WASHINGTON - Tras reafirmarse la Comisión de Libertad Bajo Palabra de Estados Unidos en denegar su liberación, al prisionero político boricua Oscar López Rivera le queda ahora la presión que los grupos de apoyo puedan renovar ante la Casa Blanca, según su abogada.

El martes, la dependencia federal rechazó la apelación presentada por López por medio de su abogada Jan Susler para que después de tres décadas en prisión se le concediera el beneficio de la libertad bajo palabra.

Por sus vínculos con el desaparecido grupo Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), López -encarcelado en Terre Haute (Indiana)- cumplirá el próximo día 29 un total de 30 años en prisión.

“En ningún otro país los prisioneros políticos pasan más tiempo encarcelados que en Estados Unidos”, dijo Susler.

La gran ironía de la negativa de los miembros de la comisión federal es que si López -convicto de conspiración sediciosa- hubiese aceptado en 1999 la clemencia ofrecida entonces por el presidente Bill Clinton hubiese quedado en libertad desde septiembre de 2009.

En aquel momento López, ahora con 68 años de edad, rechazó la oferta de Clinton por no haberse incluido en la clemencia otorgada a miembros de Los Macheteros y las FALN a Carlos Alberto Torres, quien fue liberado el verano pasado después de 30 años y cinco meses de prisión.

Susler sostuvo que los miembros de la Comisión, al negar la apelación, indicaron ayer que conocen de la clemencia ofrecida por Clinton, pero advirtieron que no estaban obligados a coincidir con la visión del expresidente de Estados Unidos.

La negativa de la comisión federal ocurrió el mismo día en que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) arrestó a Norberto González Claudio, uno de los dos miembros de Los Macheteros que no fueron arrestados en 1985 y 1986 tras ser imputados del robo millonario a un camión de la Wells Fargo en Hartford (Connecticut), ocurrido en 1983.

Por haberse agotado los remedios ante la comisión federal, Susler sostuvo que se reunirá con López y los grupos de respaldo para avivar la presión ante la Casa Blanca de Barack Obama para que se le conceda la clemencia.

Bajo la decisión de la junta federal, López tendría que esperar por lo menos 12 años para poder ser excarcelado.

Pero, Susler teme que hayan nuevas “acusaciones falsas” que después terminan incrementando el número de años por cumplir en prisión.

En su determinación, la Comisión reafirmó que sería “un irrespeto a la ley” autorizar la liberación de López.

Para la National Boricua Human Rights Network y el Comité Pro Derechos Humanos en Puerto Rico, la Comisión de Libertad Bajo Palabra “ignoró la evidencia que establece que Oscar cumplió con todos los criterios para recibir libertad condicionada, y de paso ignoró sus propias normas y procesos”.

Esta fue la primera vez que López Rivera, después de tres décadas en prisión por sus vínculos con el grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), solicitó formalmente su liberación.

Miles de ciudadanos, líderes políticos (incluido el comisionado residente Pedro Pierluisi), cívicos y religiosos se han expresado a favor de la excarcelación de López.