Al teléfono, Rafael Cancel Miranda cita a Don Pedro Albizu Campos: “La patria nunca será derrotada porque generación tras generación parirá héroes y heroínas”. Enseguida remata la cita con palabras suyas: “Oscar no es la excepción. Nuestro pueblo siempre ha tendido combatientes que representan y luchan. Ya vendrán otros Oscar. Están ahí, en nuestra juventud de hoy. Mientras seamos colonias, siempre tendremos combatientes”.

Sus palabras respondieron al cuestionamiento de que si con la excarcelación de Oscar, si con esa batalla ganada por el pueblo combatiente, el sector independentista puertorriqueño deja de tener el símbolo más inmediato y actual de independencia. Cancel Miranda piensa que en la historia del país siempre estará presente el legado que dejan los que han luchado por la independencia. “Es como Fidel. Fidel está vivo porque su pensamiento y su ejemplo de vida y lucha siguen vivos en el espíritu de otras personas”. Albizu, Corretjer murieron hace tiempo y todavía están vivos entre nosotros”, continuó quien tampoco ha claudicado ante la lucha contra el imperialismo.

De igual manera, Elizam Escobar señaló que cuando López Rivera salga finalmente de la prisión federal de Terre Haute en Indiana, “seguirá encarnando la lucha por la descolonización de Puerto Rico”. Apuntó, además, a que “será una ventaja tenerlo afuera”. Con esto último quiso afirmar los comentarios de que, luego de una campaña apoyada por gente tan diversa ideológicamente, un Oscar que camine por las calles de Puerto Rico podría impulsar la unión necesaria para sacar adelante el país.

Por su lado, otro de los prisioneros políticos puertorriqueños indultados en 1999 por Bill Clinton, Ricardo Jiménez, también considera que Oscar es una figura de unidad: “la campaña fue más allá del independentismo, fue más de derechos humanos. Ahí es cuando la mayor cantidad de seres humanos se pueden unir porque es una cuestión de defender esos derechos”, aseguró.

Jiménez, quien comentó que tan pronto Oscar esté en la isla viajará de Chicago junto a Carlos Alberto Torres y Edwin Cortés para encontrarse todos, describió al recién conmutado por Barack Obama como “símbolo de la resistencia y la soberanía de Puerto Rico”. Para él, su camarada Oscar “representa la contradicción de los Estados Unidos de seguir encarcelando personas por ser independentistas. Yo creo que mucha gente tiene que saber y reconocer que los que se nombran los campeones de los derechos humanos (refiriéndose al gobierno estadounidense), realmente son los primeros violadores de esos derechos”.

A poco más de una semana de la esperada noticia de conmutación de sentencia de López Rivera, muchas y muchos celebran el logro de la unidad del pueblo puertorriqueño y la comunidad internacional. Sin embargo, a pesar de la felicidad, hay quienes piensan como Cancel Miranda, que debió tratarse de un indulto, de una excarcelación inmediata y no de mantenerlo en prisión hasta el próximo 17 de mayo. “Yo estoy feliz, pero más feliz estaré cuando llegue a su tierra, cuando llegue a Puerto Rico”, dijo. Acto seguido lanzó una pregunta retórica: “¿Y eso de darle cuatro meses más? ¿No tiene suficiente con 35 años de cárcel? ¿Tiene que aguantarlo cuatro meses más? Yo no le aplaudo a Obama, yo le aplaudo al pueblo y a aquellos que lucharon, porque se logró por la lucha que se dio”.

A la interrogante de qué piensa sobre el momento que escogió Obama para tomar la decisión –a escasos dos días de abandonar su cargo en Casa Blanca y luego de haberse mantenido tan hermético respecto al tema–, Elizam Escobar contestó que se trató de una “cuestión burocrática”. En estos casos, “la decisión no la toma el supuesto presidente, se tiene que llegar a un consenso”, continuó. A pesar de eso, dejarlo tras las rejas “hubiese sido un bochorno para él y los demócratas”. En el último año de su presidencia, según argumentó Escobar, acrecentó el número de indultos y conmutaciones ofrecidos por Obama porque, hasta ese entonces, “él tenía el peor record de dar conmutaciones a presos sociales o comunes”.

Rafael Cancel Miranda, en respuesta a esa pregunta, comentó que Obama conocía el caso de Oscar desde que llegó a la presidencia, por lo que debió haber reconocido antes el derecho de Oscar López Rivera a luchar contra el crimen del coloniaje. “Debió haberlo reconocido desde un principio, pero él siempre evadía y evadía hasta el último momento”, sentenció.

Para Ricardo Jiménez, aunque Obama fue tan conservador y táctico, tuvo que acceder a la presión internacional que le impuso este reclamo, particularmente, en los últimos seis meses. Incluso, según aseguró Jiménez durante la entrevista con este medio, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos le hizo a Obama una petición de salida para Oscar. “Eso fue bien diferente a los 11 presos políticos que salimos en el ‘99, cuando el Departamento de Justicia dijo que no nos dejara salir”, recordó.

¿Cómo piensa que será el encuentro de Oscar con el Puerto Rico que se topará?, se increpó a cada uno de estos camaradas de Oscar. Políticamente hablando, “él está al tanto de la situación crítica a la que el coloniaje nos ha llevado”, contestó Cancel Miranda, sin embargo, “le pasará como a mí. Yo dejé el país de una manera y cuando salí la gente no era la misma”.

“Yo creo que para todos nosotros, una cosa es lo que te dicen cuando te van a visitar, una cosa es lo que tú lees y otra es la visión que uno tiene. Un aspecto muy distinto será el enfrentamiento a la realidad cuando entre a la isla. Lo único bueno es que Oscar tiene un apoyo tan grande, tiene una familia tan generosa, que ese proceso de integración social se le va a facilitar”, respondió Ricardo Jiménez.

Elizam Escobar secundó la opinión de Jiménez al expresar que, aunque estará en un proceso de adaptación y aprendizaje, el amor de la gente que se solidarizó con la causa de su excarcelación lo ayudará a acoplarse.

Se podrá pensar que Oscar López Rivera tendrá una gran carga sobre sus hombros al estar en la libre comunidad porque sentirá que tiene que ser consecuente al imaginario que la gente se ha creado de él como consecuencia de la tan agresiva campaña. “Es una responsabilidad. Mientras más cariño me demuestra mi gente cuando ando por las calles, más responsabilidad tengo de ser lo que ellos ven en mí, de no decepcionar”, dijo Cancel Miranda como testimonio de lo que le sucede y rápido concluyó: “la confianza de su pueblo se volcará en la responsabilidad que tiene de cumplir con el Oscar que siempre ha sido”. (Claridad)