alimentos al hambriento, el que le da un abrazo solidario al decaído- no puede treparse en un poste o dar la entrada a una escuela. Esas responsabilidades gubernamentales las seguiremos reclamando y simultáneamente, continuaremos dando solidaridad y amor a los afectados.
Gracias nuevamente al pueblo puertorriqueño, por la extraordinaria demostración de amor patriótico, solidaridad y compromiso que ha demostrado desde el primer día, para que nadie en nuestro País sufra innecesariamente ante este fenómeno natural y por la reconstrucción del nuevo Puerto Rico.
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