Es casi increíble ver cómo todas las ramas del gobierno colonial se han unido en contra de los estudiantes universitarios.

El Tribunal de Apelaciones ordenó abrir los portones de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, e impuso  multas a la Rectora y la Presidenta de la institución por no haber cumplido con la orden emitida. Esto me recordó la petición de los jueces a la Junta de Control Fiscal para que no tocaran sus pensiones. ¿Tendrá que ver una cosa con la otra?  ¡Quién sabe!

¿Recuerdan cuando un tribunal ordenó restituir la Comisión para la Auditoría de la Deuda de Puerto Rico? El gobernador colonial Ricardo Rosselló Nevares inmediatamente lanzó una amenaza pública a los jueces que verían los casos relacionados con las protestas ciudadanas, y la legislatura colonial  aprobó en tiempo récord una ley para anular aquella mediante la cual se había creado la Comisión para la Auditoría.

¿Han observado cómo en días recientes la legislatura colonial ha aprobado una serie de leyes para tratar de legitimar las acciones represivas contra los estudiantes y demás ciudadanos que llevan a cabo protestas legítimas contra los desmanes de la Junta de Control Fiscal y el gobierno colonial?

¿Se han fijado en la celeridad con que  jueces, que se toman meses en ordenar el arresto de criminales, entre ellos políticos corruptos, emiten órdenes de detención a tutiplén contra huelguistas y manifestantes que están en las calles defendiendo los derechos de todos?

Y qué decir de los agentes federales, que no iban a dejar sus hocicos afuera, y el abuso que cometen contra la joven puertorriqueña Nina Droz.

Con profundo agradecimiento, dedico estos versos a los jóvenes estudiantes en lucha y a mi hermano Oscar López Rivera.

Hay quien traiciona a su pueblo
por unas cuantas pesetas,
pero hay quien se da por entero,
sin esperar recompensa.


Nunca te rindas, pueblo mío, combate como te sea posible, que el enemigo no es invencible, excepto te des por vencido.