En menos de dos semanas, gracias a la difusión que tuvo en las redes sociales, más de 51 mil personas habían firmado la petición para que el presidente Barack Obama, antes de que culmine su término, “libere a un independentista puertorriqueño que militaba en las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. Eso no es poca cosa y Estados Unidos lo sabe”, expresó el joven militante Mikael Rosa (Juventud Hostosiana) sobre la iniciativa que tuvo José Rodríguez Irizarry de crear en el portal cibernético de Casa Blanca una petición a favor de la excarcelación del preso político Oscar López Rivera.

Luego de esas primeras dos semanas, el apoyo a esta iniciativa fue aún mayor. Tanto así, que días antes de la fecha límite ya se había cumplido con la meta. El pasado lunes, 5 de diciembre, el volumen de firmas iba en aumento y así también, el clima cargado de tensión, animosidad y expectativa que imperaba en las redes sociales y en los medios noticiosos digitales. Llegada la noche de ese lunes y con las 100 mil firmas requeridas alcanzadas, muchos y muchas celebraron el triunfo, impulsado primordialmente por la unión de los puertorriqueños de la isla y la diáspora y de todo aquel que es afín al reclamo de excarcelación.

“Este tipo de plataformas para recoger firmas es uno bien positivo porque no solamente acerca a los puertorriqueños de la isla, sino a los de la diáspora también…Necesitamos este tipo de unidad. Si todo Puerto Rico y la diáspora pueden unirse para la liberación de Oscar, ese mismo grupo de personas lo podemos utilizar a nuestro favor para cualquier otra causa, incluyendo (la lucha en contra de la) ley Promesa”, comentó Melisa Vargas, portavoz del Campamento contra la Junta que continúa firme en la calle Chardón.

Asimismo, la joven informó que, como parte de los esfuerzos del Campamento, los campistas se han dedicado a informar con la verdad acerca del caso de Oscar y a desmentir la información falsa que se riega por las redes sociales.

De igual forma, la activista Alexa Figueroa, de la Juventud del Partido del Pueblo Trabajador (PPT), indicó: “Yo pienso que es interesante todas las personas que ha aglutinado la lucha de Oscar y más interesante me ha parecido la ‘pichaera’ de Obama”.

“Una lucha por Oscar es una lucha en contra de la colonia y de Promesa. Estratégicamente, yo haría una convocatoria que vaya a favor de Oscar y en contra de Promesa y por ahí ir construyendo luchas con esas personas indignadas, que no necesariamente son independentistas, pero que sí les causa indignación que haya una persona presa por defender a Puerto Rico”, continúo la joven representante del PPT.

Gabriel Casal, integrante de la Juventud del Partido Independentista Puertorriqueño, es muy consciente de que su lucha por Oscar es también su lucha por un Puerto Rico libre. En ese sentido de unión de ambas luchas, piensa que “él está en la cárcel por ser independentista. Hay un dato que se nos olvida: si Puerto Rico hubiera sido una nación independiente, nosotros pudiéramos negociar la libertad de Oscar López como bien lo hizo Cuba recientemente. Si Puerto Rico fuera independiente, Oscar hubiera estado libre hace tiempo”.

“Oscar tiene que estar libre ya. Es una de las tragedias más grandes que tiene Puerto Rico al momento, pero yo pienso que Obama no va a actuar a menos que nosotros no hagamos que actúe…El imperio, que es Estados Unidos y es Obama, solo va a soltar a Oscar cuando le beneficie económicamente y cuando sirva para mandar un mensaje a Puerto Rico y Latinoamérica”, continúo Casal.

Por su parte, la joven artista y curadora del Museo de Artes de Caguas, Elsa María Meléndez Torres, comentó que ha adquirido conocimiento sobre el caso de Oscar a través del trabajo cultural y artístico que desempeña en el Municipio de Caguas. Meléndez Torres recordó varias actividades culturales que se han hecho en este municipio en apoyo a la excarcelación del prisionero político y con las que ha contribuido: “en 2008, trabajando bajo la dirección de Marilú Carrasquillo en el Departamento de Cultura en Caguas, tuvimos la oportunidad de montar una exposición con las piezas de arte de Carlos Alberto y Oscar (tiene a su haber el don de pintor). Más adelante, en el 2009, montamos una exposición de pinturas de Orlando Vallejo titulada ‘Conciencias libres, retratos de los presos políticos puertorriqueños’”.

“La campaña de las firmas me pareció exitosa. Me dio la oportunidad de hablarle sobre Oscar a gente que no conocía nada de él. Lograr que otros se solidarizaran con la causa de Oscar en la lucha por sus derechos humanos, me ha parecido lo más profundo de esta campaña”, expresó Elsa María sobre el masivo acontecimiento.

Precisamente, fue a través de la campaña y de las redes sociales que Shirley Rodríguez, de 24 años de edad, se enteró del caso del compatriota encarcelado hace 35 años. Según aseguró, supo de él por medio de sus amigos de Facebook que le han dado “share” a mensajes como “liberen a Oscar”. “Una vez leí que estaba preso por conspiración, pero que no tenían suficiente pruebas de ningún crimen. No sé cuánto lleva preso, pero no pueden dejarlo más tiempo sin una acusación de crimen”, afirmó.

Lo mismo ocurrió con el joven Julio García, quien confesó que “la primera vez que vi su nombre fue en Facebook y fue una amiga la que me explicó por qué estaba preso”.

“La realidad es que no sabía quién era él hasta hace un par de días que vi dos “post” sobre el tema subidos por dos personas de ideales diferentes: uno decía que ayudaran a liberarlo y otro, que se quedara preso. Lo poco que sé es que unas personas creen que tiró una bomba y mató personas, y otros dicen que no tienen pruebas de esas acusaciones”, prosiguió explicando Julio García.

“Opino que encarcelen a personas como él por defender su manera de pensar ya es algo común porque, como todo lo quieren controlar a sus beneficios (refiriéndome al Gobierno), pues no les conviene que el pueblo piense ni hable por él mismo. Pienso que la cárcel es para personas que hayan cometido crímenes no para meter personas que utilizan su conocimiento para defender su manera de pensar o sus derechos”, concluyó el joven de 24 años de edad.

Para Elsa María Meléndez, Oscar tiene varios significados: “el control que el imperio tiene sobre nosotros, una ficha de terror, una herramienta para que a través de la desinformación odiemos a los nacionalistas”. Mikael Rosa piensa igual: “Oscar, más que un prisionero político, es un símbolo…es una figura de consenso en el país. Yo creo que es un ser humano ejemplar”.

Fuente: Claridad