Escrito por Mari Mari Narváez
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Jueves, 15 de Junio de 2017 14:02 |
Una quisiera saber dónde está esa ganga de policías secuestradores las mañanas en que nos hartan a tiros en nuestro barrio, a solo pasos del área turística. A los niños del vecindario, que ya a esa hora están despiertos, hay que decirles que son fuegos artificiales mientras nos aseguramos de que no se asomen por ventanas ni balcones.
Aparecen muy machotes esos policías para meterse con estudiantes. Se visten de civil y los bajan del auto donde van con su familia después de participar en una protesta. Los arrestan y los meten en un carro no identificado. Jóvenes seleccionados aleatoriamente, sin razón válida la mayoría de las veces. No lo digo yo, lo dicen los tribunales cuando no encuentran causa para los arrestos. Lo dicen los mismos policías cuando aceptan que desconocen las razones por las cuales hicieron los arrestos. Otras veces esas razones son realmente risibles como pintar con aerosol, acto directamente vinculado a la expresión y que suele resolverse mandando a la persona a pintar la pared en cuestión; no secuestrándola por más de un día y negándole su derecho a hablar con un abogado.
Así ocurrió el domingo pasado. Una vez más, la pandilla de “Arrestos especiales” secuestró durante 30 horas a tres jóvenes que habían acudido a una manifestación independentista (qué casualidad, ¿no? Siempre es en lugares donde la gente ejerce su derecho protegido a la libertad de expresión). A Adrián Robles, Jean Rosario y Víctor Rodríguez no solo les negaron su derecho a hablar con un abogado todo ese tiempo sino que también le negaron atención médica a uno de ellos, que es asmático crónico.
No es que yo desee que también secuestren a los que nos tirotean, a los que nos asesinan, a los que nos violan, nos roban o a los que imponen su poder violentamente. No se pueden utilizar tácticas policiacas al estilo Pinochet contra nadie. Pero no deja de sorprender la facilidad con que esta ganga de mal llamados “policías” se la pasa amedrentando y abusando a jóvenes que no están asesinando, robando ni violando sino reivindicando sus derechos y movilizándose por el país. (endi.com) Foto: Luis López / MINH |