Nina Droz, cuando los indignos controlan el poder, la dignidad se hace subversiva. Ese es tu caso. Los llamados federales están ilegalmente en Puerto Rico, pues su presencia es resultado de una invasión armada por parte del gobierno de los Estados Unidos. Desde 1898, el gobierno estadounidense convirtió a Puerto Rico en un enclave colonial y el derecho internacional dicta que el coloniaje es un crimen y aquellos que lo perpetúan, como esos federales que te tienen encarcelada, son criminales.
Compatriota Nina, no hay poder, no hay imperio, que me haga inclinar mi cabeza ante ellos. Ante ti, con todo orgullo, lo hago. Puedes mirarte a ti misma y sentirte bien; no así los indignos que cometen contra ti actos inhumanos y criminales. Un solo pelo de tu cabeza vale mucho más que todos los indignos juntos. Gracias, Nina, en nombre de la Patria que honras con tu valor y tu dignidad. Para ti, estos versos.
Que yo soy puertorriqueño y ante nadie me rebajo, pues no ha podido el imperio convertirme en su lacayo.
Como hay puertorriqueñas con las faldas en su sitio, que ante nadie se rebajan, mucho menos ante el gringo.
Y en ese grupo están Blanca Canales, Doris Torresola, Lolita Lebrón, Carmín Pérez, Isabel Rosado, Rosa Collazo; y en ese grupo, por supuesto, estás tú, Nina.
Allá en Peñuelas, los indignos también controlan el poder y tratan de reprimir la dignidad puertorriqueña, pero no podrán. En este caso, Nina, la policía se ha convertido en delincuentes al dejarse usar como monigotes contra el pueblo. ¿Dónde está el llamado gobernador Rosselló ante este crimen contra el pueblo? ¿Estará pasándole la mano a la empresa AES, como hizo con el Banco Popular?
Alguien me comentó acerca de una burla que un reportero y una reportera de televisión hicieron contra los defensores de la salud del pueblo de Peñuelas. Se me ocurre, Nina, que los que realmente son una burla son aquellos que intentan burlarse de la dignidad. Pero, como decimos por nuestros barrios, solo sabe respetar a los demás quien empieza por respetarse a sí mismo. No olvidemos que los mercaderes del templo se burlaban de Cristo hasta que Cristo les entró a latigazos.
Y hablando de mercaderes, puedes creer que el mercader de la represión, el esbirro Pesquera, le tumba $270 mil al pueblo de Puerto Rico por reprimirnos. Recuerdas a aquella Lisa Donahue, quien a través de la Autoridad de Energía Eléctrica nos llevó más de $45 millones por engañarnos. El pueblo puertorriqueño pagará a la Junta de Control Fiscal más de $300 millones por servirles de cobradores a los bonistas. Para ellos, es obvio que no hay crisis económica. Para nosotros, la crisis causará muertes.
Cabe, preguntar, Nina, por qué todos le huyen a una auditoría independiente, incluyendo Rosselló y su clan de legisladores. ¿A quiénes encubren? Es derecho de todo supuesto deudor confirmar la veracidad de una deuda. No hay que ser un genio para darse cuenta de que se intenta encubrir algún traqueteo.
Cuídate como puedas, Nina, pues vales mucho para tu pueblo, del cual me honro en ser parte.
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