El triunfo del anuncio de Obama a menos de sesenta horas de la juramentación del nuevo presidente, fue un triunfo luchado, duro de lograr, de años, pero ¡lo logramos!.. Gracias pueblo de Puerto Rico acá y en la diáspora.. ¡Nos vemos en casa, Oscar!
Con ese lema y con mucha humildad inicié el 1ro. de enero 2017 una huelga de hambre en reclamo por la excarcelación de nuestro Oscar López como mi forma de intentar aportar a la intensificación de la campaña en la etapa crucial en que la ventana de oportunidad previo a que Barack Obama completara su mandato como presidente de Estados Unidos se achicaba día a día.
Desde el principio hice claro que todo apoyo a mí por mis días a solo agua de coco y agua debía desplazarse a nuevos gestos a favor de la excarcelación. Además, digo que inicié la huelga con humildad porque estaba consciente que me podía enfermar o debilitar demasiado. Pero mi motivación era profunda, y mi optimismo, aunque cauteloso, igual. Eso y el apoyo tan amplio que tuve, al fin me sostuvieron durante los 17 días que duré en huelga de hambre hasta que el 17 de enero recibiéramos la ansiada noticia.
Gracias a Meca Sorrentini y el Fondo Puertorriqueño de Arte y Cultura porque pude permanecer esos días en una sede donde pude recibir visitas y medios, donde además Héctor Francés siempre está y durante mi estadía estuvo pendiente cariñosamente, sobre todo con la pregunta: “¿Cómo te sientes hoy?” Gracias a William Cruz y Digna Sánchez quienes se tomaron la iniciativa de programar acompañamiento diario por si de pronto me sentía mal y por llegar a la casa con lo necesario para habilitar otros espacios para quienes querían quedarse algunas noches, gracias a quienes cumplieron con esos turnos que fueron de solidaridad y acompañamiento. También hubo sesiones de raiki y masajes que jamás yo podría costear.
Gracias a todas y todos los que llegaron a la casa en la calle Canals a compartir conmigo y entre sí su apoyo y su entusiasmo por la posibilidad de la excarcelación, y dejaron mensajes en el tablón o pusieron su nombre en la libretita. Son demasiados para mencionar. Hubo una visita inesperada y sorpresiva por el aspecto político y otra, la de Monseñor Roberto González Nieves, que me llenó de humildad. Llegaron muchas de figuras del independentismo y muchos de los militantes de fila que trabajan como hormiguitas en tantas causas en Puerto Rico. Algunas amigas fueron por mí, no por convicciones políticas aunque su humanismo les llevó a comprender y apoyar el reclamo a la excarcelación.
Gracias a quienes me llevaron cocos frescos para variar el agua de coco de cartón que ya casi me tenía que empujar, lo que no quita mi agradecimiento al supermercado que me donó dos cajas. Gracias por el ramillete de flores. Gracias a los médicos pendientes. Gracias a los miembros de mi familia.
Gracias a Dixie Bayó que estando enferma realizó el trabajo con los medios incluyendo la coordinación de comunicados y entrevistas. Gracias a Wilda Rodríguez me entrevistó diariamente en la última etapa y hasta el 18 de enero estuvo comunicándose conmigo en vivo así llevando un conteo de mis días en huelga de hambre. Gracias a los medios que llegaron a la casa en la calle Canals.
Entre varios otros(as) cuyos nombres lamento ahora no recuerdo, William Cruz, Eduardo Villanueva, Paco Vélez y Bomexi Iztachiutl se unieron a mí en distintos tipos de ayunos y por distinto número de días. También hubo quien lo quiso hacer anónimamente. Gracias, Meca, porque extendí mi estadía en la casa varios días más allá de la huelga de hambre mientras iniciaba una transición incluyendo de la dieta.
Por todo ello, ahora doy gracias, pero las gracias primero a Oscar por esos 36 años (menos dos días) de cárcel que habrá cumplido para el momento que por fin sea excarcelado a más tardar el 17 de mayo de 2017. Por mi parte, gracias Oscar, por tu ejemplo de firmeza y fortaleza, gracias por hacerme una mejor persona y ojalá que una mejor luchadora. Gracias por la alegría colectiva que nos dotaste el 17 de enero y en adelante. Gracias porque nos uniste en un solo propósito, una sola lucha manifiesta en multiplicidad de acciones que se abrió en un abanico de esfuerzos incluyendo a nivel internacional en Cuba, Nicaragua, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos y tantos otros países, en Naciones Unidas y los No Alineados.
El triunfo del anuncio de Obama a menos de sesenta horas de la juramentación del nuevo presidente, fue un triunfo luchado, duro de lograr, de años, pero ¡lo logramos!.. Gracias pueblo de Puerto Rico acá y en la diáspora.. ¡Nos vemos en casa, Oscar! (Claridad)
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