Con un poco de buena voluntad, todos podríamos llevarle un solo mensaje al presidente Barack Obama en su visita del 14 de junio: Óscar.

Conociendo como conozco de primera mano la mentalidad política norteamericana, cientos de pancartas de todos tamaños que lean sencillamente Óscar serían mucho más efectivas que cinco, seis o diez mensajes diferentes. Al minuto de enfrentarse a ese nombre multiplicado y redundado en pancartas de todos tamaños y colores, Barack Obama seguro que va a girar su cabeza cuarenta y cinco grados a su ayudante más cercano y le va a dar instrucciones específicas: “Quiero saber ahora quién es y qué pasa con este Óscar”.

Óscar López Rivera y sus 30 años de encarcelamiento por la libertad de su país resumen todo lo que le queremos decir a Obama. Óscar es nuestro símbolo humano de la represión, el colonialismo, la violación de los derechos civiles más elementales, el status político de nuestro país y la actitud imperialista prevaleciente en el aparato político estadounidense. Obama es un político inteligente y sagaz. Está acostumbrado a ser recibido con pancartas y mensajes de protesta de todo tipo dondequiera que va como presidente de su nación, que no es precisamente la más querida del universo. Está acostumbrado a pasarles la vista por encima y continuar adelante con su viaje. Si algo le iría a llamar la atención sería Óscar. Simplemente Óscar.

Para nosotros mismos esas dos sílabas pueden significar mucho más que una consigna única para la visita de Obama. Al contrario de lo que parece, los aliancistas no hemos cejado en el esfuerzo por unir voluntades. Detrás de esta demostración está tambien nuestra capacidad para buscar las cosas que nos unen y dejar a un lado las que nos separan cuando una causa lo amerita. Ahora mismo lo que nos falta es que el PIP se una a esta alianza que ya incluye el Colegio de Abogados, el Movimiento Unión Soberanista (MUS), la Alianza Pro Libre Asociación Soberana (ALAS) el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), ProELA, Acción Democrática y Madres contra la Guerra, entre otros.

Todos estos grupos están apelando al PIP para ir unidos en una sola demostración ante Obama. El PIP tiene en este momento en sus manos la gran oportunidad de hacer sonreir a este país con ilusión. La historia gloriosa de ese partido hace creer a todos los demás grupos que ya convergen que esta vez sí podemos lograr esa unidad de pensamiento y acción colectiva que le daría a nuestro país una nueva esperanza. Hagámoslo por lo que somos todos: Óscar.