“Ofrezco una dedicatoria muy especial a nuestro Oscar López Rivera. Esa es la conciencia de nuestra nación en este momento y por él hay que luchar. No podemos mantenernos con las manos cruzadas, hay que hacer lo que haya que hacer en cada momento que sea necesario”, expresó el exprisionero político Heriberto Marín frente a las decenas de personas que se dieron cita en las afueras del Ateneo Puertorriqueño en Viejo San Juan para celebrar el 121 aniversario de la bandera puertorriqueña.
El Ateneo le dedicaba la ceremonia anual a don Heriberto Marín, pero él, muy consciente de que se siguen dando diferentes luchas en Puerto Rico, compartió la dedicatoria con sus compañeros de lucha de aquella revuelta nacionalista de 1950 en Jayuya y con todos los puertorriqueños que no se amilanan.
“Este no es un homenaje a Heriberto Marín en particular. Es para todos aquellos(as) puertorriqueños(as) que un momento dado dieron la vida, sufrieron cárcel, enloquecieron en la prisión por defender el derecho de esta patria de ser libre y de tener una bandera soberana”, continúo leyendo su mensaje el hombre de 88 años de edad.
“Mis respetos y dedicatoria también a los que luchan por el ambiente, a los que luchan por el rescate de las playas, a los de Peñuelas, a los de Vieques, a todos ustedes que son los que mantienen el espíritu de lucha que, cada día, a pesar de mi edad, me renueva”, dijo Heriberto Marín antes de izar la bandera con el himno revolucionario de fondo.
A Marín lo precedió en el podio el doctor Hamid Galib, presidente del Ateneo Puertorriqueño, quien comentó a modo de repaso histórico: “Nuestra bandera fue utilizada por primera vez en la revuelta de Yauco el 24 de marzo de 1897. El Partido Nacionalista la acogió como su emblema para las elecciones de 1932. Blanca Canales y Heriberto Marín usaron esta bandera para proclamar la república de Puerto Rico en Jayuya, y Lolita Lebrón con don Rafael Cancel Miranda la desplegó durante el ataque al Congreso”.
Por lo que, “esta bandera ha sido, es y será una bandera revolucionaria. De una revolución que no ha terminado. No es una bandera de paz y contentura, sino que por el contrario, mientras dure la colonia, es una bandera de lucha”, prosiguió Galib.
Antes de que Repicando Conciencia, agrupación de bomba puertorriqueña, cerrara la actividad con un bombazo que puso a bailar a los allí presentes, el presidente del Ateneo se despidió diciendo: “El tiempo de la confrontación ha llegado, el tiempo de exigir nuestros derechos como nación con todos los instrumentos disponibles. Es la hora de la acción. Ya los puertorriqueños no podemos esperar más”.
“Esto no lo vean como una celebración, mejor véanlo como una confrontación para no permitir que la colonia siga ni un día más”, finalizó aludiendo al significado que tiene el que nuestra bandera, por más de cien años, continúe ahí mostrando el camino.
Fuente: Claridad
|