Es necesario dar a conocer la historia de Ana Belén en su contexto histórico y la relación con el tablero geopolítico del presente. Es necesario que se sepa que “la locura por decreto” es una forma de represión muy vieja en nuestra historia patria y que las “victorias” sobre los intentos en paises de establecer gobiernos socialistas implicaron crímenes monstruosos y desangre de dinero y recursos.
Los mitos tienden a relatar una historia con la cual se intenta explicar una cosa que a su vez sugiere otra no del todo identificable de primera intención. Un buen ejemplo de esto es el mito griego de Perséfone y el inicio de la primavera. Para nosotros se trata del equinoccio de primavera alrededor del 19 o 20 de marzo, cuando los rayos del sol dan directamente sobre la linea imaginaria del ecuador y el día y la noche tendrán igual número de horas. Habrá otro equinoccio de otoño alrededor del 22 de septiembre cuando de nuevo los rayos del sol den directamente sobre el ecuador. Para los griegos de la “Antigua Grecia”, el inicio de la primavera se debía al resurgimiento a la superficie de una joven ninfa, hija de la diosa Deméter y de Zeus, a quien Hades, el dios de las profundidades de la Tierra, raptó y desposó por la fuerza. Deméter a su vez era reconocida como la diosa de la agricultura y amaba profundamente a su hija. Este amor es la clave que desata acciones en el mito que a su vez nos provoca a buscar algo más que una explicación bucólica del inicio de la primavera. Volveremos sobre esto.
Ana Belén Montes nació un 28 de febrero de 1957. Hija de un psiquiatra quien se dedicó a la vida militar, llegó al mundo mientras sus padres se encontraban residiendo en una base de Estados Unidos en Alemania. Creció en un ambiente donde la lealtad al gobierno de Estados Unidos y su poder militar eran incuestionados. Su hermano y hermana trabajan o han trabajado para el FBI. Con sus conexiones familiares, su inteligencia y sus estudios de bachillerato y maestría de universidades de ese país, pudo haber tenido muchas opciones de empleo y las puertas no se le cerrarían. Algo pasó en su conciencia y su trayectoria ha sido otra muy diferente. En el 2001 Ana Belén fue acusada como espía a favor de Cuba y en contra de los intereses de Estados Unidos. Desde el 2002 , hace catorce años y medio, se le recluyó en una cárcel llamada Carswell, la cual queda dentro de una instalación militar de la Marina de Estados Unidos en Fort Worth, Texas. Dentro de esa cárcel hay un llamado centro destinado para personas con problemas psíquicos pero el tratamiento que reciben es equivalente a tortura del tipo de deprivación sensorial y embrutecimiento intelectual y afectivo. Solamente la pueden visitar su padre y hermano. No puede recibir cartas, revistas ni periódicos. No puede ver televisión. No hay ninguna evidencia que apunte a problemas mentales pero aun si la hubiera no hay un solo diagnóstico que pueda justificar este tipo de tratamiento.
La historia de torturas a la cual el gobierno de Estados Unidos somete a los que difieren de su política es bastante conocida. En el caso del movimiento independentista es pan comido. Ya Juan Antonio Corretjer había advertido del sentido “particular” de dignidad del gobierno de Estados Unidos al encarcelar indefinidamente a independentistas a través del Gran Jurado sin permitirle un abogado. Las cárceles secretas y las no secretas que mantiene Estados Unidos, como Guantánamo y lo que fue Abu Ghraib, han dejado demostrado que la detención indefinida y la tortura son un chiste para los que la aplican, e indicativas de la depravación moral que cunde en muchas esferas de ese gobierno. Pedro Albizu Campos fue torturado físicamente y ante sus denuncias se le diagnosticó estar sufriendo de sus facultades mentales. Lolita Lebrón sufrió vejámenes inconcebibles al punto de que el deceso de su hijo se lo notificaron en son de burla. A Alejandrina Torres la colocaron en una sección de hombres y le hacían exámenes rectales a capricho. La lista es bien larga, éstos son unos pocos ejemplos. A Ángel Rodríguez Cristóbal, quien fuera militante de la Liga Socialista Puertorriqueña, le administraron Toracin, un antipsicótico muy fuerte y para el cual debe mediar un diagnóstico psiquiátrico el cual las autoridades carcelarias no evidenciaron que lo hubo. Luego lo estrangularon y alegaron que fue un suicidio a pesar de todas las indicaciones que apuntaban lo contrario. A Carlos Noya, militante por muchos años de la Liga Socialista Puertorriqueña, lo asignaron a la misma cárcel en que asesinaron a Ángel, su amigo y a quien vio con vida en una visita en compañía de Corretjer un día antes de su muerte. Esto luego de que la abogada de Noya solicitara una cárcel cerca para que no perdiera comunicación con su familia. ¿Cómo pasó esos dos años de prisión sabiendo que dentro de esas paredes murió su amigo? ¿A cuántas personas miró con sospecha de que podían saber algo sin poder expresar su angustia? Oscar López Rivera estuvo doce años en reclusión solitaria y al pasar a otra institución carcelaria lo obligaban a reportarse a un oficial cada dos horas. Todos eran personas “peligrosas” de acuerdo a los intereses del gobierno de Estados Unidos y su poder militar aunque sus acciones debieran haber sido juzgadas en una corte internacional por ser Puerto Rico una colonia y Estados Unidos ser juez y parte. Pero su sentido de dignidad no cubre eso. Realmente no sabemos lo que cubre. ¿Cuán peligrosas son y cuán enfermas están las personas que deciden estas torturas? ¿Quiénes son los “locos” y las “locas”?
La peor acusación que hemos leído que el gobierno de Estados Unidos mantiene contra Ana Belén es que debido a una información que ella suministró, le facilitó un ataque sorpresa en el 1987 a la guerrilla salvadoreña conocida como Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional contra un campamento secreto del gobierno de El Salvador. Este campamento fue impulsado por el gobierno de Estados Unidos y diseñado, manejado y sostenido con dinero de los contribuyentes estadounidenses. Para entonces se libraba una lucha tenaz en dicho país, entre una burguesía apoyada por Estados Unidos y un campesinado sumido en la extrema pobreza que constituía la gran mayoría. Los principios que animaban esa lucha era la no intervención del imperio, la redistribución de la riqueza y el establecimiento de un gobierno socialista. Para detener esos cambios Estados Unidos le había gastado a sus contribuyentes solamente en ese pais un billón de dólares. En ese ataque cayó el estadounidense Gregory A. Fronius, sargento destacado de las fuerzas “especiales” del Ejército de Estados Unidos. Póstumamente se le condecoró con una medalla, “Estrella de Plata”. Para el gobierno de Estados Unidos es heroísmo intervenir en otro pais, pequeño y desolado por la pobreza y apabullar con dinero de los contribuyentes de Estados Unidos a la insurgencia que intente realizar un cambio. Se supone que esto es digno ya que lo ven como heroico. Por fin atisbamos algo de lo que sí cubre su sentido de dignidad.
Al presente Ana Belén se recupera de una masectomia. No sabemos cuánto podrá realmente recuperarse dentro de las condiciones en que se le mantiene, ya que hay estudios que sugieren que puede haber una relación entre la recuperación de cáncer con el estado anímico. Para los fanáticos de Estados Unidos y su poder militar será un castigo merecido por “traidora”. A los que ven las innumerables acciones de agresión del gobierno de Estados Unidos como traición a la humanidad, que al parecer comete todos los días y a todas horas, lo verán como una prueba más del camino hacia el precipicio al cual arrastran a su propio pueblo y a gran parte del mundo. Nos apuntamos en la segunda alternativa.
Ana Belén no puede contemplar a través de una ventana el inicio de la primavera. Aislarla del mundo social y de los ritmos de la naturaleza es el tratamiento indicado para su caso de acuerdo a las eminencias psiquiátricas especialistas en tortura. Es difícil entender los recovecos mentales de los que apoyan una cosa así. Son gente con estudios en medicina, que tratan de entender a los llamados asesinos en serie… Nuestra mejor apuesta para descifrar algo de esto podría ser regresarnos al mito griego. Deméter castigó a la tierra con un invierno permanente, algo que no se experimentaba entonces, hasta que no le devolvieran a su hija. Zeus logra devolvérsela pero algo en la joven han cambiado. Comió unas semillas en el reino subterráneo y ya no podrá tolerar más de seis meses en la luz. Debe regresar al mundo subterráneo por seis meses y alternar su existencia. La madre no puede aceptar esto y determina que durante esos seis meses de ausencia la Tierra experimentará otoño e invierno. La violencia del rapto trajo consecuencias que se generalizaron a toda la humanidad. Perséfone puede regresar a la luz pero el conocimiento de las tinieblas seguirá formando parte de su vida y de su ser. El rapto dio inicio a la víspera de la conciencia y ya no hay forma de detener sus consecuencias. Es la experiencia de ambos polos, luz y tinieblas, lo que anuncia que la víspera ha terminado y la conciencia ya es un hecho.
Es necesario dar a conocer la historia de Ana Belén en su contexto histórico y la relación con el tablero geopolítico del presente. Es necesario que se sepa que “la locura por decreto” es una forma de represión muy vieja en nuestra historia patria y que las “victorias” sobre los intentos en paises de establecer gobiernos socialistas implicaron crímenes monstruosos y desangre de dinero y recursos. Mantener las economías actuales de casi el mundo entero bajo el régimen de terror capitalista implica guerras continuas, hambruna para una gran parte de la humanidad, separación de familia y comunidad, gran destrucción del ambiente y menos servicios para todos. La toma de conciencia es un acto individual que debe proyectarse en acciones hacia el bien colectivo y una nueva organización social. Para la gente muy joven el nivel de sacrificio demostrado por Ana Belén puede parecer descabellado. Un buen recurso para desarrollar sensibilidad en torno a esto puede ser la cinta estadounidense Before I fall basada en la novela de Laurence Oliver. Quizás luego de verla y discutirla, la historia de Ana Belén pueda parecer menos extraña a los que nunca han cuestionado la historia. En Estados Unidos mucha gente lleva tiempo exponiendo el precipicio ante el que se encuentran y alertar sobre posibles acciones. Allá también hay gente buena. (Claridad) |